Quito: Las claves para no morir en el intento subiendo montañas
El Rucu Pichincha es una de las montañas más visitadas por los quiteños. El mal de altura es frecuente
Ir a la montaña es una de las actividades preferidas en la temporada de vacaciones por Daysi Medina y su familia. Su destino predilecto es el Rucu Pichincha.
Se trata de una de las montañas más visitadas por los quiteños, ya que subir al macizo por el Teleférico de Quito es más accesible. Está a una altura de 4.696 metros sobre el nivel del mar (msnm) y es considerada de un nivel medio bajo de riesgo.
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Quito: un excursionista fallece en el Rucu Pichincha
Leer más“Me gusta porque caminas y te alejas del ruido de la ciudad, es bastante bonito y la sensación de estar en la cima es indescriptible”, comenta.
Recuerda que la primera vez que subió con sus hijos, de 10 y 13 años, fue en 2022, cuando todavía la COVID-19 rondaba por el mundo. En ese entonces, las personas optaban por buscar sitios al aire libre para evitar un posible contagio del virus.
Aunque como ella pensaron muchas personas porque el día que llegó había decenas de excursionistas. “Creo que muchos coincidimos que la montaña era un buen lugar para distraerse después de dos años por la pandemia”, dice.
Justamente ese año fue donde más emergencias atendió la unidad especializada en rescate de media y alta montaña del Cuerpo de Bomberos Quito (CBQ).
Solo en temporada de vacaciones, ese año el equipo socorrió más de 150 emergencias, más del doble de lo que regularmente se atiende.
Las secuelas del COVID-19
Uno de los posibles motivos del incremento que señala el capitán del CBQ, Alejandro Salazar, es que una gran cantidad de personas se vio afectada por la COVID-19 y una de las secuelas fue la dificultad respiratoria. Si bien no es un problema nuevo, sí influyó en que haya más atenciones. Esto, debido a que hay una mayor altura.
Salazar explica que solo en 25 minutos se pasa de una altura de 2.850 msnm que está Quito, a más de 3.500 en la parte alta del Teleférico y a 4.696 si llega a la cima del Rucu.
“Si a una persona sana le afecta la altura, no se diga a alguien con dificultad respiratoria u otros problemas de salud”, señala Salazar.
Por ello, una de las recomendaciones antes de ascender cualquier montaña es que se tome en cuenta si hay alguna condición médica o un malestar. Si lo hay, es mejor no subir.
El famoso mal de altura es frecuente y se presenta conforme se sube la montaña. Dolor de cabeza, mareos, falta de aire, cansancio, aumento de la frecuencia cardíaca, incluso malestar estomacal son comunes, debido a que no estamos adaptados a ese nivel de altura.
Otra recomendación es no llevar niños pequeños. La sugerencia de los especialistas es hacerlo desde los 12 o 14 años.
La planificación es clave
Salazar recalca la necesidad de planificar la salida para evitar inconvenientes. Es vital saber el lugar al que vamos, el tiempo que nos tomará el trayecto, llevar la ropa adecuada, alimentos que den energía y líquidos.
Alejandro Salazar
Jennifer Agama, tecnóloga en emergencias médicas del CBQ, sugiere que la hidratación sea cada 25 minutos y cada 50 minutos se haga un descanso para comer algo y continuar con la caminata, que no debe ser rápida, más bien a paso lento.
El factor climático también es importante y, previo a subir una montaña se recomienda revisar el pronóstico del tiempo. Lo mejor es iniciar temprano para retornar antes de la tarde. Tomando en cuenta que, dependiendo del ritmo de caminata, puede tomar entre tres y cuatro horas, en el caso del Rucu.
Salazar recalca que el ascenso y llegada a la cima es solo la mitad del trayecto. La otra mitad es el retorno. “Si bien es un recorrido más amigable y considerado fácil, tampoco hay que subestimar a la montaña”, dice.
Emergencias atendidas
En lo que va de 2024, la unidad especializada del CBQ ha atendido 60 emergencias en el Rucu Pichincha, una cifra similar a la de 2023.
Gran parte de las emergencias se tratan de personas extraviadas, lesionadas, con fracturas de esguince. Si bien el camino está marcado, si es que no se está familiarizado es fácil perderse. En ese sentido, Salazar sugiere que el grupo se mantenga unido y al menos con un dispositivo para alertar alguna novedad al ECU- 911.
En lo que va del año también hubo dos fallecidos en esa zona por la caída de rayos.
“La mayoría de montañas son pararrayos naturales, pero el Rucu Pichincha se caracteriza por una alta presencia de rayos y tormentas eléctricas”, menciona el oficial.
Debido a esa condición se debe evitar subir o descender en horas de la tarde. En caso de enfrentarse a ese escenario, en primer lugar debe despojarse de todos los objetos metálicos y alejarse lo más posible de ellos, apagar el celular y colocarse en un lugar plano, no en posición recta, más bien inclinada.
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