Quito: Comercio y abandono, las dos caras del parque Bicentenario
Mientras que en la Real Audiencia el comercio florece, en la avenida Amazonas, la soledad y el abandono reinan
Son las 16:30. Pese al intenso calor, que aún se siente, el parque Bicentenario está lleno. Los niños juegan en las canchas junto a sus familiares, grupos de jóvenes practican deportes y los adultos mayores caminan. El movimiento en este espacio verde de la capital es diario, con usuarios que llegan al lugar durante todo el día. La acogida se duplica los fines de semana.
Sin embargo, en los exteriores del Bicentenario, el auge de usuarios desaparece, y en el último tramo de la avenida Amazonas, apenas unos cuantos locales permanecen abiertos al público. Las lanfor cerradas marcan el paisaje de la zona, que alguna vez fue próspera.
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Leer másEn 2013, el inicio del traslado del aeropuerto Mariscal Sucre a Tababela, marcó un cambio en esta localidad antes copada por negocios, restaurantes y hostales. La apertura del parque, no obstante, renovó las esperanzas. Sin embargo, el tiempo demostró que las esperanzas fueron tan solo eso: ilusiones.
Martha Vaca, que mantiene una pequeña despensa a la altura de La Concepción, considera que las dificultades para encontrar parqueo es uno de los principales desafíos para una reactivación.
“Esta zona parece ideal. Hay institutos cerca, está el parque y la estación de El Labrador. Hay mucha gente todos los días. Lo que pasa es que hay demasiado tráfico y poco parqueo. Eso aleja a la gente”, afirma.
Algunos de los establecimientos que rodean al local tienen las ventanas rotas y los portones grafiteados. Esto señala, es la norma.
“Se ha vuelto peligroso porque no hay gente. Si hubiera más seguridad, quizás más personas se animarían a invertir aquí”, asegura.
Rosa Quijije, propietaria de una vivienda con dos locales en alquiler desde 2021, añade que, tras la salida del aeropuerto, el plan de recuperación para la zona no se cumplió.
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“Cuando el aeropuerto salió, el Municipio nos dijo que iban a aplicar el Plan Especial Bicentenario que iba a asegurar que el desarrollo se mantuviera, pero eso no pasó”, dice.
Para el urbanista Juan José Burbano, el plan sí se desarrolló, pero no tuvo la acogida de la empresa privada.
“Quito Turismo tiene aquí el Centro de Convenciones Metropolitano, que tiene un buen nivel de movimiento. Se esperaba que la apertura del Metro ayudara a dinamizar la zona, pero la pandemia puso un freno a la construcción. Sin embargo, habría que retomar las propuestas y modificar el uso de suelo, pues tiene un potencial para asemejarse a La Carolina y sus alrededores”, dice.
La otra cara de la moneda
Curiosamente, donde el movimiento comercial sí se masificó no fue donde el Cabildo esperaba, sino al otro lado del parque, en la Real Audiencia.
La avenida, que colinda con el otro extremo del Bicentenario era, hasta 2019, una zona predominantemente residencial, con una cantidad limitada de comercios como panaderías, tiendas y farmacias.
Sin embargo, el arribo del paro del 2019 y luego la pandemia, dio paso a un movimiento comercial inesperado.
Milton Rojas, que vive en la zona desde hace 40 años, señala que los despidos que provocaron ambos acontecimientos hizo que el cambio en la zona se diera como por arte de magia.
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Leer más“Mucha gente se quedó sin trabajo y decidieron usar su liquidación para hacer locales en la casa o ponerse un negocito. De repente ya no había solo panaderías, sino restaurantes, peluquerías y hasta boutiques. Eso le cambió completamente la cara al barrio”, dice.
Según datos del Cabildo, hay 263 locales comerciales actualmente activos en esta zona.
El hecho de que varias puertas de salida del parque, al que acuden cerca de 22.000 usuarios semanalmente, colindan con esta calle solo ha reforzado la actividad comercial, pues quienes salen del área verde, optan por cruzar directamente a la Real Audiencia para almorzar, merendar o pasear.
Diego Aguirre fue uno de los vecinos que realizó un cambio de vida tras la pandemia. “Yo soy publicista, y me quedé sin trabajo. Como no conseguía nada y me encanta andar en bicicleta, invertí mi liquidación en diez bicicletas y me puse un sitio de alquiler. Era mi forma de subsistir. Nunca me imaginé que tendría tanto éxito”, comenta risueño.
Asegura que, tras un inicio algo lento en 2020, en 2021, sus usuarios se duplicaron, y pasó de tener 10 bicicletas a 42 y un trabajador que lo ayuda.
“Otro beneficio es que, como siempre hay tanto movimiento y tanta gente, el barrio se volvió mucho más seguro. La Policía siempre patrulla y un viernes, uno puede caminar hasta las dos de la mañana sin temor”, afirma.
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Con él concuerda Margarita Aylón, adulta mayor que abrió una despensa en su casa tras jubilarse.
“El barrio siempre fue bastante seguro, pero antes de la pandemia ya se escuchaban cosas, robos en los buses, que a los estudiantes les robaban los celulares. Sin embargo para el barrio, la pandemia fue una oportunidad de crecimiento económico. Ahora el ruido es un problema, pero no los robos. Es seguro”, dice.
Pese a ello, no todo es color de rosa. En lo que concuerdan los vecinos es en que la llegada de los bares ha complicado la situación en la noche, sobre todo de jueves a sábado.
La Real Audiencia pertenece al circuito Kennedy de la Policía Nacional. La entidad indica que uno de los problemas que se ha vuelto frecuente es el de los libadores callejeros, por lo que deben realizar patrullajes continuos en la vía y sus calles aledañas.
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El Plan Especial Bicentenario buscaba convertir la zona adyacente al parque en zona de nueva centralidad de la ciudad, donde además del espacio verde y el recinto ferial, se concentrarían una serie de infraestructuras y servicios ligados al funcionamiento de ese equipamiento, entre ellos complejos hoteleros, centros comerciales y propuestas culturales como salas de cine especializado.
“El Plan Urbano Arquitectónico Especial constituye uno de los proyectos más ambiciosos para desarrollar en la ciudad, se proyecta como un polo del turismo empresarial a nivel internacional; un nodo que contará con oferta de actividades y servicios lúdicos en forma de archipiélago como un sistema urbano policéntrico”, se establece en un portafolio de inversiones de Quito Turismo aún subido a la web. Sin embargo, frente al estado de la zona, su aplicación se ve lejana.
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