Concejo elimina restricción para taxis, ¿afectará el flujo vehicular en Quito?
La nueva ordenanza les permite operar libremente en Quito. Tienen 60 días para modificar la regla técnica
Después de siete años, los taxistas de las parroquias rurales de Quito podrán circular libremente por todo el Distrito Metropolitano, debido a una nueva ordenanza aprobada ayer por el Pleno del Concejo Metropolitano. Con 22 votos favorables, los ediles respaldaron el proyecto que, entre otras medidas, elimina las subclases de taxis, permite la libre circulación de unidades convencionales y garantiza el derecho al trabajo.
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Leer másAntes de la reforma, los taxis se distinguían por colores según su modalidad. Los convencionales rurales eran pintados de verde con amarillo, mientras que los periféricos se identificaban con rojo y amarillo. Los vehículos totalmente amarillos correspondían a las unidades convencionales, que podían recoger pasajeros en la vía pública. Las franjas negras, por su parte, eran distintivas para los ejecutivos, que ofrecen un servicio puerta a puerta.
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¿Cómo funcionará la nueva normativa?
Los taxis rojos prestaban un servicio convencional periférico, funcionando de manera similar a un bus, cubriendo rutas preestablecidas. Finalmente, los verdes, destinados a las zonas rurales, solo operaban dentro de las parroquias de Quito.
Con la nueva normativa, esta clasificación se simplifica y los taxis ahora se dividen en dos tipos: convencionales y ejecutivos. Aunque esta medida ha sido recibida con entusiasmo por parte del gremio, algunos expertos en movilidad advierten que la decisión podría tener repercusiones negativas en el tránsito.
El alcalde de Quito, Pabel Muñoz, justificó su apoyo a la medida citando tres razones principales: primero, permitir que los taxis de las zonas rurales accedan al perímetro urbano, evitando las sanciones previas cuando circulaban en áreas urbanas; segundo, continuar con el proceso de depuración de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT), lo que, según él, terminará con las extorsiones y la corrupción relacionadas con los ‘arreglos’ informales; y tercero, promover el uso del taxi regularizado, que se beneficiará de la entrega de más de 32.000 habilitaciones para taxis y autobuses escolares.
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El edil Andrés Campaña expresó su preocupación ante el hecho de que el plan maestro de Movilidad revela que el 54% de los taxis circulan vacíos. Esto implica que de los 26.000 taxis que operan en Quito, existe una "sobresaturación" en el servicio. En este contexto, subrayó la necesidad de implementar medidas que eviten dicha sobreoferta, reduciendo así la contaminación y garantizando mayores ingresos para quienes desempeñan esta actividad. "Es inaceptable que a las afueras del aeropuerto Mariscal Sucre haya riñas callejeras entre el taxismo formal y quienes operan las plataformas digitales, va en contra del turismo", señaló.
Paulina Barreiro
Darwin Landeta, representante de los taxistas rurales, expresó su satisfacción por la nueva legislación, tras ser recibido por la Comisión General del Concejo. “Esta normativa beneficia a todo el gremio de los taxistas y va acorde a la normativa nacional”, manifestó el dirigente, quien recordó que desde 2018 habían estado esperando este cambio.
Uno de los principales problemas que enfrentaban los taxistas, especialmente aquellos que operan en el aeropuerto Mariscal Sucre, era la restricción de circulación.
Las unidades verdes y amarillas que salían de la terminal con pasajeros y se dirigían a otra provincia, no podían transitar por las restricciones de la normativa, lo que derivaba en detenciones y multas. Esto dificultaba también la atención a los turistas que llegaban a la ciudad.
Ángel Vega, concejal proponente de la iniciativa, señaló el caso del Aeropuerto Mariscal Sucre, donde las restricciones geográficas dificultaban la operación de los taxis. Explica que la AMT, en coordinación con otras entidades, en un plazo de 30 días emitirá un instructivo que detallará los requisitos que deben cumplir las operadoras y los beneficiarios de la habilitación operativa. A partir de ese documento, se actualizarán los permisos de operación y dentro de 365 días se llevará a cabo la ejecución de las disposiciones de la nueva ordenanza.
La edil Analía Ledesma destacó que la eliminación de las fronteras entre el taxismo rural y urbano será fundamental para la reactivación económica, especialmente en el sector del transporte.
Analía Ledesma
No obstante, Ledesma aclaró que esto no implica que los taxistas puedan cambiar de zona o localidad sin restricciones. Los taxis deberán continuar operando dentro de sus estaciones, como siempre, y si un pasajero solicita un servicio hacia Quito, el taxi deberá regresar a su estación después de la entrega, sin generar caos en el sistema.
A pesar de las ventajas que la nueva normativa ofrece al gremio, los especialistas en movilidad han manifestado preocupaciones sobre sus efectos a largo plazo.
César Arias, consultor en transporte, advierte que la libre circulación de los taxis podría provocar la aglomeración de vehículos en áreas específicas de la ciudad, lo que aumentaría el riesgo de congestión vehicular. También teme que al permitir que las unidades rurales ingresen a las zonas urbanas, queden desabastecidas otras áreas que anteriormente estaban cubiertas por los vehículos de la capital.
Víctor Yaulema, experto en movilidad, opina que el aumento de taxis podría ir en contra de las políticas públicas que priorizan el uso del transporte público. Según el especialista, la libre circulación de las unidades de las parroquias rurales hacia el centro de la ciudad restaría pasajeros al transporte público y generaría una mayor concentración de taxis en las zonas urbanas. Esto, a su vez, dificultará aún más la movilidad en la capital, ya saturada de vehículos.
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