Conocoto: 44.500 afectados por racionamientos de agua
Los cortes por horas se extenderán hasta agosto. Epmaps trabaja en una solución que estará lista en el 2027
“¡Ya no más cortes!” es el clamor generalizado. Los racionamientos de agua en Conocoto se han convertido en una pesadilla para los vecinos del suroriente de Quito.
En barrios como San José de la Salle, el Chamizal, la Macarena Alta y Dean Bajo, la lucha por el agua potable se ha convertido en una rutina. Cansados de los cortes intermitentes y la baja presión, los residentes han optado por implementar soluciones paliativas que, si bien les brindan un alivio temporal, no son la respuesta definitiva a un problema que aqueja a la parroquia desde hace años.
Un recorrido por estos sectores evidencia la presencia de tanques de reserva y cisternas en los patios y azoteas de las viviendas. Estos improvisados reservorios se han convertido en aliados indispensables para enfrentar la escasez. Mónica Jaramillo, moradora de San José de la Salle, lo resume así: “Los tanques nos dan tres días de tranquilidad cuando no hay agua o la presión es baja. Los usamos para cocinar, lavar y bañarnos”.
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Leer másLa falta de un servicio básico como este ha generado molestia e indignación, especialmente porque es un problema que persiste. Las autoridades atribuyen la situación a las “condiciones climáticas extremas”, pero los residentes exigen soluciones integrales y duraderas.
En un comunicado publicado en la red social X, la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps) informó el cronograma de abastecimiento de agua en tres horarios durante junio: de 06:00 a 21:00, de 03:00 a 15:00 y de 10:00 a 14:00.
Ante este nuevo racionamiento, los moradores cuestionan la gestión de la Epmaps, ya que desde abril de este año los cortes se han dado “por daños en la válvula de altitud en el tanque Santa Mónica” o “por alto consumo de la parroquia”, según los comunicados oficiales.
En el conjunto Jardines del Chamizal, la escasez de agua no es una amenaza tan inminente como en otros sectores de Quito. La clave de su relativa tranquilidad reside en una cisterna con capacidad para abastecer a las 90 casas durante cinco días. Tatiana Salán, administradora del conjunto, describe la estructura como un “tesoro”. “Con ella, los cortes de agua, que en nuestro sector se extienden desde las 15:00 hasta las 17:00, no son tan graves”, afirma.
Salán explica que se destina un rubro específico en el presupuesto del conjunto. Los mantenimientos, que bordean los 1.000 dólares, son asumidos por todos los vecinos, quienes comprenden que la cisterna es su salvavidas ante la falta de agua.
Con sus 156 barrios, Conocoto se alza como la segunda parroquia más extensa del Distrito Metropolitano de Quito. Sin embargo, su tamaño no se traduce en un acceso equitativo a un recurso vital: el agua. Más de 40 sectores de este valle se ven afectados por recurrentes cortes de agua, una realidad que golpea con mayor fuerza a las zonas más vulnerables.
En la Macarena Alta, las familias se ven obligadas a recurrir a métodos rudimentarios, como el almacenamiento de agua en baldes para cubrir sus necesidades básicas, tanto para el consumo humano como para el de sus animales.
Alexandra Caiza
Esta situación se intensifica durante la época seca. Cecilia Quinaucho lleva veinte años soportando la agonía de la escasez de agua en el sector donde vive. En su casa, donde habitan dos familias (trece personas), el flujo de agua es tan exiguo que deben turnarse para realizar las tareas más básicas: lavar la ropa, bañarse e incluso cocinar. La mujer cuenta su frustración al no tener soluciones: “Hemos hecho solicitudes, nos hemos acercado a las oficinas, pero no nos dan oídos”.
María Villavicencio, subgerente de Agua Potable de la Epmaps, asegura que el crecimiento poblacional acelerado en Conocoto y las condiciones climáticas de la época seca ocasionan estos cortes de agua. Dice que el cronograma de abastecimiento se coordina con los líderes barriales, dividiendo la parroquia en tres zonas para priorizar el suministro a las zonas altas más afectadas.
La Epmaps tiene previsto que la construcción de la planta de agua en Calderón (2027) permita abastecer de forma permanente a Conocoto y solucione definitivamente los problemas de escasez. También han instalado tanques de reserva en los planteles o en zonas designadas por la Junta Parroquial.
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