Cortes de agua en Quito: Gobierno dice que el racionamiento fue “desproporcional”

“La medida de racionamiento de agua adoptada por el Gobierno Autónomo Descentralizado del Distrito Metropolitano de Quito es desproporcional, toda vez que el racionamiento del servicio, en lugar de ser una medida preventiva, vulnera el derecho al agua de los habitantes”, así lo señala una de las conclusiones del informe técnico No. 082-DAPS-SAPSRD-2024 del Ministerio de Ambiente.

El documento fue realizado por el Gobierno, tras los cortes preventivos anunciados por el alcalde Pabel Muñoz el pasado 12 de noviembre en 95 barrios abastecidos por la planta Puengasí, alimentada por el río Pita, que no cuenta con un embalse y depende exclusivamente de las lluvias.

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Un día después, el Ministerio de Ambiente, en su calidad de Autoridad Única del Agua, anunció que realizaría una inspección a los embalses de agua cruda para verificar el descenso de los niveles de agua y “evaluar la veracidad de las proyecciones de racionamientos presentadas”. De acuerdo con el informe, en la visita que se hizo el 26 de noviembre a la captación del río Pita, principal fuente de aprovisionamiento de agua cruda para la planta Puengasí, se observó que estaba operativa, asegurándose el ingreso del líquido hacia la conducción.

El personal operativo de la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps) indicó a la Cartera de Estado que existe una reducción del caudal de ingreso debido a la falta de lluvias en el páramo, lo que ha generado un menor volumen de acuerdo al histórico registrado. El documento muestra que la tendencia en la disminución del caudal se evidenció desde mayo de este año, situación que ya se dio en 2023 y que “refleja la criticidad en este sistema y la necesidad de planificar acciones tendientes al aseguramiento del agua cruda”.

Además, al no contar con un embalse de regulación de caudales, es el sistema más crítico para la prestación del servicio, por lo que se instó a la Epmaps a que presente el plan de acción para el aseguramiento del servicio en el área de cobertura de la planta Puengasí.

Una de las conclusiones sobre este sistema señala que la entidad municipal no remitió información de los históricos del comportamiento del tanque de la planta y de los tanques de distribución, sin embargo, la tendencia indica que hay una reducción del caudal desde 2022, motivo por el cual se debió “ejecutar medidas preventivas para la conservación de los embalses y la continuidad y regularidad en el servicio público de agua potable, no posteriormente”.

Por ello, el documento establece que la decisión del racionamiento de agua adoptada por el Municipio “es desproporcional” y, en lugar de ser una medida preventiva, vulnera el derecho que tienen las personas al líquido vital.

En un reciente conversatorio con medios, la gerente de la entidad, Verónica Sánchez, defendió los cortes y señaló que la medida se adopta cuando no existe suficiente caudal.

En el caso del sistema Pita-Puengasí, normalmente es de 2.210 litros por segundo, pero se redujo a 1.560, es decir, una disminución de 650 litros por segundo. “Con menos caudal tenemos que tratar y distribuir menos agua. Bajo esos elementos se recomendaron los racionamientos”, dijo.

Sobre la inspección de Ambiente, Sánchez indicó que se verificó que el nivel de los embalses, como el Salve Faccha, sí ha bajado, sin llegar a un estado crítico, pero con las lluvias hay una mejoría. En el caso del río Pita, con las precipitaciones, subió el caudal y por ello se suspendieron los cortes de agua.

Respecto al informe del Ministerio, la funcionaria indicó la semana pasada que están a la espera del mismo y bajo qué términos tomarán las acciones, esto respecto a las declaraciones de Inés Manzano, ministra de Ambiente.

¿Agua para un año?

“¿Quién dice que no hay el agua suficiente? El Ministerio del Ambiente fue a hacer las inspecciones y están todos los reservorios repletos de agua, ahora repletos por la lluvia, estaban como para dar agua durante un año”, aseguró durante un evento.

EXPRESO preguntó a la Epmaps si habrá un pronunciamiento sobre el documento, pero hasta el cierre de esta nota no hubo una respuesta.

El concejal Michael Aulestia, quien solicitó información técnica a la institución tras los racionamientos, pedido al que se unieron otros ediles, señala que el anuncio causó “alarma y zozobra en la ciudadanía”. Menciona que los informes de Ambiente reflejan que en la planta Puengasí sí existe una reducción, pero la situación no es nueva y por eso la entidad “debía entregar un plan de acción porque ya había una tendencia de disminución en los caudales del río Pita”, sostiene.

La Epmaps ya entregó lo requerido por los ediles y ahora, indica Aulestia, están cotejando y analizando la información de los dos documentos técnicos y posteriormente habrá una respuesta.

Medidas preventivas

A la concejal Analía Ledesma le parece preocupante la discrepancia entre Ambiente y el Municipio y, si bien se evidencia una baja del caudal en el Pita, “no es una justificación para vulnerar el derecho al agua de la ciudadanía. Por otro lado, si se habla de medidas preventivas, se pregunta si la Secretaría de Ambiente está generando políticas públicas para prevenir los efectos del cambio climático y si se están atendiendo oportunamente alrededor de 60 fugas de agua diarias para evitar el desperdicio del líquido”.

Para Diana Ulloa, coordinadora de Red Agua Ecuador, en cambio, la medida de suspensión del servicio fue adecuada para equilibrar el sistema y también recalca que la ciudad es una de las pocas en la región que desde hace años cuenta con el Fondo para la Protección del Agua (Fonag) para el cuidado de las fuentes hídricas.

¿Qué otras medidas se pueden tomar para evitar racionamientos? Ulloa indica que frente al cambio climático y sequías prolongadas, las decisiones que se han adoptado, como cortes preventivos y campañas para reducir el consumo, son necesarias en el corto plazo, sin embargo, es indispensable tomar otras acciones como la construcción de más embalses, aunque el impacto ambiental es grande y se requiere de varios años para levantarlos. 

También destaca la importancia de racionalizar el consumo en la capital, que sobrepasa los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

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