Los cortes de energía cambian la dinámica de la movilidad en Quito

Los apagones a escala nacional modificaron la dinámica en varios aspectos. Ivonne Espinoza, que cuatro días a la semana hacía teletrabajo, ahora no puede porque en su casa, dependiendo de la semana, los cortes de luz van desde las 08:00 hasta las 13:00. Hay otros días que el servicio se va en la tarde, de 15:00 a 20:00.

Estos horarios la obligan a ir todos los días a la oficina, ubicada en la avenida De Los Shyris, en el norte de la ciudad. Antes de la suspensión del servicio, al trabajo iba los martes o jueves. Salía de su casa, en el sector de La Ofelia, con 45 minutos de anticipación, ahora lo hace con una hora con diez minutos.

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“En la mañana, si vas por la Prensa, antes de llegar a la Y, tranquilamente puedes pasar media hora, en un tramo que antes te hacías diez minutos”, dice.

La mañana del miércoles, a Nathali Erazo también le tomó una hora llegar a la 6 de Diciembre y Granados desde su domicilio, en La Floresta, un tramo que generalmente demora entre 15 y 20 minutos. “Si antes había congestión, sin semáforos es más complicado todavía. Lamentablemente tampoco vi un agente en la zona”, comenta.

Lugares críticos afectados por los cortes de luz 

Solo ese día, hasta las 08:00, más de 255 intersecciones semaforizadas estaban apagadas en distintos puntos del norte y sur de la ciudad. Usuarios en redes sociales compartieron imágenes donde se veía largas filas de vehículos en sectores como la avenida Mariscal Sucre y en El Condado, en el norte.

Sin embargo, ese número no fue el más alto. Desde el inicio de los apagones, la semana del 24 de septiembre, con más de 10 horas de cortes, alrededor de 800 semáforos estuvieron apagados en una misma franja. Washington Martínez, director de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT), estimó que por lo menos el 90 % de los dispositivos no funcionaba.

1.240 agentes de la AMT gestionan el tránsito 

Para gestionar la movilidad, la entidad municipal despliega a todo su personal operativo: 500 agentes en la mañana, 505 en la tarde y 235 en dos jornadas, en total son 1.240 uniformados. En horas críticas, por ejemplo, se pueden requerir de hasta 400 agentes en toda la ciudad; se ubican dos o tres en cada intersección, dependiendo de la carga vehicular.

“La congestión es parte de la crisis energética que vivimos. Hay una disminución de la velocidad”, sostiene Martínez.

Las lluvias y la ejecución de obras también complican el tránsito. La mañana del miércoles, en la av. De Los Shyris y la Diego de Almagro se registró más congestión de la habitual debido a los trabajos en un tramo de la Plaza Argentina. Allí hay un cierre vial por la repavimentación del carril exclusivo de la Ecovía, lo que obliga a los conductores a ir por una de esas dos vías.

Manejar por la av. De Los Shyris hacia la Eloy Alfaro, en la mañana, a Yanco Bastidas, conductor de una aplicación de pasajeros, le tomó 19 minutos, que generalmente se hace cinco minutos. Comenta que desde los apagones demora entre 15 y 20 minutos más en sus rutas en sectores del norte como la Río Coca o la 6 de Diciembre y Granados, y también en Quitumbe, en el sur.

Y no solo eso, también gasta un poco más de combustible. “Antes ocupaba un galón diario, ahora es uno y medio o uno y un cuarto”, asegura.

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En cuanto a los siniestros de tránsito, Martínez menciona que no se ha registrado ninguno en horas con los semáforos apagados. Señala que si bien los agentes se ubican en puntos conflictivos, también es un trabajo de los conductores y, por ejemplo, si llega a una intersección debe bajar la velocidad. “Muchos sí han tomado conciencia y van más despacio, lo que también genera tráfico”, dice.

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