En Quito crece el interés por la astronomía y la observación

“Todos tenemos algo de astrónomos, todos miramos al cielo, vemos las estrellas y ahí nace la curiosidad por saber qué hay en ese espacio que en la noche es oscuro”, dice Juan Carlos Andrade, que gran parte de su vida se ha dedicado a la fotografía de anfibios y reptiles, sin embargo, desde la pandemia del COVID-19 tuvo un acercamiento con el firmamento.

Justamente de la observación nace el gusto por esta ciencia y en época de verano el cielo despejado de Quito es uno de los privilegiados para ver la Luna, los planetas y otros fenómenos astronómicos.

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“No todo fue malo en pandemia”, dice Andrade, al recordar su ingreso al grupo AstroCiencias Ecuador, en donde ha compartido imágenes del espacio e incluso una de ellas fue publicada en el calendario astronómico de este año.

Desde 2020, satisfactoriamente ha visto cómo el interés por la astronomía ha crecido. Las herramientas digitales sin duda fueron, y todavía lo son, fundamentales. Las distancias ya no importaban y grandes mujeres y hombres de ciencia compartían con cientos de aficionados que se unían a las charlas sobre el cosmos, las estrellas, cuerpos celestes, agujeros negros, constelaciones.

Eso es lo que resalta Andrade, que la ciencia, que quizás para muchas personas se trate de un tema complejo, sea abordada en un lenguaje más cercano.

Crecen las comunidades

Una iniciativa que nació en 2012 fue AstroCiencias, que surgió con la idea de divulgar ciencia. Al inicio estaba integrada por un pequeño grupo de profesionales con pasión por la astronomía. Con el paso del tiempo más personas se unieron. 

Con la llegada de la pandemia y la virtualidad el crecimiento fue más evidente. En la actualidad está integrada por 150 profesionales en diversas áreas y también aficionados que cada día conocen más sobre el cosmos.

En redes sociales son muy activos. Allí difunden sus actividades, gran parte de ellas son virtuales, incluso las observaciones. Este mes, por ejemplo, celebran la semana de la astronomía con distintas charlas dictadas por científicos del país e internacionales. También cuenta con una revista digital de divulgación científica.

En 2020, Juan Carlos junto con ocho amigos con el mismo gusto por la astronomía crearon Orión. En un grupo de WhatsApp, en el que están 163 personas, la mayoría quiteños, comparten información, fotografías, anécdotas y lugares en donde se pueden hacer observaciones. La mayor parte de encuentros son virtuales y dos veces al año salen a ‘territorio’ al encuentro de estrellas, planetas...

Las observaciones atrapan a quiteños

Una de las actividades que más cautiva a los quiteños es la observación astronómica. En temporada de vacaciones, en junio, julio y agosto, el Observatorio Astronómico de la Escuela Politécnica Nacional realiza estas jornadas. 

En 2023 asistió un promedio de 1.200 personas asistieron en los tres meses. Este año, en un mes y medio, la cifra superó los 700. Nathaly Sarzosa fue el último miércoles junto con sus hijos, de 10 y 8 años, al Observatorio. “Les gusta mucho las estrellas, los planetas, el sistema solar”, comenta. Es la primera vez que asistieron y ver la Luna con tanto detalle la cautivó, así que sin duda dice que volverá.

Los cursos vacacionales para los más pequeños son otra forma de despertar el interés por la ciencia. No solo abordan la astronomía, también la robótica y física de una manera lúdica.

Escuela de Astronomía

La Escuela de Astronomía es otra forma en la que cientos de personas se acercan a esta ciencia. La primera se abrió en 2014 con 20 participantes. Sin embargo, cada año el número aumentó y la posibilidad de recibir clases virtuales despertó más interés. En 2023 estuvieron 150 estudiantes de manera presencial y 200 se conectaron a distancia, incluso hubo participantes de otros países como Chile, Argentina y también de China y Rusia.

William Carvajal, analista del Observatorio, ha sido testigo de cómo más personas se involucran y con satisfacción cuenta que muchas de las personas que participaron en la Escuela decidieron seguir una carrera formal y especializarse en la materia.

Debido a los pedidos de que dure más tiempo la Escuela, próximamente abrirán un diplomado y más adelante una maestría.

Alexandra Correa asistirá por cuarta vez al encuentro que se inicia la última semana de julio. Recuerda que su gusto por los astros lo tiene desde pequeña y ahora muchas de sus dudas sobre el espacio las ha despejado. 

Destaca la enseñanza de los científicos que dictan las charlas, que a la vez son técnicas, pero también ‘entendibles’ para quienes empiezan en el mundo de la astronomía.

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