Crecimiento sin control agrava la crisis del agua en Quito
Expertos aseguran que la planificación de servicios no va acorde al incremento poblacional Ediles están fiscalizando
En 2022, el Distrito Metropolitano de Quito (DMQ) alcanzó una población de 2,8 millones de habitantes, con un crecimiento del 1,6 % respecto a 2021, según proyecciones del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). Este aumento demográfico, aunque previsible, ha desbordado la capacidad de planificación municipal en varios sectores de la ciudad, generando desafíos significativos, especialmente en el acceso y la gestión del agua potable.
Actualmente, Quito enfrenta un período de racionamientos de agua como consecuencia de la prolongada sequía que afecta a todo el país. Sin embargo, esta medida ha desatado un debate público sobre su necesidad, en un contexto donde el consumo per cápita oscila entre 146 y 200 litros diarios, significativamente por encima de los 100 litros recomendados por organismos internacionales.
¿Qué dicen los expertos ante los racionamientos?
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Leer másCristian Villamarín, investigador ambiental de la Universidad de las Américas (UDLA), advirtió que el crecimiento urbano acelerado y no planificado en zonas periféricas de Quito ha exacerbado los problemas de acceso al agua. “En varias áreas de la ciudad no se cuenta con un suministro adecuado debido a la falta de planificación para el crecimiento poblacional”, explicó.
Estudios realizados por el académico Danilo Gortaire hace más de una década ya señalaban que el aumento de habitantes presionaría los recursos hídricos y la infraestructura de la capital. Sin embargo, las medidas adoptadas no han sido suficientes para mitigar los efectos.
Uno de los problemas principales radica en el desorden en el uso del suelo y la falta de regulación. Asentamientos irregulares, que se desarrollan al margen de los planos municipales, complican la provisión de servicios básicos como el agua potable. Villamarín enfatizó en la necesidad de un ordenamiento territorial más efectivo que contemple tanto el crecimiento urbano como la preservación de áreas de recarga hídrica.
¿infraestructura?
La sequía actual ha intensificado la crisis hídrica en Quito. Este fenómeno cíclico ha reducido las reservas de agua en los principales embalses y ha afectado los pajonales de la zona andina, que actúan como esponjas naturales para absorber y liberar agua hacia los ríos. Según el investigador Gortaire, él en un estudio que hizo en 2016 estableció que el sistema Papallacta-Bellavista, que abastece a gran parte de la ciudad, ya opera cerca de su capacidad máxima, con un promedio anual de suministro de 2,4 m³/s. De no ejecutarse nuevos proyectos de captación y potabilización, en pocos años la infraestructura actual podría no satisfacer la demanda creciente. Para Gortaire, es necesario realizar pronósticos del consumo del agua periódicamente, pues la capacidad de los futuros proyectos debe seleccionarse considerando las demandas reales y otras condiciones.
Pabel Muñoz, alcalde de Quito, reconoció en una entrevista reciente que las reservas de agua han disminuido significativamente en comparación con el año anterior. En un escenario extremo, señaló que se podría recurrir al despacho de agua mediante tanqueros para garantizar el suministro en los sectores más afectados.
Cristian Villamarín
El racionamiento de agua ha generado una amplia controversia. Mientras las autoridades lo defienden como una medida preventiva, algunos expertos opinan que responde más a preocupaciones por la situación del sector energético que a una verdadera escasez de agua potable. Villamarín subrayó que, aunque es fundamental prevenir una crisis mayor, es igualmente necesario explorar alternativas para optimizar el uso del agua. Entre estas, resaltó la importancia de establecer áreas de protección hídrica y fomentar la conciencia ciudadana sobre el ahorro de este recurso.
Por otro lado, varios concejales han cuestionado las decisiones del alcalde Muñoz. Nueve ediles han iniciado un proceso de fiscalización para evaluar las medidas adoptadas, como los racionamientos, y para conocer el estado actual de los embalses.
Concejales están fiscalizando estas medidas adoptadas de racionamiento de agua
Wilson Merino
El edil Wilson Merino explicó que esta acción responde a las numerosas denuncias de moradores afectados por los cortes de agua. Asimismo, solicitó información sobre la infraestructura hídrica, señalando que las frecuentes fugas evidencian una falta de mantenimiento y de transparencia en la toma de decisiones. Merino afirmó: “La ciudad ha crecido sin un control adecuado, lo cual es responsabilidad del Municipio, tanto en términos de expansión como en el uso del agua”.
Por su parte, el concejal Andrés Campaña señaló que en los últimos 20 años no se han tomado medidas efectivas para garantizar el abastecimiento del líquido vital. Coincidió en que el incremento del consumo requiere mayor responsabilidad ciudadana y propuso fortalecer la eficiencia de la empresa metropolitana de agua.
Campaña advirtió que actualmente se pierde aproximadamente el 29 % del agua debido a fugas, un problema que ha recibido poca atención. Según sus cálculos, de los 8.000 litros de agua consumidos por segundo en Quito, una proporción significativa se desperdicia por las fugas.
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