El crecimiento inmobiliario y la farra avanzan hacia Lumbisí
El auge poblacional en Cumbayá ha impulsado nuevas zonas de expansión
Solo basta tipear en Google ‘Cumbayá Lumbisí’ para que una interminable lista de ofertas de bienes raíces aparezca de inmediato: “Casa de tres dormitorios, con dos garajes, estudio y piscina”, “amplia y lujosa casa con piscina y cancha de pádel al interior de un conjunto”, “casa de dos plantas, espaciosa, con amplio jardín en un conjunto de doce viviendas”, señalan algunos de estos avisos.
Y es que este sector de la parroquia de Cumbayá, que colinda con la ancestral comuna de Lumbisí, es hacia donde avanza el auge poblacional de la capital.
“Se empezaron a asentar conjuntos cerrados aquí desde 2014”, señala Yamila Downs, directora de la empresa inmobiliaria Property Solutions. “Al principio, el crecimiento fue lento, porque el auge estaba más bien hacia el centro de Cumbayá. Pero ahora, quienes buscan viviendas familiares, seguras, amplias y alejadas del ruido y del tráfico están optando por esta zona”, explica.
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El grupo Perkins Eastman desarrolla en el sector el proyecto inmobiliario San Patricio Smart Living.
La compañía señala que el objetivo inicial de este era “ofrecer una solución a la falta de planificación urbana en la parroquia de Cumbayá, cuyos problemas graves de congestión vehicular y escasez total de servicios y equipamientos públicos puedan solventarse y así soporten las necesidades de la población de una manera sostenible... Nuestra filosofía es vida al aire libre, diversidad de espacios verdes y servicios personalizados que brindan un nuevo significado al arte de habitar”.
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Leer másLo que en esta zona sin duda sobra son los espacios al aire libre, incluso en su oferta de entretenimiento.
En 2012, un grupo de empresarios se unió para fundar El Potrero. Es un enorme complejo al aire libre donde confluyen actividades deportivas, artísticas y de ocio, entre ellas canchas de padel, un gran muro de escalada y un espacio de mini golf.
En los últimos doce años desde su apertura, el proyecto ha continuado creciendo, para incluir nuevos establecimientos y propuestas de bienestar, así como una nutrida oferta gastronómica.
A diario, y sobre todo por las tardes y noches, la localidad se llena de comensales que acuden a disfrutar del tiempo libre.
“Mientras un miércoles a las 20:00 en Quito ya todo está cerrando, acá todo está encendido y la gente recién está llegando a merendar o a tomarse una cerveza”, comenta Esteban Franco, asiduo cliente de Santana Brewing, un establecimiento del sitio.
Para este, la propuesta del lugar logra combinar un buen ambiente con un cómodo acceso para los usuarios.
“Podría ir al parque de Cumbayá. No estamos lejos, pero el problema es que, aunque todo está abierto, no hay dónde parquear, y se forma un tráfico terrible, sobre todo los jueves y los viernes”, dice.
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El crecimiento en este sector del valle, señala, es de gran beneficio para los residentes no solo de la zona, sino del centro de Cumbayá. “Es bueno que se descentralice la farra”, menciona risueño.
Por la calle Alfonso Lamiña, que une este polo de desarrollo con la comuna de Lumbisí, el desarrollo económico también se ha empezado a sentir.
Tiendas, minimarkets, farmacias, spas e incluso pizzerías han empezado a abrir sus puertas para atender a la demanda que surge de las ciudadelas, especialmente las de pedido a domicilio.
Osvaldo Chilán, dirigente, indica que en los últimos años, el crecimiento ha sido continuo, así como las ofertas laborales para los moradores en las urbanizaciones que los rodean.
Indica que, con la cercanía de los conjuntos, son muchos quienes optan por hacer compras o usar servicios en Lumbisí antes que manejar hacia el centro de Cumbayá. Sin embargo, también hay aprehensión.
Y es que mientras los moradores ven con buenos ojos las posibilidades de inversión económica en la localidad y el crecimiento de sus negocios, temen que el auge pueda afectar sus tierras (ver subnota) o significar la pérdida de su cultura.
Lumbisí es la última comuna de la parroquia, tiene una extensa historia que data de 1535, y consta incluso con la Cédula Real que la reconoce como tal.
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Leer másPara Juan Bonilla, máster en Desarrollo Comunitario, este temor no es infundado.
El experto se centró en la comuna para un estudio de la Universidad Andina Simón Bolívar y halló que frente a su cercanía a Quito y Cumbayá existe “un deterioro en las costumbres, tradiciones e incluso el idioma ancestral de los habitantes”.
Señala que por la proximidad a lo urbano, este cambio es inevitable y considera que solo continuará mientras el crecimiento de la zona avanza. Agrega que el cambio se vislumbra en los oficios. “Hoy en día, los residentes de la comuna tienen a los servicios profesionales como su actividad económica principal, contrario a lo sucedido en el pasado, cuando la agricultura y la ganadería concentraban la mayor parte de la economía comunal”.
“Aquí no se venden terrenos”
Una de las quejas de los comuneros es que continuamente deben aclararle a los inversores inmobiliarios que en Lumbisí no se venden terrenos.
“Según la ley, nuestra comuna es inalienable e indivisible. Los terrenos no se pueden vender”, explica José Quishpe, vecino de la zona.
Quienes residen en la comuna reciben un certificado de derecho de usufructo del terreno, no escrituras individuales.
Pese a ello, Quishpe comenta que la convivencia con los proyectos inmobiliarios no siempre ha sido pacífica. “En 2016, una urbanización quiso reubicar a los compañeros de la calle Felipe Grimaldi para poder construir ahí”, dice.
Y si bien señalan estar atentos a estos temas, lo que esperan es que el auge permita que ahí se hagan mejoras como los arreglos de las vías.
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