Quito

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Antiguos. Existen edificios de hace años, algunos remodelados y también construcciones más modernas. Los rótulos de venta o arriendo están en muchos de los departamentos.Henry Lapo

La crisis social es una amenaza para los barrios de alta plusvalía

La valoración en zonas ‘top’ de la urbe cae en hasta $ 100 mil. Temas como la inseguridad, tráfico y desorden empuja a residentes hacia la periferia

El decrecimiento de la plusvalía en zonas exclusivas, privilegiadas y residenciales como la González Suárez, República de El Salvador, La Carolina, Eloy Alfaro y Quito Tenis, al norte de la urbe, es uno de los daños colaterales que ocasiona la inseguridad, congestión vehicular, contaminación y desorden en el espacio público.

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Esto, según versión de los antiguos residentes que todavía quedan en estos sectores. Juana Estévez vive en la González Suárez desde hace 14 años y recuerda a este sector de la capital como uno de los más ‘top’, reconocido por el alto poder adquisitivo de sus habitantes, la exclusividad de sus edificios y restaurantes, pero ante todo por la tranquilidad que había en sus calles.

Recuerda que hace 15 días unos antisociales forcejearon con una mujer, a quien intentaron atracar en el interior de una cafetería conocida. La apuntaron con un arma de fuego, asegura Estévez. “Pero a la par asaltaron la pizzería, donde murió uno de los delincuentes. Esto pienso que sí ha mermado el valor de nuestros departamentos. Hay algunos que ya están vendiendo para migrar a otros sectores, pero la mayoría de gente que reside es de la tercera edad, entonces son más aferrados a la tradición”.

CostosEn 2020, un portal de servicios inmobiliarios revelaba que en La Carolina el metro cuadrado costaba entre 1.114 y 1.647 dólares  

En la República de El Salvador, Carolina y Eloy Alfaro el panorama inseguro se repite, pero a esto se suma como puntos negativos la presencia de excesivo tráfico, contaminación ambiental y el comercio informal que abarrota las aceras y calles.

Desde el comité barrial de la primera zona se menciona que la idea original de residencias está a punto de quedar sepultada. Los escándalos nocturnos por los desmanes sobre avenidas concurridas como la Shyris o la proliferación de negocios, vendedores de calle, indigentes, limosneros y la falta de orden por parte de las autoridades municipales, pone en riesgo su permanencia, principalmente porque se torna complicado descansar en paz, aseveran algunos.

Juan Francisco Vargas, director comercial de una organización internacional de bienes raíces, con sede en Quito, revela que en los sitios mencionados el valor de las propiedades ha disminuido considerablemente, al menos desde hace cuatro años; pero no en todos, las causas para el éxodo son la inseguridad.

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En sitios como la González Suárez lo que ha ocasionado que hayan departamentos en venta o arriendo por largo tiempo es el elevado valor que se cobra por la alícuota del edificio; es decir, cerca de 350 dólares al mes, dejando de ser apetecido y afectando su comercialización.

Según el experto en bienes, en este sitio están a la venta o renta al menos el 30 % de los inmuebles. “La gente es muy tradicional y se resiste a salir como en otros lugares”, dice Vargas.

Algo parecido sucede en la Quito Tenis, donde el valor mensual para mantenimiento está entre 250 y 300 dólares. Aquí el déficit sobre los costos de las propiedades ha sufrido una caída de entre el 20 y 25 % sobre el costo real de los departamentos.

“Aquí hay propiedades que se devaluaron entre 70 y 100 mil dólares del costo original. Existe sobredemanda de venta, así como en la República de El Salvador, Carolina, Eloy Alfaro, donde el devalúo cayó en un 15 y 20 %; es decir, acá los bienes cuestan unos 30 o 50 mil dólares menos y si hablamos de rentas también están a la baja”, acota el director comercial.

Para el experto, estos espacios dejaron de ser residenciales para convertirse en centros financieros, perdiendo la categoría de exclusividad. “Ya no son zonas apetecidas. La gente está migrando hacia los valles de Tumbaco, Cumbayá, Tanda, Nayón, buscando tranquilidad y seguridad”, finaliza.