La defensa del Hotel Quito ha sido una lucha ciudadana
Los vecinos del emblemático predio consiguieron, por vía judicial, que se actualizara la ficha patrimonial
Una lucha que comenzó en 2006, con el objetivo de que se creara un Plan de Ordenamiento Territorial para La Floresta y se actualizara el inventario de bienes patrimoniales en ese sector, se convirtió en un compromiso por proteger ese legado. Un grupo de moradores se unió por su afán de conservar el espíritu de un tradicional barrio quiteño que en mayo cumplió 107 años de vida.
Este acogedor rincón -ubicado en la zona oriental del centro-norte de la capital-, nació de una lotización de la hacienda de la familia Urrutia, cuya casa principal todavía se mantiene dentro de la Universidad Politécnica Nacional.
Lea también: Metro de Quito deja con menos pasajeros a los buses
Sin embargo, sus habitantes aprendieron con el tiempo a cuidar su entorno y a reconocer que el patrimonio no está solo en las casas coloniales del Centro Histórico ni en los vestigios arqueológicos de zonas como Rumipamba o Rumicucho. De allí su empeño en proteger el patrimonio moderno, del cual el Hotel Quito forma parte, tanto por la historia detrás de su construcción como por las características arquitectónicas que lo definen.
Hotel Quito tiene protección patrimonial, tras orden del Ministerio de Cultura
Leer másSi bien la Ordenanza 135 de La Floresta, aprobada en 2011, no se concentra solo en el hotel, ese proceso le dio a la gente del barrio conocimientos que sirvieron para la protección de esta edificación y su entorno.
Un predio con larga data hist´órica
Esta historia tiene varios hitos, dice Rocío Bastidas, líder de La Floresta y miembro del Cabildo Cívico de Quito. Se apasiona al hablar del tema, pues domina la historia del hotel, tras años de sumergirse entre miles de papeles y visitar oficinas municipales, judiciales, buscando soluciones.
No lo ha hecho sola, aunque claramente es la cabeza visible de este proceso, al punto de que la firma China Road and Bridge Corporation (CRBC), la dueña de Quito Lindo desde 2016 (empresa que administra el hotel y sus bienes) la denunció por difamación. La acción generó que la organización Front Line Defenders emitiera una alerta por hostigamiento en contra de la líder barrial.
Por estos días, Bastidas está feliz, pues el 3 de julio el Municipio finalmente cumplió con una disposición del Ministerio de Cultura y una sentencia judicial que lo obligaba a actualizar la ficha patrimonial del Hotel Quito e incluir en la protección los dos predios que lo conforman: el de la construcción principal y jardines, y el de parqueaderos y otros espacios.
Es un logro que tanto ella como su compañera de lucha, Ana María Viteri, celebran, porque les causa un gran alivio. De momento, el proyecto que CRBC bautizó como HQ Plaza y que estaba previsto construirse en dos fases, está detenido. La primera incluía cuatro edificios de seis pisos cada uno, que sumaban unos 132 departamentos y unas 500 plazas de estacionamiento. En la segunda, se aspiraba a levantar tres enormes torres de más de 20 pisos. Para los defensores del Hotel así se refundiría al edificio histórico entre moles de cemento.
Actualización de la ficha patrimonial
José Morales, secretario de Territorio, Hábitat y Vivienda del Municipio, afirma que la ficha patrimonial se actualizó recién porque antes el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural no había entregado la metodología para hacerlo y extender la protección sobre ambos predios. Según Bastidas, Viteri y otros miembros del Comité pro defensa del Hotel Quito, esta fue arbitrariamente modificada en 2014 y retiró la protección sobre los estacionamientos.
De acuerdo con Morales, hay confusión en la ciudadanía, pues CRBC no tenía un proyecto, sino dos. El de edificios de más de 20 pisos, de acuerdo con el Plan de Uso y Gestión de Suelo “nunca se pudo hacer”. Pero señala que la actualización de la ficha patrimonial no significa que a futuro no pueda haber cambios en la propiedad.
“No es intocable, pero pasará por varios filtros y normativa más estricta”, dijo el funcionario. Es decir, que además de los trámites de construcciones comunes, los dueños deberán pedir aprobación a la Comisión de Áreas Históricas del Concejo.
EXPRESO consultó a CRBC su posición sobre este tema, pero no obtuvo respuesta hasta el cierre de esta edición.
Viteri señala que la actividad barrial no es fácil, pero sí gratificante porque el caso del Hotel Quito muestra lo que puede lograr la unión ciudadana.
Hicieron tanta ‘bulla’ por el hotel que se sumaron profesionales en distintas áreas que solo han trabajado “por amor a la camiseta”. Esa, dice, ha sido la principal lección que les ha dejado esta lucha que no ha terminado todavía.
¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!