Tras los incendios, Quito enfrenta el peligro de deslizamientos por las lluvias
Expertos concuerdan en que el ecosistema se recupere de forma natural. Municipio toma acciones para prevenir
Jenny Llumiquinga, residente del barrio Bolaños, vive con el temor latente de que una nueva tragedia pueda ocurrir en su comunidad. El reciente incendio en su sector estuvo a punto de consumir las viviendas de 89 familias, dejando tras de sí un manto gris que cubre la vegetación y expone la fragilidad del entorno.
Con la llegada de la época lluviosa, su inquietud se intensifica, ya que su hogar, situado al borde de la avenida Interoceánica, corre el riesgo de deslizamientos. La devastación en la montaña frente a su casa deja a enormes rocas y troncos expuestos. La ciudadana menciona sobre la necesidad urgente de acciones preventivas.
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Un riesgo latente
Llumiquinga explica que la pérdida de árboles, que antes actuaban como protectores naturales, ha dejado la pendiente vulnerable. Sin estas raíces, el riesgo de deslizamientos no solo afecta su vivienda, sino que también pone en peligro la seguridad de la avenida Interoceánica y la Simón Bolívar. Haciendo un llamado a las autoridades, enfatiza la importancia de reforzar el talud en las áreas críticas.
La preocupación no se limita al barrio Bolaños. En el sector de Monjas, al suroriente de la ciudad, los habitantes también enfrentan un panorama alarmante. Los transeúntes que circulan por la avenida Simón Bolívar sentido sur- norte observan cómo los troncos y raíces de árboles consumidos por el fuego parecen flotar en el aire, creando un riesgo inminente de caída. Mariana Córdova, residente de la zona, señala que ya era vulnerable a deslizamientos y que la situación actual agrava aún más el peligro, especialmente con el tránsito constante de vehículos.
Cecilia Puertas, bióloga y docente investigadora de la Universidad Internacional del Ecuador, advierte sobre el impacto ambiental de los incendios en Quito. La destrucción de la cobertura vegetal compromete la estabilidad del suelo, ya que las raíces de los árboles forman una red esencial que previene movimientos del terreno.
Esta red se ha visto severamente afectada por el fuego, aumentando la preocupación de los especialistas sobre la posibilidad de deslizamientos en la próxima temporada de lluvias.
Acciones para proteger el talud
Patricia Carrillo, directora Metropolitana de Riesgos, informa que entre el 1 de julio y el 26 de septiembre se registraron 311 incendios forestales que afectaron 1.837 hectáreas. Además se detectaron 1.810 quema de desechos que destruyeron 164,13 hectáreas. Menciona que producto de esta emergencia un equipo de geólogos y geógrafos ha identificado diez zonas susceptibles que comprende la avenida Interoceánica cerca del Peaje Oswaldo Guayasamín, el sector de Bellavista Alta, Playa Baja, el talud grande del Parque Metropolitano, avenida Simón Bolívar y puente de Guápulo, Conquistadores y Cebollar.
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Leer másCarrillo destaca que la recuperación de estas áreas dependerá de las condiciones climáticas, ya que algunas especies de raíces profundas tardarán más en recuperarse.
Recientemente, se produjo un desprendimiento de roca en la Simón Bolívar, lo que llevó a un equipo municipal a realizar labores de limpieza en la zona. Cada entidad municipal está monitoreando las áreas que le corresponden, como por ejemplo la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas trabajando para reemplazar geomembranas en pendientes y evitar deslizamientos.
Por su parte, Juan Carlos Avilés, representante de la Alianza de Profesionales Ambientales del Ecuador, enfatiza la importancia de permitir que el terreno descanse, restringiendo el acceso a humanos y animales. Propone utilizar técnicas como las bombas de semilla para fomentar la regeneración de la vegetación una vez que el suelo esté preparado.
Sebastián Pillajo, jefe de la Unidad de Patrimonio Natural de la Secretaría de Ambiente, coincide en la gravedad de la situación y menciona que se están realizando valoraciones de las áreas afectadas. Con la esperanza de que las lluvias sean moderadas, Pillajo subraya la importancia de un análisis de riesgos para estructurar el suelo de manera adecuada y prevenir daños en las vías.
Para los especialistas, la comunidad quiteña enfrenta un desafío considerable, pero con la colaboración de las autoridades y la conciencia ciudadana, se pueden tomar medidas efectivas para proteger el entorno y garantizar la seguridad de sus habitantes.
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