Quito: Detenidos en allanamientos habrían recibido órdenes de un líder desde la cárcel

Una presunta organización criminal conformada por cinco miembros, entre ellos dos cabecillas y un supuesto sicario, fue desmantelada la madrugada del martes 30 de agosto, mediante un operativo coordinado por la Sidpro-BAC y el Grupo de Intervención y Recate (GIR). 

En la Lucha de los Pobres (sur de Quito), La Roldós y Calderón (norte) se realizaron los allanamientos. En el primer domicilio pernoctaba el presunto asesino, quien, según la Policía, sería el responsable de algunos crímenes cometidos en la capital así como en provincias aledañas. 

Según el general Alain Luna, director de investigación, el sujeto sería quien cometió el atentado contra el entonces director de tecnologías de información y comunicación de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT), registrado el pasado 2 de agosto en un sector de Quito. El vehículo en que se movilizaba el funcionario presentó tres orificios de bala, pero la víctima salió ilesa. 

Rolando Jácome, jefe de la Sidpro-BAC, comentó que el trabajo investigativo que han realizado para capturar a estos sospechosos duró cuatro meses. También aclaró que "el centro de operaciones de la banda estaba ubicado en La Roldós, norte de la ciudad. Desde ahí planificaban sus ataques y robos". 

En este sector se detuvo a alias La China y a alias El Gordo, una pareja que, según las autoridades, serían parte de los altos mandos dentro de la organización. 

Jácome reveló que ellos recibían órdenes de un líder que cumple una condena en la cárcel de Latacunga por asociación ilícita y tentativa de asesinato. 

Se presume que el privado de libertad se habría aliado a la banda conocida como Los Lobos durante los dos primeros meses de permanencia en la prisión, convirtiéndose, los ahora detenidos, en aliados de la misma. 

En Calderón, otros dos miembros fueron puestos a órdenes de las autoridades, quienes serían familiares de alias El Gordo. Se conoció que estos últimos se encargaban del robo de vehículos, domicilios y de entidades financieras. 

Como evidencias se incautó un revolver de fabricación nacional, cinco mil dólares, un vehículo, partes de carros, joyas y equipos electrónicos. 

Solo en este año, la Policía ha desarticulado 602 grupos delincuenciales a nivel nacional y decomisado 1.890 armas de fuego.