Quito: La emblemática ruta de El Chaquiñán, entre el olvido y la inseguridad
La inseguridad y el consumo de drogas se han tomado esta zona. No hay cámaras de videovigilancia ni controles. Hay un plan
A un costado de la ruta de El Chaquiñán, un cono con una hoja que dice ‘peligro’ es el único aviso para ciclistas y peatones sobre el mal estado del sendero. Con el paso de los años y el embate constante del clima, este histórico camino, que recorre las parroquias de Cumbayá y Tumbaco, se encuentra en un estado de deterioro alarmante.
María Lluccha, vecina del sector por más de 30 años, decidió colocar el cono después de presenciar un accidente que involucró a dos jóvenes ciclistas. Las ruedas de sus bicicletas derraparon en la piedrecilla suelta, causando su caída. Dice que, afortunadamente, solo sufrieron heridas leves, pero ella sabe que estos incidentes son frecuentes. “El camino está cada vez peor y los accidentes se repiten una y otra vez”, comenta con preocupación.
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Leer másEl deterioro no solo afecta a los ciclistas. Durante la temporada de lluvias, el sendero se transforma en un lodazal intransitable para los vehículos, siendo el único acceso para las viviendas aledañas.
En la época seca, la polvareda que se levanta se convierte en un enemigo silencioso para los vecinos. Joan Enríquez, otro residente de la zona, explica: “El polvo y la tierra generan múltiples problemas de salud. Mi esposa e hija sufren de alergias constantes”.
La comunidad vive en un dilema. Por un lado, la necesidad urgente de mejorar la ruta para garantizar la seguridad y salubridad de todos. Por otro, se han frenado las obras por el temor a perder el encanto y la identidad de El Chaquiñán, un sendero plano construido sobre una antigua vía férrea de 100 años de antigüedad. “No se puede tratar o pavimentar esta zona porque perdería su esencia, nos han dicho las autoridades”, indica Enríquez.
Pero esta no es la única problemática. La inseguridad se ha adueñado del lugar debido a la poca iluminación que existe.
Los postes de luz están cubiertos con las ramas de los árboles, lo que crea zonas oscuras y propicias para actos delictivos. Wilfrido Niemes, morador de Cumbayá, comenta: “No hay iluminación y la poca que existe está tapada con la vegetación. No se ha dado el mantenimiento a los árboles y esto ha motivado a que la gente se esconda entre los matorrales y robe a la ciudadanía. Acá ya no se espera a que sea de noche, hay consumo de droga en la tarde. Se debe dar más seguridad”.
Pedro Tapia
Además, se suma el hecho de que hay personas que acuden a estos sitios para consumir bebidas alcohólicas y otras sustancias. Jimmy Silva, quien llegó a este sector de Cumbayá hace 30 años, dice que a partir de las 14:00 la gente llega a fumar.
“En este tramo, que va desde el ingreso que está ubicado en la Francisco de Orellana hasta la calle Juan Montalvo, se colocan personas para pedir dinero o amenazar a los transeúntes”.
Han solicitado la instalación de un portón para la seguridad de las personas que habitan en ese tramo, pero no se les ha permitido. Los vecinos colocaron una cadena en un callejón para evitar que ingresen los vehículos, pero fue retirada.
Alrededor de 15 casas se ven afectadas por esta situación. No hay cámaras de videovigilancia y las pocas que existen son privadas. Los vecinos las instalaron para protegerse, pese a que hace dos años una mujer fue apuñalada mientras recorría el sendero.
La Necesidad de Intervención
El Chaquiñán es el único sendero natural que tiene Cumbayá y necesita ser intervenido con urgencia. Ante toda esta problemática, Pedro Tapia, presidente de la Junta Parroquial, menciona que se han registrado varias denuncias y que no hay una atención adecuada. “Pese a que existe guardianía privada en las garitas, no es suficiente. Ha habido casos de intentos de violación y consumo de drogas”.
Entre las acciones que se están tomando, destaca el arreglo de las luminarias y el trabajo en conjunto con la empresa privada para mejorar la imagen del sendero. Además, mencionó que esperan implementar alarmas comunitarias y cámaras de videovigilancia. “En la noche, todos los puntos son críticos, especialmente los fines de semana, que es cuando más se utiliza El Chaquiñán”.
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