La energía alternativa gana fuerza en Quito
La energía solar o eólica, gana fuerza frente a la crisis energética. El uso de paneles solares es cada vez más palpable
Cuando hay apagones en Quito, Christian Galarza no camina entre tinieblas. Tampoco lo hacen los huéspedes de Pumamaki Ecolodge Glamping, su negocio turístico situado en Ilaló. El propietario decidió instalar paneles solares como un sistema de energía alternativa renovable que, en los últimos meses, ha cobrado importancia, sobre todo por la situación que enfrenta el Ecuador tras la sequía. Algunos de sus vecinos, entre ellos estudiantes, llegan a la propiedad para cargar celulares y laptops antes de ir a cumplir con sus tareas. “Somos una buena comuna y una buena vecindad”, afirma.
Esta semana en la que se agudizó la crisis energética, el ministro de Energía, Antonio Goncalves, renunció y se ampliaron los cortes de luz hasta diez horas al día. En ese contexto, EXPRESO expone, tras consultar con expertos, cómo el uso de paneles solares puede contribuir al ahorro energético. En Quito, ya es una alternativa palpable.
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Inversión en paneles solares
Galarza cuenta que una vecina de la zona le recomendó instalar este sistema. Invirtió 4.000 dólares en diez paneles solares, un inversor 2.000 W (permite que la energía se convierta en electricidad) y cuatro baterías. Con esa capacidad, puede manejar dos bombas.
Fabián Calero, nuevo viceministro de Electricidad y Energía Renovable
Leer más“Una la utilizo para el jacuzzi y la otra para enviar el agua lluvia recolectada de un tanque a otro, en la parte alta”, explica. No solo eso. Se pueden conectar neveras, diez focos, licuadoras y hasta televisores. Sin embargo, estos últimos no son necesarios en un espacio amigable con el medioambiente y cuyo objetivo es que los inquilinos se conecten con la naturaleza, escuchen el trinar de los pájaros y respiren aire puro.
“Tener paneles te hace más responsable, no solo por el cuidado del entorno, sino también porque no es como usar la energía normal. En el día no hay problema (porque hay sol), pero en las noches se usan las baterías. Si te consumes toda la energía, te quedas sin luz”, advierte el propietario.
La instalación la realizó un ingeniero eléctrico. Se hacen cálculos para saber qué capacidad del inversor se requiere y cuántas baterías se deben utilizar. Para su negocio turístico, que tiene capacidad para seis personas, es suficiente. Lo abrió recientemente, pues antes la propiedad era de uso personal y familiar. “Nosotros no nos hemos visto afectados en nada, porque los paneles solares trabajan bien toda la noche”, afirma Galarza, quien resalta que usa calefones y que reciclan el agua para regar los árboles.
En la zona también está Cóndor Ilaló Camping. En una de sus publicaciones en Facebook aseguran que cuentan con paneles solares: “Nuestra energía es limpia y amigable”. Su propietaria, María Isabel Díaz, tiene también un taller de maniquíes ecológicos y hace trajes típicos para reinados a nivel nacional, internacional e inclusive Miss Ecuador.
“Nosotros no sentimos la carencia de luz. Los aparatos industriales se abastecen con los paneles. Se han convertido en el mejor aliado para la industria. Cuando no hay mucho sol, hay que moderarse”, advierte.
Carlos Ávila, decano de la Facultad de Ciencias, Ingeniería y Construcción de la Universidad UTE, asegura que el Ecuador enfrenta desafíos en la gestión de su matriz energética, especialmente en contextos de sequía, ya que se ve afectada la generación hidroeléctrica. Las energías alternativas, como la solar, pueden ofrecer soluciones sostenibles. “El país tiene más de 14 millones de hectáreas en buenas condiciones de radiación solar incidente (...) El potencial solar fotovoltaico es abundante, excluyendo zonas con pendientes mayores a 30 grados, áreas totalmente sombreadas y con orientación este-oeste”, dice.
El Ecuador tiene una radiación solar promedio de entre 4,5 y 6 kWh/m2 (kilovatios hora por metro cuadrado) por día.
Carlos Ávila
El experto expone tres razones de por qué el uso de esta alternativa energética generaría un ahorro. Primero, la instalación de paneles solares permite disminuir la necesidad de utilizar plantas térmicas, que dependen de combustibles importados como el diésel o el gas natural. Segundo, la energía solar es una fuente renovable que no se agota y no genera emisiones de gases de efecto invernadero durante su funcionamiento. Y tercero, tendría impacto en zonas rurales y aisladas, donde la infraestructura eléctrica es limitada o inexistente, mejorando así la calidad de vida de los habitantes y disminuyendo los costos operativos de gobiernos locales.
La Universidad UTE, por ejemplo, ha dado un paso hacia el uso de recursos naturales para la generación de energía. Ha instalado ‘árboles solares’ que producen energía para el uso de miembros de la comunidad universitaria en los espacios comunes del campus, señala Jhonny Álvarez, especialista en Arquitectura Sostenible y Eficiencia Energética. Como docente, asegura que además estos se convierten en un recurso educativo valioso, que permite a los estudiantes aplicar en la realidad conocimientos teóricos sobre energías renovables.
Así como universidades y pequeños negocios se van uniendo a esta alternativa, Ávila asegura que es fundamental que empresas y nuevas construcciones en Ecuador se sumen a la generación de electricidad mediante paneles solares. Pues esta alternativa no solo se alinea con la política pública de eficiencia energética, que busca optimizar el uso y consumo energético en el país, sino que también promueve el uso de tecnologías eficientes y la sostenibilidad ambiental.
Christian Galarza
EXPRESO llegó hasta la construcción del conjunto habitacional Parques de Miranda, situado en Conocoto. Paola Andrade, miembro de PMJ Arquitectos, condujo al equipo hasta la casa modelo. Allí mostró que las nuevas obras, además de la energía eléctrica, ya cuentan con instalaciones para que sus nuevos dueños puedan colocar paneles solares. No solo eso: este sistema ya se usa para las áreas comunales.
Pedro Moreno, arquitecto y miembro de Constructores Positivos, indica que el uso de sistemas solares que benefician al entorno es productivo en todos los proyectos y desarrollos inmobiliarios. “Es positivo para el bolsillo y economía de los futuros clientes (...) y va a perdurar con un mantenimiento mínimo”.
Para él, en un futuro cercano ya se piensa en que las casas tengan paneles para que generen energía con batería. Lo más importante en este tipo de consumo es el empleo de luces tipo led, evitar aparatos como hornos eléctricos, planchas, secadoras de pelo. “Con un sistema grande, es posible conseguir independizarse de la red eléctrica y funcionar con autonomía”, asevera.
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