Epmmop: “No hay asfalto para las obras”

Al son de una banda de pueblo y trepado sobre una tarima, el pasado 19 de febrero, el alcalde de Quito, Jorge Yunda, anunció la repavimentación de 2,4 kilómetros de la calle N85, vía que une los barrios de La Roldós y Pisulí, en el norte de Quito, y por la que circulan una decena de líneas de buses distritales.

Los aplausos siguieron al esperado anuncio, pues en esta localidad, que tiene cerca de 30 años de existencia, sus habitantes no recuerdan una época en la que no hayan visto baches o grietas en la avenida.

Parado junto al burgomaestre, Rafael Carrasco, gerente general de la Empresa de Obras Públicas (Epmmop), añadió que se construirían reductores de velocidad, se cambiarían los adoquines de la calle San Francisco de Rumihurcu, y que se mejoraría el arbolado y la seguridad a través de la colocación de cámaras.

Sin embargo, más de un mes después de esta efusiva promesa de intervención, la N85 tiene dos caras: una pavimentada y otra llena de baches enormes y fisuras.

Esto debido a que, pocos días después del inicio de la intervención, que arrancó en el estadio de Cangahua en La Roldós y debía avanzar por tramos hasta la intersección de las calles Pablo Esteban Yerovi y Benito Juárez, las máquinas se detuvieron y quedaron almacenadas en el estadio del barrio.

Desde entonces no hubo más actividad.

“Nos hicieron contentar con el inicio de los trabajos y de ahí nada. No pueden jugar así con el pueblo”, reclamó Cecilia Vargas, moradora de La Roldós.

En las cuatro cuadras hasta donde avanzaron los trabajos, se retiraron los rompevelocidades y no se colocó nada en su lugar. “Ahora corremos peligro y tenemos que cruzar la calle corriendo”, lamentó Jorge Cajamarca, vecino del sector.

Pese a las continuas interrogantes de los comités promejoras de los veinte barrios que se verían beneficiados con la intervención, no han recibido una fecha para la restauración de los trabajos.

“Hemos visto que los obreros llegan hasta donde están las maquinarias, hacen una especie de formación y se van”, señaló Vargas.

Según la Epmmop la paralización no es responsabilidad de la entidad, sino una consecuencia de una traba administrativa: la falta de asfalto para continuar las obras.

La cartera municipal informó a este Diario que Petroecuador, entidad que provee el asfalto para estos trabajos, tiene paralizada la producción de este tipo de material y que se espera que la producción continúe esta semana por lo que “la repavimentación continuaría en estos días”.

Al ser consultado por EXPRESO, Petroecuador explicó que la producción se vio detenida por un mantenimiento programado en la Refinería de Esmeraldas, que empezó en febrero, y que los despachos se están normalizando. "Desde el 2 de abril hasta ayer se han despachado setenta y dos autotanques de Asfalto AC 20", dijo la empresa estatal. 

Pero para los residentes no solo es necesario que el Cabildo cumpla con la reparación de la vía, arteria principal para veinte barrios, sino a esto se sumen otras como el cambio del sistema de alcantarillado, que ya no abastece, por lo que se forman ríos cuando llueve y las inundaciones afectan las casa.

La Galo Plaza Lasso, sin soluciones

Cerca de un centenar de vías de la capital requieren obras urgentes con el fin de rellenar los enormes baches que se han formado producto de las lluvias.

 Una de las más críticas es la Galo Plaza Lasso, que une la urbe con Calderón, Carapungo y Marianitas, y que presenta graves daños. La solicitud de intervención se ha presentado ante la Administración Zonal de Calderón, pero no se anuncian fechas o presupuesto para los trabajos.