Aluvión en La Comuna y La Gasca: estructuras afectadas en 2022 son intervenidas
La torre de captación de la quebrada El Tejado fue la que más se dañó por el fenómeno natural
Han pasado más de dos años del aluvión que afectó al sector de La Comuna y La Gasca. Las intensas lluvias ocasionaron que un embalse de la quebrada El Tejado colapse y provoque el deslizamiento de rocas y lodo. En ese entonces, los materiales y escombros sobrepasaron las estructuras de captación.
Debido a la gran cantidad de rocas y lodo que descendió, la estructura de concreto resultó afectada. Para habilitarla, se tuvo que desalojar 1.700 metros cúbicos de material. Cerca de la zona de la tragedia está un sistema de captación similar en la quebrada Armero Ascázubi.
Esta estructura también se taponó. Karina Santamaría, jefa de la Unidad de Mantenimiento de Captaciones en Quebradas (e) de la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps), explica que esas construcciones permiten retener el material sólido que es arrastrado por la lluvia y evita que ingrese al colector.
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Su función es como la de una rejilla de un sumidero y garantiza el adecuado drenaje del agua que deja la lluvia.
Estos canales de desfogue se taponan por basura, enseres y escombros. Incluso se han encontrado colchones y hasta refrigeradoras. Además de eso, la funcionaria explica que el hecho de que Quito sea una ciudad muy propensa a las intensas lluvias, genera que las precipitaciones saturen los taludes y se deslicen hacia el cauce de la quebrada ocasionando obstrucciones. Para evitar incidentes, la torre de captación se amplió y pasó de siete metros a 12.
A la par, en la quebrada El Tejado se trabajó en una estructura de captación de aguas de la zona alta, con el fin de que sean desbloqueadas de forma ordenada y controlada. Así buscan reducir amenazas de inundaciones en la parte baja del Pichincha. También se reconstruyó un canal que fue afectado por las grandes rocas que bajaron con el aluvión.
En Quito, al menos cuatro grandes zonas han sido identificadas como de alto riesgo, propensas a sufrir inundaciones y deslizamientos de tierra. Entre ellas están las laderas del Pichincha y las áreas junto a los ríos Monjas y Machángara.
Luz María Fray vive en el barrio Armero, ubicado en la parte superior de la Facultad de Educación Física, de la Universidad Central. En la zona existen al menos tres quebradas.
Pese a que el aluvión de La Comuna y La Gasca casi no afectó a esa zona, lo recuerda como un evento “impactante”. Aunque durante el tiempo que habita allí nunca vivió algo de esa magnitud, cuenta que sí existe preocupación entre los vecinos porque “con la naturaleza nunca se sabe”.
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Leer másFray conoce que la acumulación de escombros y basura en la quebrada representa un riesgo durante la época lluviosa. Por ese motivo, los vecinos se han unido para cuidar esos espacios.
Juan Iza, presidente de la directiva del barrio, señala que en época de invierno siempre está latente el temor de que algo suceda, pues en la quebrada Armero varias casas están a la orilla.
“Cuando llueve por esa quebrada corre mucha agua, no es como en la Vásconez que es pequeña, y hay el riesgo de que alguna vivienda se resbale”, comenta el dirigente.
Por eso pide a las autoridades que haya controles y que tanto las labores de limpieza, como de mantenimiento de estructuras de captación sea permanente.
Ante la época lluviosa y como parte del Plan lluvias, la Epmaps destinó 3,1 millones de dólares para el mejoramiento y mantenimiento de estructuras de captación en quebradas.
En total se trabajó en 12 quebradas, entre ellas: Caicedo, Pulida Chica y Alta, Cantera, Cornejo, Miraflores Alto, el Bosque, Rumihurco y San Isidro.
Otra de las estructuras afectadas en 2023, debido a un desbordamiento, fue la quebrada La Pulida, en el noroccidente. Ahí se detectó un represamiento causado por sedimentos, rocas, madera y basura arrastrados por la fuerte lluvia. Con las obras, el sistema se amplió.
En cambio, para la limpieza de quebradas se monitorea con drones para identificar posibles deslizamientos. Según Epmaps, solo en enero de 2024 se desalojaron 3.204 metros cúbicos de material acumulado en 16 estructuras de captación de este tipo.
EJECUCIÓN DEL PLAN LLUVIAS
Para disminuir el riesgo de desbordamientos e inundaciones, la Empresa Metropolitana de Agua Potable trabaja en distintos ejes de prevención como la limpieza de sumideros y quebradas donde existen estructuras de captación, la reparación del sistema de alcantarillado y la adquisición de hidrosuccionadores que servirán en la desobstrucción de sumideros y pozos.
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Leer másSegún la Epmaps, para el Plan lluvias 2023-2024 se destinó 23,3 millones de dólares. La mayor parte de ese presupuesto (14,8 millones dólares) se utilizó principalmente en reparaciones de colectores y redes de alcantarillado. Al mejoramiento y mantenimiento de estructuras de captación en quebradas se destinaron 3,1 millones y para la adquisición de hidrosuccionadores se contó con 3,9 millones.
Los trabajos en las quebradas de Quito duran entre uno y cinco días y se realizan posterior a un estudio técnico. Con drones se hace un monitoreo permanente.
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