Las fallas técnicas del metro de Quito no hallan solución
La inseguridad para el acceso de adultos mayores y discapacitados es una de esas. El sistema de cobro, la falta de trenes y de cultura son otros
Hace cuatro días se anunció con ‘bombos y platillos’ el inicio de la operación comercial del metro de Quito. La expectativa de la gente fue alta. Parecía que movilizarse de sur a norte y viceversa, en máximo 25 minutos, sería una nueva realidad. Pero ni bien se abrieron las puertas de las 10 estaciones habilitadas, los sueños de muchos se desmoronaron.
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Leer másEl caos, la desorganización municipal, la escasez de trenes, la inactividad de las 15 paradas y otros problemas fueron los que impidieron el correcto funcionamiento de este sistema de transporte moderno que le ha costado a Quito, más de 2.000 millones de dólares y del que aún no se ven réditos económicos y mucho menos beneficios ciudadanos.
El jueves 4 de mayo, en el sur de Quito se sumó un nuevo incidente. La estación de El Ejido, en el centro norte, fue cerrada tras quedarse varado un tren, entre esta parada y La Alameda, en sentido norte- sur. Roberto Custode, gerente de operaciones del Metro, indicó en una entrevista radial que, un usuario activó un botón de emergencia lo cual bloqueó la operatividad del tren y todos los usuarios tuvieron que evacuar.
Paulina Izurieta, actual concejala de la capital, asegura que durante estos dos años que Santiago Guarderas ha sido el alcalde, tuvo conocimiento de los problemas que hoy se están reportando.
Al menos seis falencias claves y visibles serían las que pondrían, incluso, en riesgo a la ciudadanía, y de paso limitarían la mejora y avance del sistema de movilidad.
“La seguridad es la primera de ellas y ya se reportaron accidentes por la acumulación de personas que estaban esperando ser atendidas. El sistema de recaudo es otro gran lío. Este debe ser integrado, moderno y automatizado. No se deben ejecutar las operaciones durante una franja horaria, sino las 24 horas del día, los siete días de la semana. Hicimos una fiscalización en las taquillas e identificamos a una sola persona para vender esos boletitos a cientos de personas”, añade.
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Leer másAnte esta forma de cobro del pasaje, también le surge otra duda a la edil. “¿A dónde va ese dinero recaudado? ¿A qué cuenta si se trata de dinero público? ¿Quién responderá por lo que se cobró y lo que no?”.
Otro malestar que salta a la vista es la inaccesibilidad que tienen los adultos mayores y personas con capacidades especiales para entrar a las paradas. En algunas como San Francisco, por ser tan altas y profundas, hay dificultades para descender tantas escaleras y en el caso de los elevadores, estos no sirven para hacer viajes masivos y rápidos.
Sobre la activación del botón de emergencia de uno de los trenes, Analía Ledesma, concejala reelecta de Quito, dijo que deja entrever la falta de cultura metro que existe. “La socialización no ha sido la correcta ni por los medios esperados”, agrega.
Como quinta falencia está la falta de operatividad de los 15 trenes. Unos están en pruebas y solo seis circulan. “No han acabado de hacer las pruebas, por eso los intervalos son tan largos”, dice.
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Leer másLa activación de un sistema de suicidios en los rieles del metro y la necesidad de conexión a redes son otros elementos que faltan para ayudar a que esta obra tan moderna no quede en desuso.