Quito: Fondo de emergencia destinó $100.000 a familias en el 2024
Nueve familias afectadas por los incendios en el barrio Bolaños y Bellavista recibieron apoyo
El 24 de septiembre de 2024, el barrio Bolaños fue sacudido por una tragedia inesperada que dejó profundas huellas en sus calles y hogares. “Las llamas consumieron mi vivienda, pero por suerte mi familia se salvó”, cuenta José Condolo, quien perdió su casa en el voraz incendio que arrasó gran parte del vecindario.
Aunque han pasado casi dos semanas, el olor a quemado aún persiste en la zona, un recordatorio del fuego que dejó a cuatro familias sin hogar. A pesar del dolor, el optimismo se mantiene vivo entre los residentes, ya que la ayuda no tardó en llegar.
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Francisco Mosquera, gerente de Emseguridad, entidad que gestiona los fondos de emergencias en la ciudad, explicó cómo se ha brindado apoyo inmediato a las familias afectadas.
Quito es la única ciudad del país que cuenta con un fondo específico para emergencias, y en este caso, fue crucial para atender las necesidades más urgentes. En la primera fase de ayuda, se entregaron kits humanitarios que incluían alimentos no perecibles, ropa, frazadas y artículos de higiene. “En una semana, ya habíamos entregado asistencia a las familias afectadas por el incendio”, comentó Mosquera.
El fondo de emergencia no solo cubre las necesidades inmediatas. En una segunda fase, se realiza una evaluación socioeconómica para determinar la magnitud de los daños sufridos por cada familia. Con base en esta evaluación, se repone el menaje de casa, materiales de construcción y, si es necesario, se cubren gastos mortuorios. Para acceder a estos beneficios, las familias deben cumplir con ciertos requisitos, como tener ingresos familiares que no superen los 800 dólares, lo que marca el límite de la canasta básica.
En total, el fondo de emergencias ha entregado menaje de casa a nueve familias, con un valor aproximado de 16.000 dólares. La ayuda incluyó cocinetas, refrigeradoras, camas, colchones y muebles esenciales para que las familias pudieran reconstruir sus hogares. “Es una gran ayuda”, afirma Condolo, uno de los beneficiarios.
Sin embargo, Mosquera aclara que el fondo no puede cubrir la reconstrucción de viviendas en terrenos no regularizados, como es el caso de algunas casas afectadas en Bolaños. Aun así, se están gestionando ayudas privadas para ofrecer una solución a estas familias.
Activación del fondo en 2024
El incendio no es el único evento devastador que ha activado este fondo en 2024. Mosquera informó que, entre enero y septiembre, se han destinado más de 100.000 dólares para la reposición de bienes en casos de desastres como incendios, inundaciones y movimientos de tierra. El trabajo de respuesta ante emergencias es continuo en Quito, una ciudad que, según Mosquera, “día a día enfrenta este tipo de eventos”.
No todas las familias cumplen con los requisitos para acceder a los fondos de emergencia públicos. En esos casos, el sector privado ofrece soluciones a través de seguros que protegen bienes contra desastres naturales.
Seguros privados
Patricio Salas, secretario ejecutivo de la Federación Ecuatoriana de Empresas de Seguros (Fedeseg), explicó que las pólizas de seguro son una opción para proteger activos como viviendas o vehículos ante fenómenos como incendios, terremotos o inundaciones.
El caso de Carlos Tapia, cuyo vehículo fue dañado por una inundación en el sur de la ciudad. En su caso, la aseguradora se hizo cargo de la reparación. Aunque no existen estadísticas precisas sobre cuántas pólizas se han activado debido a desastres naturales recientes, Salas subrayó la importancia de contar con este tipo de protección. Para asegurar una vivienda con un valor aproximado de 50.000 dólares, el costo anual de una póliza es de 200 dólares, pagados en cuotas mensuales.
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A pesar de las dificultades, los residentes del barrio Bolaños miran hacia adelante. Aunque la reconstrucción será lenta, tanto la ayuda pública como la privada están jugando un papel fundamental en devolver algo de normalidad a las familias afectadas. “Perderlo todo en cuestión de minutos es devastador, pero lo importante es que seguimos aquí, reconstruyendo nuestra vida”, concluye Teresa Quitiatez.
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