En Quito, los gastos adicionales se disparan por la compra de generadores eléctricos
Un grupo de ciudadanos tienen la ventaja de contar con energía, en medio de los apagones.
Cuando no solo Quito sino todo el Ecuador se apaga, ciertos edificios y condominios parecieran ubicarse en otro país, con luz, internet y las comodidades de mantenerse enchufados a la computadora, TV, refrigeradora y más. La ventaja de contar con generadores eléctricos les evita suspender actividades, pero les ha obligado a pagar cuotas extras y a convivir con el ruidoso ‘prrrrrr’ de esas máquinas.
En el edificio Vercelli, en el Quito Tenis, contaban con un generador para mantener en funcionamiento el portón eléctrico y el circuito de seguridad. No cubría el ascensor. Esteban Ron recuerda que debido a los apagones diarios decidieron, en una reunión de condominios, comprar uno que abastezca a todos los departamentos. Eso implicó reuniones para revisar propuestas en un mercado con ofertas caras por la gran demanda, además de acuerdos para pagar una cuota extraordinaria.
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Leer másAsí, los ocho propietarios acordaron cancelar 14.500 dólares. Unos, en efectivo; otros, en un plan de pagos. Y 2.000 dólares más para la instalación del equipo, que incluyó la construcción de un escape. Una vecina se ofreció a comprar a diario el diésel, que se coloca en canecas, que costaron 300 dólares.
La semana pasada, con apagones de hasta 14 horas, cuenta Ron, establecieron un horario para prender el generador pocas horas. La cuota extra mensual es de 7 a 10 dólares para el combustible. Y deben reunir dinero para el mantenimiento anual del equipo.
Mauricio Orozco, gerente de Kondominios Ecuador, empresa que administra unos 40 conjuntos y edificios de oficinas y viviendas en Quito y los valles, dice que el 40 % tiene generadores. “Causan ruido y los más afectados son quienes viven en los pisos bajos, cercanos al subsuelo, en donde se ubican”.
Algunos conjuntos, comenta, contaban con ahorros, por lo que han podido comprar combustible sin pedir cuotas extras. Todos han establecido un número de horas en el día y en la noche para mantener encendidos los equipos, por los costos del combustible y para evitar que se dañen, ya que son aparatos que deberían funcionar únicamente de modo emergente.
Los edificios también invierten en generadores eléctricos
En San Juan de Cumbayá, en uno de sus edificios, con 33 departamentos, cancelan una cuota extra mensual de entre 15 y 20 dólares. En Quito, el Amazonas Parc, en la Amazonas y Colón, tiene 200 unidades entre departamentos y oficinas. Gastan 2.500 dólares mensuales en combustible. Además, los generadores que completan unas 150 horas de uso requieren mantenimiento, alerta Orozco.
Jessica Manzano, de Edicond, administra edificios en La Carolina, González Suárez, Quito Tenis y Tumbaco. En la mayoría han acordado pagar la cuota extra por el uso del generador, según el consumo de electricidad verificado en la planilla. Así, por ejemplo, en octubre a un local comercial le tocó cancelar 80 dólares; mientras que a un departamento, 7 dólares. Están colocando aditivos y haciendo mantenimientos preventivos, que incluyen cambios de aceite y filtros, por las horas de uso dado el contexto de apagones diarios.
Para Álvaro Barragán, entomólogo de la PUCE, además de estas fallas se está contribuyendo a agravar el efecto del cambio climático, provocado por el consumo de combustibles fósiles, lo que ha alejado las lluvias. Le parece que usar generadores eléctricos es como curar a un enfermo de neumonía bañándole en agua helada. Cree que hay que avanzar hacia otras alternativas, aunque ahora se use esta.
Verónica García, quien desde hace 25 años administra edificios, dice que en el Vaviera, por la avenida de los Shyris, usaron 300 galones de diésel el mes pasado. Al momento, al igual que en otros conjuntos de viviendas, han gastado el fondo de reserva, ya que pagan una alícuota alta cada mes. Pero ahora deberán tomar en cuenta que los 500 dólares reservados para el mantenimiento anual no serán suficientes, con un generador eléctrico prendido diariamente.
“Nos toca pagar más”, dice Christian Suárez, quien vive en los alrededores de La Carolina, sector donde casi todos los edificios cuentan con generadores. En las tardes, cuando sale a caminar, usa tapones y mascarilla. Dice que el olor provocado por la combustión le recuerda al de los trancones. Su perro no soporta el ruido y le pide pasar constantemente de una acera a otra. Sin embargo, no niega sentirse afortunado al poder contar con electricidad.
¿Qué dice la Secretaría de Ambiente?
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Leer másVecinos de edificios que cuentan con generadores eléctricos se sienten molestos por el ruido y por el olor a combustible. Algunos han reclamado y han conseguido que no se los mantenga encendidos toda la noche. En varios les dicen que sus condominios trabajan en la madrugada. Pero el problema está en manos del gobierno.
EXPRESO consultó a la Agencia Metropolitana de Control (AMC), desde la cual explicaron que no existen sanciones por las molestias que traen los generadores. Sobre el ruido, dependen de un informe de la Secretaría de Ambiente.
Desde esa secretaría se explicó que las fuentes fijas de ruido de uso emergente no requieren presentar informes periódicos de automonitoreo de ruido. Pero deben contar con medidas de insonorización que les permitan cumplir con los niveles máximos de emisión de ruido, además de llevar un registro periódico de mantenimiento.
Aunque también señalan que para ser consideradas de uso emergente deberán tener un funcionamiento menor a 150 horas. En la normativa del Municipio se indica que los generadores de electricidad de emergencia son un conjunto mecánico de un motor de combustión interna y un generador de electricidad, instalados en edificios.
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