Quito

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Sin un generador de energía, los negocios colocan velas. A los clientes les parece que es un ambiente más íntimo.Foto: Leonardo Velasco

Quito: Los gastrobares y restaurantes se niegan a sucumbir a los cortes de luz

No todos los negocios pueden costear un generador de energía. Con largos cortes, las opciones son velas y focos recargables

Los extensos horarios de cortes de energía en el país han llevado a cientos de negocios como restaurantes y gastrobares a adquirir generadores eléctricos. Por la alta demanda, el costo se incrementó y en algunos casos, tampoco hay disponibles. Dependiendo de su potencia y características, en el mercado se los puede encontrar desde los $ 300 hasta más de $ 3.000.

Pero no todos cuentan con los recursos para adquirir uno. Pablo Pinta, dueño de Viva Cerveza, ubicado en el norte de Quito, cotizó varios equipos y mínimo necesitaba $ 2.000, dinero con el que no contaba al momento que iniciaron los apagones, a mediados de septiembre. Por eso decidió esperar.

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Mientras tanto tuvo que improvisar con velas y con focos y parlantes recargables.

Antes de los apagones, sus clientes disfrutaban cada miércoles de la presentación de un DJ y considera que ese es un plus que no estaba dispuesto a perder. Por ello el show continuó con la ayuda de parlantes recargables y una ambientación con velas.

“Al contrario de lo que esperábamos, hubo una buena acogida. Ese ambiente misterioso llamó la atención”, dice Daniela Castañeda, asistente de recursos humanos del negocio.

Pese a que han buscado alternativas que les han favorecido, Castañeda señala que hay una reducción de un 30 % en la clientela. En la actualidad ya cuentan con un generador que abastece para el amplio local de dos pisos.

Cerca del negocio en el que trabaja Daniela, en la avenida República de El Salvador, hay otro restobar. Su dueño, que prefirió omitir su nombre, menciona que desde los apagones van menos clientes, con una reducción del 40%. 

El hombre no invirtió en un generador y cuando se quedan sin luz, las velas y los focos led son sus mejores aliados. “A los clientes les da la sensación que es un ambiente más íntimo y eso de alguna forma no nos ha dejado tirar la toalla”, sostiene. 

Sin embargo, indica que la situación es compleja y existe mucha incertidumbre por varios factores, entre ellos que los racionamientos no se dan a la hora programada, lo que les impide planificar.

Atraer a los clientes

En la misma zona está el restobar Prost Austria. Cristian Vega, administrador, indica que si bien el edificio en el que funcionan hay un generador y siempre tienen luz, también hay una afectación con menos ventas y visitantes.

“Aquí sí tenemos energía pero sales y la zona es oscura y eso genera temor en la gente que prefiere no salir de casa”, comenta. Frente a ese escenario, Vega ha optado por buscar soluciones y cada día ofrece algo nuevo a sus clientes. Para Halloween, por ejemplo, se idearon una hamburguesa de masa de papa con la forma de una calabaza y también estrenaron una cerveza de colada morada.

En el centro se vive otra realidad

El optimismo de los restobares del sector contrasta con el de La Ronda, en el Centro Histórico. El miércoles, la noche previa al extenso feriado, en la tradicional Casa del Pozo, que alberga un pequeño museo, estaba vacía. 

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La noche previa a los cinco días de feriado, La Ronda estaba vacía. Los restaurantes y los bares no contaban con visitantes.Foto: Leonardo Velasco

Atrás quedaron los días en que incluso los visitantes hacían fila para entrar. Eran las 21:00 y al negocio solo llegó un cliente que compró una cerveza. 

Con nostalgia recuerda que antes de un feriado el local era repleto y la música en vivo llamaba la atención. Ahora los shows continúan pero con solo cuatro mesas con clientes de las 35 que hay. Los músicos también se han visto afectados; con casa llena podían reunir más de $ 200, en el último encuentro, cada uno recibió $ 7. 

La administradora asegura que la situación ha sido la misma el último mes. “Los apagones nos complicaron. Hemos hecho de todo pero la gente ya no viene”, se lamenta.

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