Guápulo: Un barrio histórico bajo la sombra de incendios y riesgos naturales
Vecinos y expertos aseguran que por su ubicación lo convierte en una zona vulnerable
El barrio de Guápulo, uno de los más antiguos y pintorescos de Quito, ha sufrido una de las peores tragedias ambientales de su historia reciente. El incendio forestal que se desató el pasado 24 de septiembre consumió más de 140 hectáreas de vegetación a su alrededor, dejando una marca imborrable tanto en el paisaje como en la memoria de sus habitantes.
Para Esmeralda Salazar, una moradora de 70 años que ha vivido en el sector, el horror de ver cómo el fuego casi consume su hogar es aún difícil de asimilar. “Las llamas amenazaban con llegar a la iglesia y acabar con el parque”, relata con un tono de tristeza y asombro.
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El fuego, avivado por los fuertes vientos, se extendió rápidamente por las laderas de Bellavista y San Francisco de Miravalle, avanzando peligrosamente hacia la avenida González Suárez, una de las principales arterias viales de la ciudad.
Jaime Prado, presidente del Cabildo de Guápulo, explicó que esta tragedia fue causada por una combinación peligrosa de factores: la sequía que afecta a la región, la presencia de vegetación inflamable y la intervención humana. “Estamos rodeados de montañas y áreas verdes, lo que nos hace extremadamente vulnerables”, señaló Prado, quien también resaltó la urgencia de iniciar un programa de reforestación. “Es imprescindible reforestar con especies nativas y eliminar los eucaliptos, ya que este árbol seca el suelo y es altamente inflamable”, añadió el dirigente barrial.
Alejandro López, cronista de Quito, ofreció una visión histórica del problema, recordando que el eucalipto fue introducido en el siglo XIX debido a la escasez de madera en la ciudad.
“Este árbol, aunque útil en su momento, es propenso a incendios, ya que el fuego forma parte de su ciclo de reproducción. En un clima como el de Quito, la presencia del eucalipto agrava los riesgos, sobre todo en áreas boscosas como Guápulo”, explicó el experto.
Un barrio marcado por desastres
El incendio forestal no es el primer desastre que sacude a Guápulo. Prado recordó los trágicos accidentes aéreos de la década de 1980, cuando un avión de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) se estrelló en la zona, dejando una profunda cicatriz en la comunidad. Hoy, la principal amenaza para el barrio proviene de los deslizamientos de tierra, un riesgo que se agrava con la proximidad de la temporada de lluvias. La avenida de Los Conquistadores, una vía crucial que conecta Quito con los valles de Cumbayá y Tumbaco, es especialmente vulnerable. El paso constante de vehículos contribuye a la inestabilidad del terreno, debilitado aún más por los incendios recientes.
El incendio no solo destruyó una vasta extensión de vegetación, sino que también afectó a la comunidad de manera directa. Tres viviendas fueron alcanzadas por las llamas, y dos personas sufrieron problemas respiratorios debido a la inhalación de humo.
La Cruz Roja intervino para prestar asistencia a los afectados, mientras las autoridades locales continúan evaluando los daños.
Cristian Rivera, gestor de riesgos de la Universidad Central, advirtió sobre los peligros que aún persisten en la zona.
“La erosión del suelo y la acumulación de material suelto en las laderas aumentan el riesgo de deslizamientos. Si se producen, las viviendas situadas en las partes bajas serán las más afectadas”, señaló Rivera, subrayando la urgencia de tomar medidas preventivas antes de que las lluvias agraven la situación.
El dirigente Prado detalló que la comunidad cuenta con un mapa de alto riesgo, en el que se han identificado tres zonas propensas a emergencias: las laderas de San Francisco de Miravalle, los alrededores del río Machángara y la avenida de Los Conquistadores.
En estas áreas, el terreno es frágil y hay filtraciones de agua debido al caudal del río. Este último es un factor adicional de riesgo.
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