Hartos de la polvareda
Una nube de polvo amenaza a los habitantes de Pomasqui. El aire está contaminado por partículas que vienen de una cantera.
Una fina capa de polvo hace que todo se vea difuminado, como desaturdo cuando uno intenta observar a través del cielo que atraviesa Pomasqui o Ciudad Bicentenario, al norte de la capital. La razón: restos de material pétreo que provienen de una cantera cercana.
Nicole Arteaga ha vivido más de dos décadas en Pomasqui. Cuenta que “siempre ha habido la minería, pero nunca ha habido tanto polvo. Todos los días se escuchan las explosiones”. La arenilla perjudica su negocio de comida “en las noches se llenan de polvo las mesas... Todo y uno tiene que estar limpiando y limpiando”. Ante la pregunta por una solución, muchos habitantes responden con una frase que revela una profunda impotencia: “Toca aguantarse, porque ¿qué más se puede hacer?”.
La fuente de sus preocupaciones está situada unos metros más al oeste donde se ubican tres canteras: una legal que recibe el nombre de JHGG y dos minas ilegales que tienen los nombres de Evangelina y Teresita.
Según la presidenta del Gobierno Autónomo Descentralizado (GAD) de Pomasqui, Jaqueline Castro, las minas ilegales fueron cerradas antitécnicamente, sin un proceso de remediación ambiental, “razón por la cual medio viene un viento se comienza a deslizar todo el material”.
Esto es una polvadera, nuestros hijos están enfermos por este bendito polvo de tantos años. Pedimos que salga la cantera de esta zona, es perjudicial
Con este criterio coincide el propietario de JHGG, Paúl Guañuna, quien afirma que las minas ilegales (que son propiedad de familiares suyos) ya no están en operación y explica que “la cantera no es maciza, sino que tiene varias piedras unidas por material polvoso, entonces el viento se come las bases y genera el polvo”.
Sin embargo, los moradores de la zona argumentan que todos los días observan volquetas pasar sacando el material pétreo de la mina. Incluso, se quejan de que ya no saben reconocer entre un sismo y las vibraciones que produce la extracción “es como que hubiera un temblor fuerte, ya no deja ni dormir el sonido de los vidrios”, enfatizó la presidenta de Ciudad Bicentenario, Germania Jiménez. La situación de su bloque es aún más complicada, ya que el servicio de agua potable les es suspendido de manera intermitente desde hace varios días.
Desde el GAD de Pomasqui indicaron que la Secretaría de Ambiente deberá presentar un informe en el lapso de un mes para solicitar acciones a otras dependencias. No obstante, funcionarios de Ambiente visitaron la zona de explotación el 4 de marzo de 2020 y emitieron un informe técnico en el que afirman que las tres minas “se encuentran en pleno funcionamiento” y que “las actividades mineras son realizadas sin criterios técnicos de explotación constituyendo un riesgo a la subestación de Celec y a la población”. Mientras que el informe número 09-0003 de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencia señaló en 2019 que el terreno donde se realiza la extracción presenta un riesgo “muy alto de amenaza a movimientos de tierra” y que existe un proceso de erosión hídrica y eólica activo, algo que amenazaría a 30 familias y a la subestación de transmisión Pomasqui - San Antonio, ubicada a unos cientos de metros más arriba del talud.
Cuando explotan esa mina nosotros no podemos salir de la casa. No se ve nada y no se puede respirar, toca ponerse pañuelo mojado en la cara
EXPRESO consultó a la dependencia municipal de Ambiente, pero hasta el cierre de esta edición no recibió respuesta.
años
La cantera JHGG tiene permisos de operación hasta el 2024, pero dos años antes debe presentar un proyecto de remediación.