Incendios forestales: Las secuelas del fuego se sienten en Tumbaco
Septiembre ha sido complejo en Tumbaco por los incendios. Solo tres emergencias destruyeron más de 437.44 hectáreas
Después de 15 días del incendio forestal en Itulcachi, un sector ubicado en la parroquia de Pifo, que pertenece a Tumbaco, el olor a quemado aún se percibe en el ambiente, incluso de una pequeña parte de tierra carbonizada sale humo.
“Jamil, venga a donde está su moto y bote agua porque está saliendo humo”, le dice por teléfono Bibiana Arteaga a su colaborador. Ella renta un terreno de una hectárea en el que cultiva frutilla.
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El optimismo que tenía después de perder más del 90% de su producción poco a poco se va desvaneciendo. Este 18 de septiembre de 2024, en medio de los sembríos quemados, Bibiana se derrumbó.
“Nos ofrecieron muchas cosas y a la final no se concretaron. Estoy pensando si seguir o no, las pérdidas son muy grandes, alrededor de 30.000 dólares”, dice.
Desde el día del incendio ha tratado de salvar las pocas plantas de la fruta que quedaron en pie, sin embargo, constató que todo se había quemado, incluyendo la parte de abajo del cultivo en donde están las mangueras. En medio de un intenso sol, Jamil las remachaba para no tener que sacar los 30 metros de este insumo que hay en cada cama.
Arteaga señala que levantar solo una pequeña parcela le costaría alrededor de 8.000 dólares, dinero con el que no cuenta. El negocio era su única fuente de ingreso y la de otras cuatro mujeres en situación de vulnerabilidad. Además, están las deudas con los bancos. “Es una desolación total, no encuentro una salida”, se lamenta.
Incendios el mismo día
Junto al terreno de Bibiana está el de Pedro Guapi. Todo su sistema de riego se destruyó y lo único que pudo rescatar fue un pequeño lote de arvejas. Las pérdidas superan los 15.000 dólares. En Pifo, el fuego también afectó el área de cría de borregos de otros productores.
La Tola Chica 3 es otra zona de Tumbaco que se vio envuelta en llamas la misma semana. Allí los moradores perdieron animales de granja y la flora gravemente perjudicada.
La zona con más hectáreas quemadas
Septiembre ha sido complejo en Tumbaco en cuanto a incendios forestales y es la zona con mayor afectación del Distrito Metropolitano de Quito (DMQ) con 573.72 hectáreas quemadas. Si bien en septiembre ocurrieron tres incendios, estos destruyeron 437.44 ha y de ellas, 400 fueron en Itulcachi. En julio la cifra se ubicó en 48.56 ha y en agosto en 87.72 ha.
La administración Eugenio Espejo es la segunda más aquejada con 186,91 ha destruidas. Esta zona incluye 18 parroquias, entre ellas Nayón, en donde ocurrió un incendio forestal el mismo día que en Itulcachi y la Tola Chica 3. En total, el DMQ enfrentó 285 incendios en 75 días (de julio al 14 de septiembre) que dejaron 1.767 ha afectadas.
Todavía no existe un informe consolidado de las pérdidas causadas por los voraces incendios en la ciudad, pero el Municipio ya anunció un plan de restauración.
Plan de restauración
Sebastián Pillajo, jefe de la Unidad de Patrimonio Natural de la Secretaría de Ambiente, explicó que el plan tiene tres ejes: reforestación con especies nativas, protección y cercado de zonas identificadas como sensibles y dispersión de semillas nativas con un dron forestal.
En este último punto, el funcionario señala que las semillas que se dispersan tienen un sustrato de suelo que reduce de cinco a un año el tiempo de restauración de la vegetación herbácea, arbustiva y semiarbustiva de las zonas quemadas.
Hay que tomar en cuenta que cada sector tiene condiciones específicas y es necesario analizar qué especies se pueden reforestar y en qué lugar. “No es lo mismo un proceso en Itulcachi o en Nayón, donde los ecosistemas y las pendientes varían”.
Estas intervenciones se implementarán cuando empiece la época de lluvia, sin embargo, asegura Pillajo, ya están socializando con la comunidad.
El Itulcachi, además de los procesos de restauración, se busca levantar un sistema de alerta temprana y así tener un monitores continuo para evitar que los incendios se agraven. El plan todavía no llega a los oídos de Arteaga ni de Guampi, quienes aún esperan que la ayuda ofrecida se concrete.
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