Quito: Incertidumbre en negocios por horarios de cortes de luz

En una hora, a Marisol Quintero le tocó preparar diez litros de jugo y licuar cinco libras de tomate para el encebollado previsto para los almuerzos que vende en su restaurante. Recién este 23 de septiembre de 2024 en la mañana se enteró que en su zona el corte de luz estaba programado para las 09:00. 

Por eso llegó al local, en el sector del estadio Olímpico Atahualpa, norte de la ciudad, a las 07:00, una hora y media antes de lo que usualmente lo hace.

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De inmediato preparó todo lo que requiere de energía. Posteriormente, sin tanta premura, paró las ollas para cocinar el arroz, las papas, sazonó el pescado e hizo la ensalada.

Antes de las 11:00 todo estaba listo, comenta la mujer, quien lleva 10 años con el negocio. “Solo faltan los comensales”, se lamenta. Eran las 12:30 y ningún cliente ingresaba al lugar. En un día común, hasta esa hora suele vender al menos 15 almuerzos de los 80 diarios que cocina.

A Óscar Rodríguez, dueño de otro restaurante de la zona, también le tomó por sorpresa el corte de luz. Hasta el domingo 22 de septiembre pensó que la suspensión sería solo las noches, como lo anunciaron las autoridades, sin embargo, la situación cambió. Al igual que su vecina, junto con cuatro trabajadores, elaboraron la mayor parte de comida en una hora. A dos colaboradores les dijo que no vayan al local, porque con los cortes las ventas bajan.

De lunes a viernes prepara 200 almuerzos, pero el lunes fueron 100. “Y ni eso creo que vamos a vender, son más de las 12:30 y solo han venido siete personas”, dice. Rodríguez señala que muchos de sus clientes son oficinistas y debido al corte de energía, hacen teletrabajo y regresan a sus casas.

A Ronald Loor le preocupa que los cortes se prolonguen y pierda su trabajo en un restaurante de comida asiática. El 23 de septiembre, como de costumbre, llegó a las 09:00, pero el dueño del negocio le pidió a él y a otro compañero que retornen a sus casas. La razón: hay menos clientela. “Un día que no laboramos es un día de descuento”, sostiene.

Horarios no se cumplen 

Esta zona del norte de Quito es considerada el hipercentro de la ciudad en donde hay centros comerciales, bancos, oficinas, la plataforma gubernamental. 

Por el intenso movimiento, los dueños de los negocios buscan la forma de organizarse para evitar pérdidas económicas, pero es difícil “si dicen que el corte es a una hora y se va a otra, o nunca se va”, menciona Silvana Junta, quien tiene un local de impresiones y copias en la calle Corea, cerca a un centro comercial. Al igual que Quintero y Rodríguez, los nuevos horarios le tomaron de imprevisto.

En esa zona el corte estaba planificado a las 09:00, pero no ocurrió, se fue a las 10:30. “Es una incertidumbre total, al menos eso deberían cumplir”, reclama.

Perdidas en los negocios

En varios sectores del sur de la ciudad el cronograma tampoco se ejecutó. Este lunes, Kleber Moreira, temía que más de 20 latas de pan se dañen por el exceso de fermento. El corte en las Cinco Esquinas estaba programado para las 09:00, pero se suspendió media hora antes. Horario que el hombre recién pudo conocer la madrugada del mismo día. Ese tiempo le impidió hornear toda la masa que había preparado.

En esa misma zona, la dueña de un restaurante cuestionó el incumplimiento de los horarios de corte y en tan solo un día, las pérdidas ya son palpables, asegura. Desde que abre el negocio, hasta las 11:00, las ventas oscilan entre $ 50 y $ 60, sin embargo, el lunes vendió apenas $ 15.

Una forma que tienen los negocios para enfrentar los apagones es con la adquisición de generadores eléctricos. Edwin Aymara es dueño de un centro médico en la Villaflora y los compró en abril, cuando ocurrieron los primeros cortes. 

Invirtió $ 700 en dos equipos, a eso se suma el costo del combustible, en el que gasta $ 8 por tanqueada. “Decidí invertir, de lo contrario no podemos trabajar. Con tanta desorganización en la información a nosotros nos toca buscar soluciones”, señala.

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