El trabajo infantil aumentó en Quito tras la pandemia

Hoy 12 de junio se conmemora el Día Mundial de la Erradicación del Trabajo Infantil. La pandemia, el desempleo y la deserción escolar han dejado a miles de niños en condición de callejización. Algunos en ventas informales o acompañando a sus padres en la misma actividad.

El miércoles 9 de junio, durante tres horas, cuatro brigadas hicieron trabajos de sensibilización sobre esta problemática en el norte de Quito. Pertenecen a la Secretaría de Inclusión del Municipio y a la Dinapen y fueron acompañados por agentes metropolitanos.

Extrañamente, en los alrededores de las avenidas Naciones Unidas, Amazonas y Shyris no se presentaron demasiados casos. En una acera de la avenida Naciones Unidas, una joven pareja indígena fue la primera en ser abordada. Los jóvenes esposos han hecho del sitio, frente al parque La Carolina, su puesto de venta de mandarinas y aguacates.

Estaban acompañados de dos niñas menores de cinco años a las que no tienen en donde dejar mientras ejercen esa actividad laboral. Xavier Madera, de la Secretaría de Inclusión municipal, lideró una de las brigadas, que buscan sensibilizar a los padres sobre los riesgos que afrontan los menores. Citaron la ordenanza municipal 016, que habla de la prevención y erradicación progresiva del trabajo infantil en el Distrito.

Cerca del mediodía había pocos niños acompañando a sus padres. En la avenida Amazonas la llegada de los funcionarios ahuyentó a una niña de unos ocho años que, junto a su madre, vendía productos. La mujer no recibió con agrado la visita sorpresa. Pero los funcionarios le explicaron nuevamente las alternativas para que los niños no los acompañen en las calles.

Esos sitios son los Centros de Erradicación del Trabajo Infantil (Cetis) que impulsa el Patronato San José. Son los que en la administración del exalcalde Mauricio Rodas se llamaban Guagua Centros. Muchos de ellos se cerraron por la pandemia y se recuperan de a poco. Los espacios adecuados para recibir a los niños están en los mercados.

El miércoles el alcalde Jorge Yunda cortó la cinta de uno de esos centros, en el mercado de Chiriyacu. Y se sentó entre los pequeños que disfrutaron de un grupo de teatro.

Elba Gamez, jefa de la Unidad de Obras Temáticas del Patronato, indicó que hay nueve puntos y Centros de Erradicación del Trabajo Infantil. Están en San Roque, La Ofelia, Calderón y en Carapungo. Su objetivo es brindar un espacio seguro y cálido para que los menores no estén en las calles.

Gamez expone un problema más grave: el riesgo para los menores por las situaciones climáticas, inseguridad por el tráfico y maltrato, abuso y otros problemas.

Según el diagnóstico situacional del trabajo infantil en Quito en 2019, el 72,8 % de los niños estudian y trabajan. De ellos, el 45,8 % tienen entre 5 y 14 años y el 27,1 % tienen entre 15 y 17 años. El 15,7 % se dedican solo a trabajar. De ellos, el 8,7 % tienen entre 5 y 14 años y el 7 % entre 15 y 17 años. Un 11,4 % ni estudian ni trabajan.

Katherine Chicaiza quiere que su hija Aylin no sea una estadística más del trabajo infantil. Por eso, desde hace una semana envía en las tardes a su pequeña a ese centro. Ella vende almuerzos y asegura que dejarla en ese espacio le da tranquilidad.