La integración tarifaria con el Metro de Quito se iniciará en junio

Viajar por la ciudad usando un solo mecanismo de pago ha sido una oferta repetida en el discurso de varios alcaldes. Lo dijeron Mauricio Rodas, Jorge Yunda, Santiago Guarderas y también el alcalde en funciones, Pabel Muñoz. Y aunque esto debía estar en marcha para cuando el Metro entrara en funcionamiento, un año y un mes después aún no ha llegado.

Una nueva esperanza de que Quito tenga una integración tarifaria nació, pues el 27 de noviembre de 2024 se firmó un contrato entre la Empresa de Transporte de Pasajeros y el Consorcio Citymovil-Busmatick. Allí se estipula que la empresa tiene 210 días, a partir de la suscripción, para instalar e implementar el Sistema Integrado de Recaudación (SIR), es decir que deberá estar listo el 25 de junio próximo.

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La idea es que se conecte con el sistema con el que ya cuenta el Metro. Según la empresa Metro de Quito, su sistema de recaudo es robusto y tiene equipos modernos y versátiles, que se pueden vincular con distintas tecnologías. “Tiene la capacidad de trabajar con medios digitales, tales como la cédula, códigos QR y la Tarjeta Ciudad, a través de la Cuenta Ciudad que permite crear perfiles para gestionar saldos y viajes”.

Metro de Quito señala que la idea es que el sistema de recaudo que se implementará en superficie sea compatible con el suyo, para permitir que los usuarios del metro integren sus viajes con los demás subsistemas municipales de una manera cómoda y segura. “Las empresas municipales han venido realizando coordinaciones y mesas técnicas para que estas acciones, que modernizarán la forma en que viajamos los quiteños, se concreten durante este 2025”.

La reorganización de rutas, pendiente

De acuerdo con Álex Pérez, secretario de Movilidad, este sistema es parte de la transformación del transporte público y eso incluye varias aristas: por un lado está la reorganización de rutas y frecuencias, que tiene que ver con la cobertura del servicio y por otra la tecnología, que incluye el Sistema Integrado de Recaudo, el Sistema de Información del Usuario y el Sistema de Ayuda a la Explotación.

El funcionario indica que el Sistema de Recaudo debía estar listo en 2020, al igual que la reorganización de rutas y frecuencias, pero eso no se cumplió pues incluso hubo problemas legales que entorpecieron los procesos y que esta administración debió solucionar. Ahora, la ciudad contrató el sistema de recaudo por un monto de $ 15’573 689,71, a través del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Para el concejal Wilson Merino, el sistema de transporte en Quito es caótico y la oferta de Muñoz fue una modernización que aún no llega. Señala que si hay una contratación pública, es necesario revisar por qué se eligió a través del PNUD. Si bien un contrato firmado es un avance, sí es preocupante que esto llegue cuando falta poco para que esta administración cumpla dos años en funciones.

Tarifa integrada

Aunque hasta fines de junio se conectarán los sistemas BTR municipales (bus rapid transit) con el metro, cuya tarifa integrada está fijada vía ordenanza en 60 centavos, el objetivo es que en el segundo semestre del año se vaya conectando al mismo sistema de recaudo las líneas de transporte convencional, que están a cargo de empresas privadas.

Pérez calcula que hasta octubre próximo estas operadoras deberían ser parte del sistema. “Esto no es de un día para otro, hay que hacerlo de manera progresiva, con un límite que sería el último trimestre de este año”.

Otros pendientes en movilidad

Otros procesos que avanzan paulatinamente son poner al alcance de la mano de los usuarios el Sistema de Información, para que en una ‘app’ en los celulares cada persona pueda saber dónde tomar un bus, a qué hora y qué opciones tiene para llegar de un punto A a un punto B. Por otro lado, el Sistema de Ayuda a la Explotación se trata de un centro de monitoreo del transporte público para gestionar la movilidad.

Para este efecto, la Secretaría de Movilidad suscribió otro contrato con el Consorcio Citymovil-Busmatick, integrado por empresas de Chile, España y Colombia, para el diseño y parametrización del SIR (Cámara de compensación y liquidación), comúnmente conocido como caja común con una inversión de USD 11,5 millones.

Según Pérez, está en marcha desde diciembre la reorganización y para ello se fraccionó a la ciudad en 11 zonas, a las que se han llamado programas. Se trata de una división territorial de influencia, con el plan de aplicar los cambios de forma estratégica de tal forma que el impacto al ciudadano se minimice. Esto comenzó en el Corredor Sur Occidental, que tiene 21 rutas. Se mantuvieron ocho con el trazado original, se extendieron cinco y otras ocho se recortaron. La idea, dice Pérez, es mejorar la cobertura y las conexiones hacia los servicios longitudinales.

Luego de esta fase, se continuará la reestructuración en el valle de Los Chillos, a partir del 16 de enero. El primer paso es la difusión de los cambios en la comunidad. A finales de mes será el turno de Tumbaco y el programa se extenderá progresivamente hasta completarse en el tercer trimestre de este año.

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