La ‘jocha’ de Pujilí para el Corpus es la seguridad
Las autoridades hicieron la petición a la Policía, que es el prioste de este año. Estiman la llegada de 50.000 turistas
Los habitantes de Pujilí, en la provincia de Cotopaxi, ultiman los detalles del desfile de octavas de Corpus Christi, que recorrerá las calles del cantón de la Sierra centro.
El evento es una de las celebraciones que se iniciaron en mayo y continuarán hasta el 2 de junio. Allí participan danzantes autóctonos, que pertenecen a las comunidades indígenas. Ellos representan el 51,75 % de sus 80.000 habitantes.
La fiesta se organiza en base a las ‘jochas’ o pedidos. Se trata de una especie de ayuda que se solicita al prioste, al cual escogen con antelación. El martes, una de las ‘jochas’ más importantes se hizo al Comando de Policía en Cotopaxi.
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El vicealcalde del cantón, Raúl Arroyo, solicitó al jefe de la subzona de Policía, Hugo Arroyo, la seguridad y apoyo logístico para la realización de los eventos planificados. Así espera que se garantice la tranquilidad de los pobladores y turistas que acudan a la fiesta.
La tradición se mantiene y los priostes ‘jochados’ no se pueden negar. Deben asumir el compromiso solicitado. Son escogidos previamente, de acuerdo con la necesidad que tengan para las festividades.
Otra de las ‘jochas’ se la hizo al Ministerio de Turismo, para que ayude en la difusión de la festividad a escala nacional e internacional.
El vicealcalde Arroyo informó que, como parte de la preparación, el Municipio compró los ponchos, que se entregan en las ‘jochas’, a los emprendedores de la parroquia Angamarca y las chalinas en Zumbahua, para reactivar la economía local. Ambas prendas fueron regaladas a los priostes de honor y así sellaron el compromiso para que cumplan los pedidos.
Los productos entregados en las ‘jochas’ los elaboran los artesanos. Está previsto que se efectúen 100 de estos pedidos tradicionales.
Aunque en este año las comparsas que participan en el desfile se redujeron a 50, en relación a las 70 que hubo en 2023, el vicealcalde asegura que se mejoró la planificación para aumentar el turismo.
En el Corpus anterior, 40.000 personas llegaron a estas festividades y está previsto que unos 50.000 turistas visiten la localidad en este año para disfrutar de las artesanías, la gastronomía y las tradiciones de Pujilí.
Raúl Arroyo
En cada comparsa hay danzantes y las ‘mamá danzas’, que son sus parejas. Ellas lleva en su espalda las frutas y una paloma blanca en su mano, como símbolo de paz.
En total participan de seis a 12 danzantes con sus parejas y un guía. El dirigente marca el paso al son del tambor y el pingullo (flauta artesanal).
La estatua del danzante es una de las figuras icónicas de este evento. La imagen la tallan los artesanos de la parroquia La Victoria, con base en la caña del subtrópico de Pujilí. Ellos también elaboran el tequila artesanal, que promocionan en los eventos del Corpus.
El baile del danzante, una de las principales atracciones de la fiesta, simboliza la unión entre la naturaleza y la espiritualidad, así como el agradecimiento por la abundancia de la tierra. A través de esta danza ceremonial, se transmiten valores de respeto, solidaridad y gratitud hacia la naturaleza y la comunidad.
Juan Albán, gestor cultural de Pujilí, explica que el danzante es el personaje que invoca la lluvia y la siembra, es la confraternidad con los pueblos, cuando vienen las cosechas. Su aparición “genera alegría a las comunidades porque existe el pan, los productos para compartir y transmitir valores que vienen desde tiempos milenarios”.
Hugo Arroyo
La festividad, luego de la conquista, fusionó la fiesta nativa con la religiosidad cristiana, que es el cuerpo de Cristo. El Corpus Christi en latín representa esa soledad de Jesús presente en la eucaristía. De esta forma, coinciden el pan espiritual con la celebración de la cosecha, el pan material.
Anteriormente, la celebración duraba un mes, tiempo en el que compartían los productos cosechados y apadrinaban el legado a través de los priostazgos.
Para cumplir la ‘jocha’, Arroyo señaló que 500 policías brindarán seguridad desde el 31 de mayo, 1 y 2 de junio, que son los días donde se estima que habrá más presencia de turistas.
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