Quito

Centros culturales
Los centros culturales señalan que deben tramitar entre cuatro y ocho LUAE distintas para abarcar la mayor parte de sus actividades, como talleres, recitales y más. Así evitan sanciones y multas.Foto: cortesía

Las licencias diferenciadas para lo cultural, en debate

Los centros artísticos señalan que la LUAE actual los perjudica. Piden una ampliación a las categorías existentes

“Unos dicen que somos un bar, otros que somos una discoteca. No faltará quien diga que somos un antro de mala muerte... realmente nos dedicamos, desde hace más de cuatro años, a promover las artes, la cultura, la innovación gastronómica y el encuentro barrial y comunitario”, señalan en un video que recientemente se volvió viral los trabajadores del Zíngaro, un espacio cultural ubicado en el barrio de La Vicentina, en el norte.

La grabación se llevó a cabo en respuesta a una clausura de parte de las autoridades municipales por un supuesto mal uso de la Licencia Única de Actividades Económicas (LUAE), que en el caso del espacio, es de categoría II, para restaurante.

A la protesta se sumaron varios centros culturales de la urbe, entre ellos El Utero, Casa Palenque, Django, Kafecito y más. Sus responsables señalan que la clasificación actual de la LUAE los perjudica, pues como espacios culturales cuentan con una extensa gama de actividades que una única licencia no abarca y que, por ello, son sujeto de multas, sanciones y clausuras.

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La situación no es reciente, como explica Esteban Albán, titular de El Utero. “Es un problema que tenemos desde hace más de siete años. Cuando hacemos, por ejemplo, un concierto o un festejo, la Intendencia y la AMC (Agencia Metropolitana de Control) nos piden licencia económica como bar o discoteca”, señala.

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El propietario añade que se han llevado a cabo acercamientos con varias administraciones municipales distintas, pero que el proceso no ha progresado.

Frente a ello, los centros culturales se han visto en la obligación de tramitar todo tipo de licencias para evitar ser clausurados. “Sacamos para teatro, para eventos musicales, para restaurante, otra para hacer eventos al aire libre en la cancha, y aún así nos clausuraron”, dice. La solución, asegura, es una LUAE diferenciada que englobe las distintas actividades que desarrollan estos centros.

Con él concuerda Julián Marín, titular del espacio Arte y Ritmo, en La Tola, quien considera que la falta de avances en el proceso pone en riesgo la permanencia a largo plazo de las casas culturales.

“Frente a las multas, no todos pueden continuar trabajando, y eso termina afectando a los barrios”, asegura.

Analía Ledesma, presidenta de la Comisión de Cultura del Cabildo, considera vital que se encuentren soluciones.

“Se debe pensar este tema precisamente entendiendo que más allá de la producción cultural de estos sitios, lo que aportan a la ciudad es la posibilidad de desarrollar una economía naranja, movilizar el arte como medio de vida”, indica.

El tema se abordó recientemente en el primer debate del Proyecto de Ordenanza que aprueba la actualización del Plan de Uso y Gestión de Suelo del Distrito Metropolitano de Quito (DMQ). Según lo indicado por Ledesma, para la reforma, la Secretaría de Hábitat y Ordenamiento Territorial ha manifestado que establecerá dos categorías de actividades económicas para estos espacios: casas y centros culturales.

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“Lo importante es que se guarde el debido respeto a la dinámica comunitaria y de residencia donde se ubique”, puntualiza.

Sin embargo, para los espacios culturales también es necesario que, además del Cabildo, la Intendencia y la AMC sean parte del diálogo.

Según Marín, para convivir en paz, las entidades de control deben comprender la labor que realizan estos espacios. “Mientras no se aborde con las autoridades las dinámicas de los centros culturales y su aporte a los barrios, nos seguirán tratando como un problema”, indicó.

EXPRESO solicitó una entrevista a la Agencia Metropolitana de Control para hablar sobre los controles que se llevan a cabo en los centros culturales, pero no hubo respuesta hasta el cierre de esta edición.

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