Límite de velocidad en Quito: ¿es el mismo en otras capitales de América Latina?
Cada país establece sus reglas de acuerdo a las características de sus vías
La decisión de desempolvar los artículos del Código Orgánico Integral Penal (COIP) que sancionan el exceso de velocidad ha causado revuelo entre los quiteños sobre una posible desproporción en las sanciones.
Sin embargo, los límites de velocidad son un tema común en todo el mundo, pero que varía de acuerdo con la localidad.
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Por ejemplo, en Buenos Aires, la velocidad máxima permitida para autos en ciertas autopistas y semiautopistas va entre 80 y 120 kilómetros por hora (km/h) para vehículos livianos y para vehículos pesados, es de 60 km/h. Sin embargo, allí también se establece una mínima de 50 km/h, dado el tipo de vía.
En la zona urbana, los límites oscilan entre 40 y 60 km/h dependiendo de si son calles o avenidas. De acuerdo con TN Noticias, si bien existe una ley de Tránsito, no todas las localidades se rigen por esos parámetros, pues algunos decidieron establecer sus propias regulaciones.
De acuerdo con el especialista en Movilidad y Transporte Roberto Custode, en realidad los límites de velocidad los fija la autoridad local en el caso de las vías urbanas y perimetrales y la autoridad nacional, en las carreteras.
En Ecuador, esos límites los establece la Agencia Nacional de Tránsito y están estipulados en la Ley Orgánica de Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial.
¿Qué se toma en cuenta para establecer límites?
Para determinarlos entre un país y otro no hay estándares, sino que se fijan localmente. Custode, quien es ingeniero mecánico, explica que esos límites “los definen expertos que toman en cuenta el tipo de cada vía, sus características geométricas, su ocupación, la calidad de sus servicios, la vecindad (si hay edificaciones, árboles, peatones, ciclistas, etc.) entre otros varios parámetros. Hay recomendaciones internacionales, pero al final es simple y llanamente la decisión de un experto de la autoridad”.
Sin embargo, Custode explica que los conductores ecuatorianos “en el continente somos de los más rápidos”, pues hay pocos países que tienen vías más rápidas, como Chile y Brasil, que llegan a 120 km/h.
Si bien hay entidades como la OMS / OPS, la Organización Internacional de la Seguridad Vial o la Federación Iberoamericana de Asociaciones de Víctimas contra la Violencia Vial (FICVI) que constantemente alertan sobre los problemas de seguridad vial y exceso de velocidad, en realidad no existe una convención internacional sobre cuáles deben ser los límites, aclara Custode.
“No hay recomendaciones específicas pues las vías cambian un montón de país a país y también la flota vehicular es diferente. Pero lo más destacable es que siempre a mayor velocidad en un siniestro, mayor morbilidad y mortalidad, esa es una ecuación permanente. Entonces lo que el experto evalúa es qué tan posible es que haya un siniestro en esa vía y toma una decisión”.
En Bogotá piden modificar los límites
En Bogotá está actualmente en debate una propuesta para modificar los límites de velocidad permitidos. Los que rigen ahora fueron fijados en la alcaldía de Enrique Peñalosa, señala el sitio www.alertabogota.com, que permitía 50 km/h en el área urbana y los controles se hacen mediante fotomultas.
Pero recientemente un grupo de ciudadanos solicitaron al alcalde en funciones, Carlos Fernando Galán, elevar los límites de velocidad a 60 o 70 km/h. Allí, los colectivos han reclamado porque supuestamente el límite sirvió para multiplicar las multas y no para salvar vidas. En vías rurales, el límite alcanza 80 km/h y en carreteras, 90 km/h. Las más amplias y con doble calzada pueden llegar hasta 120 km/h.
Los límites de velocidad son similares en Ciudad e México y varían según el tipo de vía y se inician en 30 km/h en calles secundarias y terciarias, pasan por 50 km/h en avenidas primarias, suben a 80 km/h en carriles centrales de avenidas de acceso controlado y similares. En las carreteras, los autos pueden ir a 110 km/h y los buses a 95 km/h, mientras que el transporte pesado, a 80 km/h.
En Lima, los límites que rigen desde 2022 son más estrictos. En calles, jirones, zonas comerciales, escolares u hospitales, no se puede superar los 30 km/h y en las avenidas y zonas residenciales, los 50 km/h.
Allí, las sanciones implican puntos negativos en su récord de conductor, que es el registro de sus infracciones. La acumulación de infracciones puede terminar en perder el brevete o licencia de conducir.
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