"Que llueva", la plegaria más popular en la romería de El Quinche
Aproximadamente 450.000 personas peregrinaron al santuario. Los fieles pidieron trabajo, salud y el fin a los cortes de luz
“En estos tiempos difíciles que estamos viviendo es cuando más se pone a prueba nuestra fe y cuando más debemos orar; orar por la paz, orar por la unidad, por la esperanza y orar por el fin de las dificultades que estamos viviendo, y orar para que llueva”, señaló el padre Javier Piarpuzán, párroco rector del Santuario de la Virgen del Quinche.
Desde el pasado viernes por la noche y hasta el domingo de madrugada, las vías del nororiente de la capital se abrieron al paso de aproximadamente 450.000 feligreses, quienes caminaron entre seis y ocho horas para llegar al Santuario de El Quinche, donde reposa la imagen de Nuestra Señora de la Presentación de El Quinche.
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Leer másY si bien un porcentaje de los feligreses realiza la extensa caminata para agradecer las bendiciones recibidas en el año, muchos hacen la ruta para pedir favores y milagros, principalmente salud y trabajo.
Entre ellos estaba Alfonso Merchán, de 27 años, quien acudió al santuario desde Cayambe, en Pichincha, con su familia.
“El año pasado vinimos a agradecerle a la Virgen por el nacimiento de nuestro hijo. Este año volvemos, pero a pedir. A pedirle trabajo, ya que a mí y a mi esposa nos despidieron”, indicó.
Este también era el caso de Marta Bilbán, que tomó la larga ruta desde Calderón hasta el santuario.
“Yo vine a pedirle a la virgencita que le haga a mi hijo el milagro de darle un trabajo. Ha aplicado a todas partes y no le sale nada. Está pensando en irse a Estados Unidos, y antes que eso pase, le quiero pedir a la Virgen que me escuche”, comentó, posando su mano sobre el vidrio que protege la venerada imagen.
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Un alto a las dificultades nacionales
Sin embargo, además del trabajo y la salud, este año los fieles también llegaron con dos pedidos puntuales: un fin definitivo a los cortes de luz, y el inicio de la temporada de lluvia.
Uno de ellos era Juan Almeida. El comerciante emprendió la ruta junto a su familia desde Cotocollao, al norte de Quito para rogarle a la Virgen por una época de torrenciales aguaceros.
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Leer más“Le vine a pedir que se llenen los embalses y los ríos para que no tengamos que pasar por esto más tiempo. Desde que empezaron los apagones he perdido 50% de mis clientes y he tenido que comprar un generador. Espero que la virgencita me oiga pronto”.
Vanessa Simbaña también realizó la misma plegaria, pues su madre necesita oxígeno a diario, y para asegurar su continuidad ha tenido que emplear sus recursos y su creatividad.
“Casi a diario vamos a los centros comerciales o locales con luz para mantenerla conectada, pero hay que consumir. Quiero que la virgencita haga que llueva y paren los apagones”, señaló.
Cientos de fieles se quedaron a dormir al pie del templo, para continuar sus rezos a la mañana siguiente. A la par de la liturgia, también se llevó a cabo una recolección de ofrendas para la construcción de la segunda etapa del Campo Mariano y obra social.
No obstante, hasta el cierre de la peregrinación y las liturgias del domingo, el sol brillaba y la aridez seguía. Pero para los fieles queda la esperanza de que, tarde o temprano, su pedido llegue.
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