
Las lluvias en Quito dejan 800 árboles caídos: ¿Cómo cambiará el arbolado urbano?
Quito reemplaza árboles exóticos por nativos tras fuertes lluvias y caídas masivas. Esta es la propuesta.
La reciente temporada de lluvias en Quito dejó más que calles inundadas y barrios anegados: cerca de 800 árboles colapsaron en distintos puntos de la ciudad, evidenciando una problemática acumulada durante décadas. Las autoridades municipales apuntan a decisiones pasadas sobre el tipo de especies plantadas y la falta de mantenimiento como las principales causas de esta situación que pone en riesgo a la ciudadanía.
José Morales, secretario de Hábitat y Ordenamiento Territorial del Municipio, explicó que muchos de los árboles caídos pertenecen a especies exóticas como eucaliptos, acacias y cepillos, originarias de Australia. Estas variedades, aunque de crecimiento rápido, son también más susceptibles a caer por los fuertes vientos y las lluvias intensas. “Durante los últimos 20 años no se priorizó la selección adecuada de especies, y se apostó por árboles que hoy representan un peligro”, señaló Morales.
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Evaluación y medidas correctivas
El panorama ha encendido las alertas en las instituciones encargadas del arbolado urbano. Desde la Secretaría de Ambiente, su titular Santiago Sandoval informó que se han evaluado 4.488 árboles en 59 sectores del Distrito Metropolitano. A partir de ese diagnóstico, se han intervenido ya 21 zonas y se prevé ampliar las acciones a 26 más durante el año.
El plan contempla el retiro de árboles que presentan riesgos evidentes. Según cifras de la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop), en lo que va de 2025 se han retirado 901 árboles con signos de debilidad estructural o inclinaciones preocupantes. Se estima que este número podría duplicarse hasta alcanzar los 2.000 ejemplares retirados en total durante el año.
A pesar de esta cifra, Sandoval aclaró que el 90 % del arbolado evaluado se encuentra en buen estado. Además, por cada árbol que se tala se plantan diez nuevos. Hasta la fecha, cerca de 20 mil árboles han sido sembrados como parte del programa de reposición y regeneración del paisaje urbano.
Protección del patrimonio natural
La estrategia municipal también contempla el cuidado del arbolado patrimonial. En Quito existen 464 árboles catalogados por su valor histórico, cultural o ambiental. De ese conjunto, el 52 % ha recibido mantenimiento preventivo, como podas técnicas y fertilización, con el objetivo de preservar su longevidad y reducir los riesgos durante las temporadas climáticas más exigentes.
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Replantando el diseño urbano
Más allá del manejo inmediato de la emergencia, el Municipio ha iniciado un proceso de reflexión y replanteamiento del modelo de arborización urbana. Morales considera que durante años se ha concebido al árbol como un simple elemento ornamental, priorizando su siembra en parterres sin tomar en cuenta otros espacios disponibles, como aceras o áreas de sombra estratégicas. “El arbolado urbano no es decoración: es una infraestructura verde que debe cumplir funciones ambientales, como absorber CO₂, regular el microclima y proteger contra la radiación solar”, enfatizó.
La Secretaría de Hábitat y Ordenamiento Territorial lidera la elaboración de un nuevo Plan de Arbolado Urbano. La propuesta contempla priorizar especies nativas como cholán, arrayán y pumamaki, adaptadas a las condiciones específicas de Quito, más resistentes y sostenibles a largo plazo.