El Metro de Quito cumple su primer año: estas son las tareas pendientes
Autoridades destacan que hay más viajes, lo que supondría una disminución del subsidio
Desde que se inició la operación comercial del Metro de Quito, el 1 de diciembre de 2023, José Rivera lo usa todos los días para ir a su trabajo, para salir con su familia, para visitar a sus conocidos. Ahora no imagina realizar todas sus actividades sin moverse en este sistema de transporte subterráneo.
“Tengo más tiempo que lo aprovecho en otras cosas. Ahorro dinero porque ya no uso mi carro y contamino menos”, mencionó el día que se celebró el primer aniversario del Metro. Allí recibió un diploma de parte del alcalde Pabel Muñoz, que lo reconoció como usuario frecuente.
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Leer másCon Rivera coinciden muchos usuarios, que aseguran que una de las grandes ventajas es la disminución del tiempo en trayectos que antes les podían tomar hasta 50 minutos.
Y esa también es una de las razones por las que cada día más personas usan el sistema. Las primeras proyecciones estimaban un promedio diario de 120.000 viajes, pero se superó la expectativa y en 12 meses de operación la cifra alcanzó un promedio de 145.000, con un total de 53 millones de viajes.
Sin embargo, el concejal Andrés Campaña mencionó la última encuesta de Quito Cómo Vamos que muestra que solo un 6 % de consultados usan el sistema, frente al 65 % que se moviliza en transporte público, que incluye al Trolebús, Ecovía, Corredor Sur Occidental y otras cooperativas.
“Una de las cosas que limita el uso del Metro es la falta del plan de reestructuración de rutas y la integración con el transporte público”, argumentó Campaña.
El edil recordó que el pasado 9 de julio venció el plazo para la implementación del plan de rutas de más de 3.000 buses urbanos, así como la integración tarifaria entre el Trole y la Ecovía. Para Campaña, mientras no existan dichos procesos, “no solo no aumentarán los usuarios, sino que el tráfico seguirá afectando a la ciudad y los pasajeros pagarán más por movilizarse”.
¿Menos subsidio?
Desde el Municipio hay más optimismo e incluso se vislumbra la posibilidad de reducir el subsidio que recibe el sistema. Pabel Muñoz mencionó que algunos días se han alcanzado los 200.000 viajes, superando así las proyecciones. Uno de los objetivos es, con un análisis previo, “lograr una menor necesidad de transferir recursos municipales”. El alcalde no precisó el monto de subvención, pero indicó que todo el sistema de transporte a cargo del Cabildo recibe $ 90 millones.
Para Édison Yánez, experto en temas de movilidad, reducir el subsidio sería complejo. Explicó que con el modelo inicial de $ 45 millones por costo de operación y mantenimiento anual, y con 400.000 pasajeros integrados, el costo del subsidio estaba entre $ 9 y 12 millones; pero ahora, al dividirse los contratos, la operación cuesta casi 100 millones, por lo que el monto sería de $ 40 millones. “Así se cumpla con la meta de usuarios, se va a necesitar un subsidio”, recalcó.
Sobre el primer año de operación del Metro, Yánez destacó que, aunque tarde, se logró firmar los contratos de mantenimiento. Sin embargo, indicó que para abaratar costos es necesario que sea uno solo, como lo establecían los estudios, y no independientes, como se maneja en la actualidad.
Preocupación en la veeduría
Al respecto, desde la veeduría del Metro hay preocupación por la firma de un contrato de $ 55,2 millones. Darío Paladines cuestionó que como fiscalizadores no fueron tomados en cuenta, ni tuvieron acceso a la documentación relacionada a la adjudicación.
Por ello exhortó a las autoridades a transparentar los términos y condiciones del documento y también las obligaciones de las partes, que por ahora desconocen.
“No hemos sido tomados en cuenta para conocer el proceso. ¿Quiénes son las personas en el directorio? ¿Cuáles son los componentes de los contratos? Esto podría abrir la puerta a conflictos de interés”, insistió.
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Leer másAl igual que Yánez, Paladines considera que el sistema no es sostenible financieramente debido al desbalance entre ingresos y el costo de operación.
Otro de los retos a largo plazo que ha mencionado Muñoz es la extensión del sistema. Al momento se buscan opciones, pero para la concejala Analía Ledesma, la ciudad requiere soluciones para los problemas de hoy y se deben priorizar los recursos pensando en otras alternativas de transporte, como aéreo, de tránsito rápido u otros, que resultarían más económicos. “El Metro tiene que consolidarse como un eje articulador hasta convertirse en la columna vertebral de una ciudad con más bienestar”, dijo.
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