El miedo invade a vecinos del barrio Osorio, tras alerta de un nuevo aluvión
En el 2019 se registró un aluvión en este sector. Tras una nueva emergencia, moradores exigen la atención de las autoridades
La cicatriz del aluvión aún marca el rostro del barrio Osorio. Cinco años después de que la furia del lodo descendiera por la ladera montañosa, el recuerdo sigue vivo en la memoria de sus habitantes. Jesús Hidalgo, morador del sector por más de 40 años, aún siente un escalofrío recorrer su espalda cuando escucha el rugido de la lluvia. La pesadilla del 2019, cuando un río de tierra y piedras afectó a 14 viviendas y 10 vehículos, se vuelve presente.
El pasado 29 de marzo, en pleno feriado de Semana Santa, el fantasma del aluvión volvió a rondar el barrio Osorio. Las intensas lluvias amenazaban con desbordar una represa en la zona alta del sector San Lorenzo, colindante con este sitio. Según información publicada por parte del Municipio, las lluvias arrastraron material que llenó el 70% de la piscina de alivio en la quebrada Yacupugro, en el noroccidente de Quito.
El crujir del agua y el rugido de troncos arrastrados por la corriente despertaron el terror en los vecinos. “Era como un estruendo”, recuerda Óscar Mullo, otro habitante del sector.
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Heridas del aluvión: el olvido agrava el dolor
Leer másRelata que una vecina le alertó por mensaje y él subió a la zona, la escena era aterradora: un caudal de agua y lodo se precipitaba por la acequia, llenando el colector. El lado sur, por donde se desfoga el agua, estaba taponado. La tragedia parecía inminente.
Relata que advirtieron de la emergencia y una maquinaria del Municipio acudió al lugar después de dos horas.
Sin embargo, la tranquilidad es solo temporal. El temor persiste cada vez que el cielo se oscurece y las nubes amenazan con descargar su furia. La memoria del aluvión es un fantasma que acecha en cada gota de lluvia.
Mullo dice que se ha convertido en el guardián de la represa. Su vigilancia es constante y es que el miedo aún es evidente, pues perdió su casa con el aluvión de hace cinco años. Por eso, no solo busca prevenir inundaciones, sino también incendios, comunes en la zona durante el verano.
Oscar Mullo
Para él, la clave para evitar desastres es el mantenimiento permanente que no se ha dado por parte de las autoridades de turno y que solo reaccionan ya cuando existe la emergencia, reclama.
Su vecino, Jesús Hidalgo, recuerda que el Cabildo amplió el canal a dos metros después del aluvión de 2019. Sin embargo, desde entonces no se ha realizado ningún control ni limpieza. Dos semanas después de la última lluvia, la marca del nivel del agua aún permanece en la represa. “Vinieron con palas, sacaron la arena y le dejaron al filo, desde que se llenó la estructura sigue la arena que no fue retirada”, cuenta.
En un recorrido que realizó EXPRESO constató junto con los vecinos que a lo largo del canal aún hay troncos y piedras que obstruyen el caudal.
A decir de los moradores, esta situación aumenta el riesgo de un nuevo aluvión. Mullo cuestiona que los controles se efectúen a través de drones, pues cree que estos artefactos no muestran la realidad que se podría evidenciar si realizan un monitoreo a pie. Aseguran que en la parte alta de la quebrada Yacupugro también se está represando el agua. Denuncian que han identificado que existe tala de árboles, por lo que solicitan que se realicen inspecciones.
Rumiñahui blinda al cantón contra las lluvias y desastres
Leer másLos residentes del sector viven con temor constante. A pocos metros de la represa hay un condominio y viviendas que se verían afectados.
Los residentes del sector conviven con el temor constante de un aluvión. Recuerdan cómo, hace años, la represa se convirtió en un espacio para la actividad deportiva, con la formación de la Liga La Bombonera. Sin embargo, en la administración del Mauricio Rodas se les prohibió el acceso, dejando la responsabilidad de la limpieza y el monitoreo en manos de las autoridades.
Soluciones inexistentes
Francisco Guamán, presidente del barrio, ha perdido la cuenta de las solicitudes que ha enviado para la instalación de sistemas de alerta temprana (SAT) y alarmas que adviertan del peligro. Una estructura en el canal, donde se suponía que se colocaría un dispositivo, permanece vacía como un monumento a la inacción.
Guamán dice que las autoridades, centradas en la quebrada El Tejado, parecen ignorar el riesgo latente que existe en zonas donde hay otras como en el barrio Osorio. La única opción de refugio, una cancha ubicada en la calle Vialacentera, también se vería afectada en caso de un aluvión.
Los vecinos hacen un llamado a las autoridades para que atiendan sus pedidos.
Jesús Hidalgo
EXPRESO consultó a la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps) sobre la emergencia que se registró días antes e informaron que personal de la entidad trabajó desde la noche de aquel 29 hasta el sábado 30 de marzo en el desfogue del agua en forma controlada en la quebrada Yacupugro.
Además, se efectuaron los trabajos de limpieza del canal y se habilitó en su totalidad por donde fluye el agua. Se tiene programado empezar los desalojos del material la segunda quincena de este mes.
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