La "Monna Lisa de América" es restaurada en Quito
La emblemática obra data de 1600. Su afectación responde al toque humano y a paso del tiempo
La Virgen del Rosario de la Escalera es reconocida como la obra más antigua de América. Fue pintada en 1600 por el padre Pedro Bedón, y desde hace siglos reposa en la Capilla del Rosario, junto al convento de Santo Domingo, en el Centro Histórico de la capital.
La enorme pieza pictórica, que mide 2,24 metros por 2,86, recoge los icono de la fe de la orden los frailes dominicos, con la virgen al centro y con los santos Jacinto de Polonia, Tomás de Aquino, Pedro Mártir, el beato Santiago de Bevagna, Vicente Ferrer y Antonino de Florencia a lo alrededores.
La obra, explica el restaurador Ramiro Endara, titular de Conservarte Ecuador, es considerada como “la Monna Lisa de América” por los historiadores de arte. Sin embargo, su exposición a los elementos y al roce humano la ha ido deteriorando.
“Pese a que no se debería tocar, por su antigüedad y valor, hay muchos creyentes que se acercan, tocan la obra y se santiguan. Con el paso del tiempo, ese roce ha ido deteriorando la obra”, señala.
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En agosto, gracias a un fondo de 15,000 euros dotado por la Fundación Gerda Henkel Stiftung de Alemania, la entidad inició la restauración de la pintura, cuya última restauración se había llevado a cabo hace aproximadamente 17 años.
“Debido al estado de la obra, era necesario conseguir fondos externos para poder restaurarla, ya que requiere un nuevo soporte rígido, limpieza, la restauración de los faltantes de la pintura que se ha ido desprendiendo. y la colocación de una capa de protección”, explica Endara.
Este agrega que la reposición de la pintura debe hacerse con el mismo método que el padre Pedro Bedón, fundador de la Escuela Quiteña, utilizó en 1600. “Lo primero que hicimos, fue el análisis químico de los elementos en la pintura, para que la reposición se pudiera hacer con los mismo materiales. Uno de estos, por ejemplo, es la cola de conejo, que se debió importar desde Francia”, dice.
Cuatro expertos trabajan en la restauración de la emblemática obra, cuyos trabajos concluirán a mediados de septiembre.
Una reserva con tesoros de la Escuela Quiteña
Fr. Antonio Cabrejas, prior del convento Santo Tomás de Aquino, explica que la recuperación de las piezas del lugar es de vital importancia para el patrimonio. “Tenemos una importante reserva de piezas de la época que se podrían perder si no reciben mantenimiento. Esta intervención era la más importante, pero esperamos poder continuar dando cuidado a las demás”, dice.
Endara añade que, además de la Virgen del Rosario de la Escalera, la entidad también trabaja en la restauración de la obra El Señor de la Justicia, que es parte del repositorio de la orden dominica.
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