Quiteños esperan que policías regresen a las UPC
La recuperación de 108 UPC se retoma en Quito, tras el fin del estado de excepción
Guadalupe Tapia, de 74 años, vive frente a la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) Ferroviaria Media, ubicada en el sur de Quito. Cuando vio que estaban arreglando el lugar, hace cuatro meses, se entusiasmó.
Pensó que al fin llegaría más seguridad al sector, que es considerado una de las zonas donde se concentra la mayor cantidad de delitos en la ciudad.
La mujer no ha sido ajena a esta realidad. A inicios de año dos hombres forzaron la puerta e ingresaron a su casa. Pidió auxilio a los vecinos y del “susto” abandonaron la vivienda. La Policía nunca llegó, afirma.
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“Cuando vimos que estaban trabajando en la UPC, hace unos meses, nos pusimos contentos, pero nada. Yo veo que solo vienen algunas noches a dormir y en la mañana se van”, reclama.
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Leer másPatricio Sapla también reside en la zona. Al igual que su vecina, le preocupa que no haya policías ni patrullaje en las calles del populoso sector. El morador sostiene que rara vez hay algún uniformado. Cuando los ha observado, asegura que solo entran y cierran la puerta.
La de la Ferroviaria Media es una de las que recibió mantenimiento dentro del plan de recuperación y rehabilitación de 108 Unidades de Policía Comunitaria, implementado por el Municipio capitalino frente a la inseguridad en la ciudad.
Carolina Andrade, secretaria de Seguridad, señala que tras la firma del convenio entre la Policía, el Ministerio del Interior y el Cabildo, en 2023, se definieron trabajos en 45 instalaciones, en una primera fase.
Hasta diciembre del año pasado se entregaron 35. En esos espacios se realizaron obras de mantenimiento como reparación de techos, pisos y pintura. La funcionaria cuenta que, por ejemplo, algunas tenían daños en las tuberías internas y problemas en el desfogue de aguas servidas, lo que provocaba humedad. El objetivo es que, en cuanto a infraestructura, estén operativas al 100 %, menciona.
En las 10 restantes de la primera fase se han retomado los trabajos y la Policía ya ratificó los sitios en donde se hará la intervención física. Se priorizó las UPC más grandes, que acogen a más de 10 uniformados. Al momento, señala Andrade, se realizan inspecciones para levantar las necesidades de cada una.
Guadalupe Tapia
Para Tapia y Sapla, si bien estos trabajos son necesarios, es importante que los efectivos estén en el sitio y que también realicen controles y patrullajes frecuentes.
Al contrario de lo que ocurre en la Ferroviaria Media, en la Ferroviaria Baja sí hay presencia policial y los moradores sienten que hay más vigilancia.
José Luis Guevara vive en ese sector del sur más de 50 años. Reconoce que es un sitio peligroso y los robos son ‘pan de cada día’.
Hace cinco meses fue víctima de un intento de asalto con un arma blanca cuando se dirigía a su trabajo, a las 06:00. Para que no le hagan daño su opción fue correr. La amenaza se repitió. A mediados de 2023 dos hombres intentaron ingresar a su vivienda, pero no cumplieron su objetivo. El auxilio de la Policía llegó de inmediato.
En la UPC Ipiales, ubicada en el centro de Quito, en cambio, se ejecutan los últimos detalles en la pintura y la colocación de una ducha. En el lugar se realizaron diferentes trabajos en la cocina y baño.
Andrade explica que el plan de rehabilitar 108 UPC surgió a raíz de la incorporación de 1.200 policías en el Distrito. Entonces, en coordinación con la Fuerza Pública, se vio la necesidad de intervenir en espacios que estaban en desuso o no tenían las condiciones para que los efectivos los habiten.
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Leer másEn enero, la declaratoria de estado de excepción y de un conflicto armado interno obligó a que los uniformados se replieguen a sus cuarteles y el plan se frenó. Tras la finalización de la medida, la Policía trabaja en una reorganización para que los efectivos estén de nuevo en los barrios de la ciudad.
La funcionaria detalla que otras 40 unidades serán equipadas con computadoras, impresoras, camas, colchones. En 23 más ya se trabajó en un mantenimiento preventivo; están pendientes siete que se entregarán la siguiente semana.
Mientras, los vecinos esperan que estas acciones contribuyan a combatir la inseguridad y sobre todo que haya uniformados en las UPC.
María José Romero pide que las rondas y vigilancia se mantengan durante todo el día y la noche. Asegura que en su sector, en la calle Yumbos y Florida, en el norte, los robos a personas y negocios no cesan, pese a que hay una UPC cerca.
"El barrio se ha vuelto muy peligroso. De vez en cuando veo que hay policías pero generalmente no", dice.
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