Municipio de Quito suspende el agua en 95 barrios para mitigar la sequía
Estas medidas preventivas preocupan a la ciudadanía. Los cortes se dan desde ahora por 10 horas
El Distrito Metropolitano de Quito enfrenta una nueva crisis que amenaza con complicar aún más la vida diaria de sus habitantes. El anuncio del alcalde Pabel Muñoz sobre los cortes de agua programados por 10 horas al día en varios barrios de la capital no solo generó preocupación entre los quiteños, sino que puso en alerta a los vecinos de 95 de los 1.280 barrios de la ciudad. El racionamiento, que afecta principalmente a las zonas centro y sur de Quito, es una respuesta a la grave sequía que azota la región y a los frecuentes cortes de electricidad que paralizan las bombas que alimentan el sistema de agua potable.
El alcalde Muñoz destacó que el impacto de la falta de lluvias ha sido especialmente severo en los cuatro sistemas de distribución de agua de la ciudad, entre los que destaca el Pita-Puengasí, responsable del suministro de agua a varios barrios de las zonas altas y periféricas.
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Según las autoridades, los niveles de agua en las fuentes que abastecen el sur de Quito son particularmente bajos, por lo que se han implementado medidas preventivas en esta área. “No ha llovido en los cuatro sistemas de distribución, lo que nos obliga a aplicar cortes de agua para evitar una crisis mayor”, explicó Muñoz, señalando que la situación es aún más crítica en las zonas de mayor altitud, donde los cortes de agua pueden durar hasta 10 horas al día.
Los comerciantes se ven afectados por los cortes de luz y agua
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Leer másLos racionamientos no solo afectan a los hogares, sino que también están impactando fuertemente a los negocios. Francisco Guerrero, propietario de un bar-restaurante en la Villaflora, sur de la ciudad, es uno de los empresarios que enfrenta las consecuencias de esta emergencia. “Este es el peor año para el negocio, primero fueron los cortes de luz y ahora los racionamientos de agua.
La clientela nocturna ha disminuido mucho, y ahora me veo obligado a abrir hasta las 18:00 por la inseguridad y la falta de agua”, comenta preocupado. Guerrero no solo ha tenido que ajustar los horarios de su restaurante, sino que también ha invertido en una planta de agua de 600 litros para poder abastecerse mientras dure el racionamiento.
Situaciones similares se viven en otros comercios del sector. Saskia Arcos, administradora de un hostal en la misma zona, relata que los cortes de agua complican las tareas de limpieza y el servicio a los huéspedes. “No tenemos agua para el aseo, tengo que llenar baldes y envases para poder cocinar y lavar la ropa de los huéspedes”, cuenta, destacando que estos problemas se suman a la escasez de electricidad, que ya afecta el funcionamiento de su negocio.
Por su parte, Daniel Cisneros, propietario de un restaurante en el sur de la ciudad, ha tomado medidas preventivas para no afectar su servicio. “Tenemos un reservorio de 500 litros de agua para asegurar el funcionamiento del restaurante. Con los racionamientos, debemos ser más cuidadosos, pero no podemos detenernos”, señala, explicando que el agua almacenada les dura aproximadamente dos días. Sin embargo, si los cortes se prolongan, tendrán que buscar más opciones para abastecerse.
¿Por qué se dan los cortes de agua?
El problema es de tal magnitud que el jefe de la Unidad de Operaciones Sur de Agua Potable, Franklin Maiza, explica que el racionamiento preventivo es necesario para asegurar la continuidad del servicio. “Este sistema de distribución funciona bajo presión, lo que significa que necesitamos estas 10 horas para garantizar que el agua llegue a todos los sectores, incluso a las partes más altas de los barrios”, explica Maiza, quien recalca que la medida no responde a una crisis inmediata sino a una acción para evitar un desabastecimiento mayor.
Franklin Maiza
Quito tiene agua por cuatro fuentes de alimentación, sistema Papallacta que abarca a un 45% de la población, Mica Quito-Sur al 17%, el sistema Pita Puengasí al 27% y Conducciones Noroccidentales, 4%.
La situación hídrica en Quito se encuentra en un punto crítico. “Esperamos que llueva pronto para recuperar los niveles de las fuentes de agua. Los cortes actuales se mantendrán hasta que los caudales alcancen niveles adecuados”, explicó Maiza. Sin embargo, el panorama depende en gran medida del clima.
Por su parte, Muñoz destacó un problema preocupante: “En Quito, con 2,9 millones de habitantes, se consumen 46 litros adicionales por persona cada día. Esto equivale a 133 millones de litros desperdiciados, suficiente para llenar 43 piscinas olímpicas diarias”. Esa cifra representa la capacidad de una planta que podría abastecer a 345 mil personas, similar a la población de Riobamba. “Es fundamental cambiar nuestros hábitos de consumo”.
José Salazar, docente de la Universidad SEK, advirtió sobre la gravedad de la situación: “Si las condiciones climáticas no mejoran, podríamos enfrentar una crisis. Según las previsiones, no se esperan lluvias en Quito ni en el resto del país durante los próximos cinco días, y es probable que la sequía se extienda en las semanas siguientes”.
Soledad Trujillo
Los informes indican que los embalses de La Mica y el río Pita solo tienen capacidad para abastecer a la ciudad durante las próximas dos semanas.
Después de ese período, los caudales disminuirán, lo que obligará a extender las horas de racionamiento. Ante este escenario, resulta urgente que el Municipio lance campañas de concienciación para fomentar el ahorro de agua.
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