Muñoz admite que 300 casas se están hundiendo por el Metro
El informe de causalidad determinó que existe una responsabilidad parcial. Los propietarios de las viviendas exigen se active la póliza de seguro
Juan Pozo, morador del sector de Solanda, vive en una casa de dos pisos que se está cayendo a pedazos.
Las grietas en las paredes, la humedad que carcome los muros, las tuberías que sobresalen entre los pisos y la total penumbra que reina en el interior son el testimonio de la destrucción que ha sufrido su vivienda.
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Pozo dice que los problemas empezaron a surgir a raíz de la construcción de la estación del Metro de Quito, que se encuentra ubicada a pocos metros de su casa. Los trabajos de excavación y las vibraciones que causaron los mismos, según él, provocaron que su vivienda se empezara a desmoronar.
“La casa se está cayendo”, dice Pozo con resignación. “Aquí estamos decididos a morirnos, no vamos a retroceder con la petición que estamos haciendo los moradores, es nuestro patrimonio que conseguimos con mucho esfuerzo”.
Su familia lo abandonó y él se quedó en su vivienda que lo acogió hace 30 años. Vive en compañía de sus cinco perros en un pequeño cuarto donde la humedad y la destrucción aún no llega.
Vivíamos ocho personas, todos se fueron porque no podían vivir en estas condiciones. Se está hundiendo la casa, el sistema de alcantarillado colapsó y se inundó mi casa.
Estos daños se extienden a 400 viviendas. De esta cifra, 50 familias tuvieron que abandonar sus propiedades porque fueron catalogadas como inhabitables. Durante los últimos meses de 2023, el Municipio de Quito colocó esponjas, madera y columnas de metal en el interior y exterior de las casas como parte de un plan de mitigación. Sin embargo, los vecinos califican de “medidas parche” a estas soluciones.
Ante esta situación y tras una larga espera, el alcalde de Quito, Pabel Muñoz, reconoció que la construcción del Metro de Quito provocó el hundimiento de cerca de 300 viviendas en el barrio de Solanda, sur de la ciudad. Así lo dijo el 26 de enero de 2024.
El burgomaestre admitió que “el estudio contratado para conocer las causas del hundimiento reconoce que hay una parte de causas que podrían estar imputadas al proceso de construcción”.
Sin embargo, la mañana del 29 de enero de 2024, Muñoz evitó dar detalles sobre el contenido del estudio que determinó las causas del hundimiento de las casas en Solanda, en el sur de la capital.
“El informe establece un porcentaje de responsabilidad del Metro”, dijo Muñoz durante una rueda de prensa, pero se negó a revelar cuál es ese porcentaje. “Nosotros exigimos el cumplimiento de la póliza. Ahora empezamos el proceso para que se pueda ejecutar”, agregó.
La respuesta del alcalde generó malestar entre los vecinos de Solanda, quienes exigen que se les indemnice por los daños causados a sus viviendas.
“No sabemos cuánto nos van a pagar, ni cuándo. Es una incertidumbre que nos tiene muy preocupados”, dijo Blanca Córdoba, propietaria de la vivienda afectada.
No podía ni dormir por temor que se derrumbe mi casa. Mis ahorros los invertí en la salud de mi esposo y no tengo dinero para reparar mi vivienda, por eso pido la ayuda del alcalde.
El hundimiento de casas se expande a ocho cuadras a la redonda, según denunció Rosario López, moradora del sector.
López, quien vive en una casa de tres pisos, está preocupada por el hundimiento. Su madre se niega a abandonar su hogar y han tenido que recurrir a préstamos para arreglar los daños. “Hay viviendas de uno, dos, tres y cuatro plantas con ventanas rotas, paredes agrietadas, pisos inclinados y techos destruidos”, aseguró.
La moradora exigió al Municipio de Quito el pago de las indemnizaciones que corresponde a 50 millones de dólares que constan en el contrato firmado entre el constructor del Metro de Quito y la empresa de seguros. “Ninguno de los últimos cuatro alcaldes ha hecho nada por solucionar esta problemática”, dijo López. “Estamos cansados de promesas vacías. Queremos que nos indemnicen”.
Guido Páez, coordinador de veeduría ciudadana Metro de Quito, mencionó que no han podido acceder al informe. “Entiendo que en pocos días más se hará público y estamos solicitando que se nos entregue el informe que tiene más de 2.500 páginas, para analizar y estudiar el resultado del mismo”, argumentó.
Páez dice que el informe sugiere que la construcción del metro ha exacerbado el proceso de hundimiento al desarrollarse en un área con un alto nivel freático. Se ha destacado que algunas edificaciones carecían de los permisos necesarios para construir y se intenta atribuir parte de la responsabilidad a los propios ciudadanos.
“Si el hundimiento de estas viviendas hubiera llevado 40, 80 o incluso 100 años, la responsabilidad del Metro de Quito en acelerar dicho proceso sería significativa”.
La mayoría de los residentes en la zona afectada son personas de la tercera edad, muchos de ellos enfrentando problemas de salud. Esto agrega una doble vulnerabilidad a estas personas, menciona.
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