
Quito | “Nadamos en un océano de inseguridad, miedo y zozobra”
Es la sensación de la ciudadanía que convive con la delincuencia día tras día, en la capital. El terror de transitar genera psicosis en algunos
Pese a que en Quito no se han registrado hechos violentos de similar magnitud a los del Puerto Principal y otras ciudades, la percepción de inseguridad late aceleradamente entre la gente, más aún después de la amenaza de bomba, registrada el lunes en la tarde, en el sector de Iñaquito, norte de la urbe, y del asesinato a un joven de 18 años, por resistirse al robo de su celular, en las afueras de un centro comercial, en el sur.
Romel Armijos reside en la capital desde que era niño. Su vida transcurrió con normalidad, hasta hace tres años cuando, según él, “la ciudad se dañó mucho más”.
Tanto así, que cada vez que sale de casa lo hace con temor de no regresar, cuenta. La inseguridad es un factor que lo pone en jaque todos los días, pero el lunes fue peor, porque precisamente transitaba por la zona donde se colocó el presunto artefacto explosivo que tuvo en zozobra a los transeúntes de Iñaquito.
“Ese fue un acto efectivo. La delincuencia está haciendo bien su trabajo. Con esa amenaza, que pese a que dijeron que no había explosivos, ya fue una advertencia solo por haber abandonado el coche con la caja. Con eso nos dijeron que no estamos exentos de recibir bombazos como en Guayaquil, esperemos que no sea así y que las autoridades por fin pongan mano dura a tanta desgracia”, dijo.
Más al sur, sobre la avenida Maldonado, Inés Páez, de 60 años, caminaba frente al centro comercial donde murió el muchacho que se resistió al robo de su móvil. Ella conoce del hecho. Escuchó cómo fue y se aflige. “Ya no conocemos lo que es la paz. No hay un lugar tranquilo o seguro. Todo está infectado de maldad, de delitos. La sociedad está enferma y cada día decae más. El miedo con el que transito es mayor a mí. Hay veces que prefiero no salir a hacer mis trámites porque no sé si regresaré a casa. Es terrible”, se lamenta.
Como ella, otras personas se muestran insatisfechas, inquietas, amedrentadas e incluso resignadas ante el acecho de la delincuencia.
Francisco Ibarra recordó que hace tres años le robaron el automóvil cuando lo dejó estacionado en la avenida González Suárez, sitio considerado como uno de los de mayor plusvalía, en el norte de Quito.
Desde entonces, circula a bordo de una bicicleta o en bus. Dice que se volvió estratega y detective para recorrer la ciudad. Hacerlo es un reto diario y antes de poner un pie en la calle procura armar una ruta, considerando los sitios de mayor peligrosidad para esquivarlos.
“Siempre analizo cuáles son las calles más peligrosas. Si hay vagos en las esquinas. En cuáles se colocan más seguido. O si hay personas de dudosa procedencia en los semáforos. Y pese a eso uno no se libra de chocarse con algún malandrín. Es increíble que los ciudadanos de bien tengamos que esquivar o escondernos de los que le hacen tanto daño a la ciudad y al país”, dijo Francisco.
Según cifras estadísticas de la Policía, hasta el 12 de agosto de este año se han registrado 4.128 robos a personas. Es decir, 848 más con relación a los casos totales del año pasado. El 80 % de la incidencia delictiva se concentra en los distritos Eugenio Espejo, Quitumbe y La Delicia.
María Benítez lo corrobora con su testimonio. Vive en Cotocollao y hace tres meses experimentó la peor angustia de su vida, cuando no tenía rastro del paradero de su esposo, quien al parecer fue víctima de secuestro exprés.
Según la mujer, dos hombres llegaron a su casa para contratar los servicios de carpintería de su cónyuge. “Dijeron que les habían recomendado el trabajo de mi marido y que le necesitaban. Le dieron el nombre de una persona conocida, nos indicaron la cédula y les creímos. Entonces se fueron a las 10:00 y no supe nada hasta la madrugada, que la Policía me ubicó al celular”.
Su pareja fue golpeada y abandonada por San Juan, zona centro. “Es invivible todo esto. Los ladrones no piensan en nada y arrebatan hasta la vida. Pusimos la denuncia pero no hay resultados”, finalizó Benítez.