Nayón enamora a quiteños por su comida y los viveros
La calle Quito se llena de cientos de personas que esperan por horas para comer cangrejos La variedad de plantas es otro atractivo de la parroquia
Al menos un fin de semana al mes, Roberto (omite su apellido), junto con su esposa e hijo, tienen la costumbre de bajar a Nayón para comer lo que se ha convertido en un plato tradicional en la parroquia del nororiente de Quito: los cangrejos.
Llegar desde su casa, ubicada en el sector de La Gasca, le toma alrededor de 30 minutos. El recorrido es relativamente rápido, pero se demora al ingreso de la calle Quito. Ir por ese tramo, especialmente en domingo, le puede tomar más de una hora.
“Bajar desde la calle Quito hasta el parque no toma más de tres minutos, pero sábado y domingo hay bastante tráfico. Una vez nos demoramos más de una hora, pero vale la pena”, asegura Roberto.
Feriado Semana Santa: Disminuye el número de emergencias en Ecuador
Leer másLe invitamos a que lea: Lloa, sabores que desafían el paladar
Lo mismo piensa Sofía Erazo. Pese a la gran carga vehicular que existe en la calle y no hay dónde estacionarse, se da el tiempo para comer las también famosas tilapias fritas.
Ella vive en el sur de Quito. Además de la gastronomía, Erazo es amante de las plantas. Y qué mejor lugar para adquirir unas cuantas.
Antes de ser famosa por sus cangrejos, pescados y almejas, Nayón era solo conocida como ‘el jardín de Quito’.
Hace más de 40 años se instalaron los primeros viveros con orquídeas de colores, cucardas frescas, bonsáis, geranios, dalias y otro sinfín de plantas medicinales. En la actualidad hay más de 300 viveros en toda la zona.
Y justamente la gastronomía y los viveros son los que atraen a cientos de personas, especialmente del centro de la ciudad. No siempre fue así. Daniel Anaguano, presidente de la Junta Parroquial de Nayón, recuerda que hace 15 años era un pueblo tranquilo, sin muchos visitantes.
La parroquia evolucionó y creció. Llegaron obras y a muchas personas les interesó. Antes, bajar a Nayón era toda una odisea, pero ahora estamos cerca de la ciudad
El feriado no llenó las expectativas de operadores turísticos de Esmeraldas
Leer másLo que contribuyó al crecimiento fue el sector inmobiliario. Anaguano explica que muchas personas buscaban vivir en un ambiente rural, sin estar muy lejos de la ciudad y desde el 2010 se incrementó la construcción de proyectos inmobiliarios. Según el último censo, en la parroquia hay 22.000 habitantes.
De acuerdo con el Gobierno Parroquial, el 54 % de familias son nativas, un 21 % proviene de Quito y un 25 % son moradores de otras provincias o distintos países como Colombia o Chile.
Lo que siempre ha caracterizado a los vecinos es que son emprendedores y es común ver pequeños puestos de comida al ingreso de las casas.
Como en todo pueblo, dice sonriendo Anaguano, la fritada, el caldo de gallina, caldo de patas, empanadas, papas con cuero... eran lo típico.
Dentro de esos pequeños negocios estaba el de Marco Chicomin y Nidia Tituaña. Para tener un ingreso extra vendían fritada en el zaguán de la vivienda. Pero su sazón costeña lo llamaba y un día decidió preparar cangrejos a su esposa.
Decidí emprender con maito, que no lo venden mucho en la zona. Inicié hace un mes y me ha ido bien. Adapté un espacio pequeño abajo de mi casa, junto al vivero.
Le gustaron a tal punto que le dijo a Chicomin que sería una buena idea venderlos. Es así como hace más de 20 años nació el primer local de venta de cangrejos. Su hija, Keyla, recuerda que solo la gente de la parroquia los conocía y los preparaban dos veces por semana. Para ese entonces, otros dos vecinos comenzaron a vender el crustáceo.
Le puede interesar: Pastoral brinda alimentos y servicios gratuitos en Colegio franciscano San Andrés
El panorama cambió en 2015 cuando un presentador de televisión los “hizo famosos”, dice la joven. En ese punto no había vuelta atrás y desde entonces, de jueves a domingo, Nayón se ha convertido en la tierra del cangrejo. En esos días, a este negocio llegan más de 500 comensales que disfrutan de su sazón tradicional. Los platos típicos como fritada, mote con chicharrón y bebidas como la colada morada no faltan en el menú.
Según Anaguano, solo en la calle Quito existen más de 30 negocios que ofertan cangrejos, tilapias y almejas. También hay tiendas, panaderías, farmacias.
El local de Hipatia Quijía se ubica en la concurrida avenida. Hace 12 años decidió adaptar un pequeño espacio en su casa. Menciona que durante cuatro años fue difícil sostener el negocio, pero resistió y hoy, en días con mayor afluencia, pueden llegar hasta 1.000 clientes.
“No les importa esperar hasta dos horas, hacen fila. Los carros están de lado y lado de la vía y hay mucho tráfico”, cuenta la vecina emprendedora.
Empecé a vender cangrejos en un espacio pequeño. Con los años amplié mi negocio y ahora llegan cientos de clientes que esperan hasta dos horas para comer.
Pese a la gran concurrencia de visitantes y la congestión que se genera, el presidente de la Junta sostiene que el tráfico todavía no se ha convertido en un problema caótico. Sin embargo, están trabajando en alternativas.
Una propuesta es que ya no se permita el ingreso a la parroquia por la avenida Manuela Sáenz, sino que salga directamente a la av. Simón Bolívar.
Según dice el dirigente, cuando hay problemas en esa vía, el centro de Nayón colapsa debido a que reciben toda la carga de Cumbayá y Tumbaco.
La mejor información en tus manos, SUSCRÍBETE A EXPRESO.