Nayón es la punta de lanza para la recolección diferenciada de residuos
El Municipio de Quito inició el plan piloto para el reciclaje en la parroquia rural y en otros tres barrios
Afines del año pasado, la Empresa Pública Metropolitana de Aseo de Quito (Emaseo) y la Secretaría de Ambiente señalaron que, en el marco de la edificación del Complejo Ambiental de Gestión Integral de Residuos Sólidos del Distrito Metropolitano de Quito (DMQ), uno de los grandes retos para 2024 era implementar la recolección diferenciada de residuos; es decir, el reciclaje.
Hasta el año pasado, la urbe contaba con tres rutas de recolección diferenciada, que cubrían veintidós barrios, distribuidos entre áreas urbanas y áreas rurales, y ya se había planificado la ampliación a cuatro rutas adicionales.
Cumplidos los primeros seis meses del año, el reto avanza con un proyecto piloto que se desarrolla en Nayón, La Primavera y La Armenia.
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Pero en Nayón, parroquia rural de aproximadamente 15.000 habitantes, el reciclaje era una realidad, incluso antes de sumarse a la iniciativa municipal.
Así lo explica Daniel Anaguano, presidente del GAD parroquial. “En 2021, la Red Nacional de Recicladores y la Asociación Sonríe se acercaron a nosotros. Ellas, casi todas madres cabezas de hogar, ya realizaban reciclaje en Quito, en la avenida República del Salvador, pero querían hacerlo aquí, en su parroquia. Empezamos a acercarnos a las ciudadelas privadas, para tener un punto de partida más organizado”, dijo.
La acogida tuvo una gran respuesta, y semanalmente las recicladoras se acercaban a retirar los residuos de plástico, vidrio y papel.
“Empezamos con dos ciudadelas y terminamos con veinte, tantas que ya nuestra única camioneta no daba abasto y un día ya no era suficiente para la recolección”, indica.
Frente a los esperanzadores resultados, la parroquia fue seleccionada dentro del proyecto piloto, que concluye a fines de septiembre.
“Estamos haciendo, con el Municipio, la recolección los jueves desde las 08:00 hasta pasadas las 15:00. Las personas deben separar sus residuos en casa y colocar el reciclaje en una funda azul para diferenciarla de los desechos orgánicos.
Las primeras semanas fueron de prueba y error, pero hoy ya tenemos claro cuánto demora y cómo hacerlo. La volqueta va casi llena y se han ido sumando ya no solo urbanizaciones, sino también barrios que ya están organizados”, asegura Anaguano.
Según Emaseo, desde su inicio formal el pasado 16 de mayo hasta la fecha actual se han recolectado 4,1 toneladas de material inorgánico potencialmente reciclable en las tres rutas donde se presta el servicio.
“El objetivo principal de esta etapa es evaluar la aceptación de la ciudadanía y prepararse para eventualidades en un servicio a gran escala”, indicó la entidad a EXPRESO.
En Nayón, no obstante, julio y agosto marcarán una prueba de fuego para el GAD parroquial, pues han definido los dos últimos meses como el tiempo idóneo para promover la recolección diferenciada en el centro de la parroquia.
“Tenemos claro que va a ser un reto, porque en el centro de Nayón aún tenemos dificultades con vecinos que sacan la basura fuera de horario. Sin embargo, vamos a empezar con una fuerte campaña de publicidad puerta a puerta y colocando tachos para el reciclaje en los centros educativos y en la plaza central”, indicó el funcionario.
Emaseo indicó que, tras concluir el plan piloto, se buscará la apertura de 21 rutas adicionales hasta diciembre y desde ahí irán ampliando la cobertura.
“Emaseo ha establecido una meta ambiciosa: un total de 178 rutas implementadas para el año 2027, con el 100 % de rutas a pie de vereda efectuadas. Este incremento gradual del servicio se busca mejorar la eficiencia y cobertura de la recolección diferenciada”, indicó la entidad.
Generar abono, el próximo paso
Para el GAD de la parroquia rural, cumplir con la recolección diferenciada es solo una de las propuestas de sostenibilidad que han planteado para la localidad, conocida por sus coloridos viveros que atraen a visitantes de todo el país.
Según Anaguano, para 2025, la iniciativa parroquial será implementar la creación de mecanismos para la recolección de residuos orgánicos con los que se pueda generar abono. “La idea es que este luego pueda ser usado para los viveros y para la agricultura”, dice.
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