Negocios golpeados por las obras en la Gral. Rumiñahui
Por 18 días estuvo suspendido el trabajo. Tres locales ya han cerrado y los demás piden saber la fecha de entrega. La Sercop criticó la licitación
Los negocios ubicados en la avenida General Rumiñahui, entre la avenida San Luis y la calle Santa Clara, en San Rafael, atraviesan una situación crítica. Las ventas han caído drásticamente desde el 1 de junio, cuando el Municipio de Rumiñahui comenzó el cambio de tubería en ese sector.
“Ya veníamos mal con la pandemia, alicaídos, luego llegó el paro y ahora esto. Nos quieren terminar de quebrar”, sostiene Jessica Noroña.
El principal reclamo no es sobre los trabajos, pues los moradores entienden que era necesario el cambio de tubería de asbesto a PVC; la queja se debe a la demora y la incertidumbre de no saber cuándo tendrán calle de nuevo y, principalmente, por qué se paralizaron durante 24 días.
El desafío de caminar en una ciudad con rampas tortuosas
Leer más“Casi cuatro semanas que no trabajaron y para nosotros son pérdidas, que nadie nos compensará”, hace notar Klever Quishpe, mecánico.
En la barbería donde trabaja Erick Rondón también han visto cómo los clientes ya no llegan. Si para fin de mes la situación no mejora, él podría quedarse sin empleo. “Acá cerca otros negocios prefirieron cerrar, han colocado carteles de ‘se arrienda’”. Desde el inicio de los trabajos ya han cerrado dos barberías y una pescadería.
El alcalde, Wilfrido Carrera, ha señalado que la suspensión de los trabajos se debió al paro indígena y al hecho de que la tubería no pudo pasar desde Cuenca. El Municipio informó que las obras se reanudaron el lunes 4 de julio.
“¡Cómo abren una calle sin tener los materiales!”, cuestiona Jefferson Torres. Él es dueño de un local de comida rápida y dirige un grupo de 240 personas afectadas. “No sabemos cuál es el cronograma de trabajo, dicen que han socializado, pero nunca hubo una reunión. Lo que sí repartieron (fueron) unas hojas volantes, que no todos recibimos. Además las obras se pararon antes del paro”.
El pedido del dirigente es que el Municipio les informe cómo será el avance de los trabajos, “que nos den una fecha de entrega, hasta para saber si levantamos los negocios o aguantamos con las uñas, como lo estamos haciendo”.
Parte de la información que no se ha dado a la ciudadanía es que el Servicio de Contratación Pública (Sercop) halló inconsistencias en el proceso de licitación y el 9 de junio pasado ordenó que se suspenda el proceso hasta revisar las denuncias de dos oferentes. Ellos indicaban que fueron descalificados sin razón. De nueve empresas que se presentaron, solo dos fueron calificadas y el contrato por 2,9 millones se entregó al Consorcio Rumiñahui.
La medida de suspensión estuvo vigente desde el 9 al 21 de junio, cuando la Sercop emitió su informe. Su conclusión fue que durante la licitación se afectó a los oferentes cuando se los descalificó sin una justificación, ya que sí habían cumplido con los requisitos. La Sercop recomendó que el Municipio declare la contratación como desierta, y advirtió que si seguía adelante remitirá el expediente de contratación “a los órganos de control pertinentes”, según consta en el oficio SERCOP-DSP-2022-2683-OF.
Los clientes ya no vienen porque no pueden pasar, pero también porque se forma una congestión muy grande aquí. Otros locales ya mejor se han ido.
El colectivo de vecinos entregó, el 4 de julio, un escrito al Municipio. Pidió que se les entregue el cronograma, el informe de la socialización y la justificación por la que se paró la obra. Y solicitan una compensación. “No queremos quebrar”.