Ordenanzas y normativas de construcción son un adorno
Hay prohibición de construir en las laderas del Pichincha, pero no se hace respetar la norma 90 barrios de esa zona son considerados como vulnerables.
El cemento en las montañas. En Quito, ya es común en el paisaje observar las casas en las laderas. La informalidad en la construcción está entre los factores que se apuntan a la hora de buscar explicaciones sobre la tragedia ocurrida en La Gasca y La Comuna (noroccidente de Quito).
Deslave en Quito: una familia quedó incompleta y en la calle
Leer másEdificaciones cerca de quebradas o en laderas, bajos estándares de construcción, entre otros inconvenientes, están entre los principales problemas, según arquitectos y urbanistas consultados por EXPRESO.
“En los bordes de quebrada se debe conservar entre 10 y 15 metros de distancia, dependiendo de los casos. Esta es una normativa que está vigente, pero lastimosamente no se acata”, aseguró Joan Proaño, vocero de Constructores Positivos.
“El Municipio debería ser muy estricto en permitir que no haya construcciones sobre la cota (permitida), ni formales ni informales”, aseguró María Samaniego, presidenta del Colegio de Arquitectos del Ecuador, provincia de Pichincha.
El Municipio (de Quito) debe ser muy estricto de que no haya más construcciones en las laderas, ni formales ni informales, en ninguno de los usos que se permite.
La Ordenanza municipal 446, aprobada en el 2012, constituyó el Sistema de Parques Metropolitanos en el Área natural de Intervención Especial y Recuperación (AIER), de las laderas del volcán Pichincha y del cerro Atacazo. La resolución se estableció para evitar la construcción de inmuebles de propiedad pública, privada o comunitaria en esas zonas.
Según el Atlas de amenazas del Distrito, 198 barrios se ubican en las laderas del Pichincha y aquellos que están cerca a quebradas o que no fueron construidos técnicamente forman parte de los 90 sectores vulnerables a movimientos en masa. En el estudio de 2018 ya se señalaba a La Comuna como una zona vulnerable.
Un organismo de control más eficiente para controlar las construcciones es necesario, aseguró Proaño. El representante de Constructores Positivos señaló que actualmente hay normativa y estándares, pero hace falta que se cumplan.
Lastimosamente esta normativa no se acata porque el 75 % de las construcciones de Quito son informales, es decir, nunca han pasado por un proceso profesional de diseño.
“El plan estaría bien, pero solo el 25 % de las construcciones en Quito realizan este proceso”, dijo Proaño.
Así será la ayuda económica para los afectados por el aluvión de La Gasca
Leer más¿Cuáles son las alternativas ante los barrios en sitios vulnerables? Samaniego señaló que se debería reubicar casas que están en riesgo a lugares más seguros, pero en las mismas zonas.
“Hay una deforestación muy importante, muy desordenada, que está vinculado a un proceso inmobiliario muy agresivo y muy fuerte”, aseguró Pablo Moreira, expresidente del Colegio de Arquitectos del Ecuador-Pichincha.
Por ahora, lo más urgente, según Moreira, es que las autoridades deben hacer una evaluación a las casas afectadas por el último deslave y verificar sus estructuras. “Tienen que ser analizadas (...) Debería haber un control fuerte. La fuerza del agua es tan fuerte como un sismo y se afectan en cimentación”, dijo el arquitecto.