El orgullo quiteño se debate entre la modernidad y la tradición

El metro, el centro histórico, los parques, su gente; Quito tiene motivos de sobra para que sus ciudadanos se sientan orgullosos de vivir en ella.

Y si bien las festividades de la urbe son una época donde la quiteñidad surge hasta lo impensable, el orgullo de ser habitante de la capital se mantiene a lo largo del año.

Las cifras lo respaldan: el Informe de Calidad de Vida y la Encuesta de Percepción Ciudadana 2024 elaborados por el colectivo Quito Cómo Vamos señalan que 83% de quiteños afirmó sentirse ‘muy orgulloso’ o ‘algo orgulloso’ de su ciudad, mientras que un 33% considera que las cosas en la urbe están yendo por buen camino.

Las cifras son un alza considerable en comparación a 2023, aumentando en un 18% y 13% respectivamente.

Daniela Chacón, coordinadora de la iniciativa Quito Cómo Vamos indica que si bien la satisfacción con la ciudad siempre ha contando con cifras positivas, en 2024 uno de los factores que más ha influido ha sido la apertura del metro, que recientemente celebró su primer año de funcionamiento.

“Por lo general, la movilidad es una preocupación ciudadana que se registra en todas la administraciones zonales, pero este año vemos que un factor incluyente es la apertura del metro, que ha logrado que el nivel de satisfacción con la ciudad aumente”, afirma.

Y si bien hay temas que preocupan a los ciudadanos, especialmente la inseguridad y el desempleo, como establecen las cifra de la encuesta, un alto porcentaje de ellos dice estar feliz con su ciudad.

EXPRESO realizó un recorrido por las calles de la capital, interrogando a sus ciudadanos sobre su relación con la urbe que habitan.

“El quiteño casi siempre es amable y cordial. Es muy orgulloso de su ciudad, de sus tradiciones, de su forma de hablar. A mi me parece que esa manera de habitar la ciudad, de estar conectado con ese pasado, es algo que se transmite de generación en generación y que a mí me hace sentir orgulloso”, señala Génesis Oña estudiante de 18 años.

Para Édgar Pico, servidor público de 38 años, el orgullo de vivir en la capital está en la unión comunitaria.

“El quiteño no solo es orgulloso de su ciudad, sino de su barrio. Hay ciudades en que los vecinos ni se conocen, pero aquí sí. Nos integramos, tratamos de que el barrio esté bonito, reclamamos por lo justo y exigimos a nuestros gobernantes”, dice.

Esteban Cruz, de 28 años, agrega que, el casco histórico y el cuidado patrimonial es otra fuente de orgullo para lo quiteños.

“Cuando eres joven no siempre valoras tu ciudad. Pero cuando conoces otros lugares o vives fuera empiezas a entender el significado de ser quiteño y eso es exigir una ciudad mejor pero siempre conservando el pasado y la identidad de nuestra ciudad”, establece.

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