En Quito pagaban 60 criptomonedas a cambio de un escaneo facial y de iris
Les aseguraban que los datos no serían almacenados y permanecerían bajo control del usuario
A través de redes sociales, dos establecimientos ubicados en el norte y sur de Quito atraían a centenas de personas para practicarles un escaneo facial y de iris.
Según informó la Agencia Metropolitana de Control (AMC) este 22 de noviembre de 2024, en los locales se utilizaban dispositivos para escanear el iris y creaban identificaciones digitales únicas. Allí les aseguraban a las personas que los datos no serían almacenados y permanecerían bajo control del usuario.
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Estos dos establecimientos, en La Mariscal y San Bartolo, ofrecían entre 50 y 60 criptomonedas como pago a cambio del escaneo y, además, promovían conferencias pagadas sobre identidad digital, tecnología y criptomonedas, señala la entidad municipal.
En un comunicado, la AMC menciona que durante las inspecciones se constató que los establecimientos carecían de licencia de funcionamiento y permisos del Cuerpo de Bomberos, lo que, "sumado a la naturaleza cuestionable de la actividad, representaba un grave peligro debido a la aglomeración de personas en ambos lugares".
También se evidenciaron condiciones de seguridad deficientes, como rutas de evacuación y ventilación inadecuadas, que ponían en riesgo la integridad de los asistentes. Por estas irregularidades encontradas, la AMC clausuró los dos establecimientos y los dueños se podrían enfrentar a una sanción que podría alcanzar los $ 1.840 por cada caso.
El operativo se realizó en conjunto con la Policía Nacional, el Cuerpo de Agentes de Control y la Secretaría de Seguridad.
Un caso en Guayaquil
En agosto, la Agencia de Regulación y Control de las Telecomunicaciones (Arcotel) instó a la ciudadanía a cuidar su huella digital, señalando que la "identidad no tiene precio". Esto tras un escaneo masivo del iris de ciudadanos en Guayaquil y también en Quito, a cambio de un pago en criptomonedas.
Arcotel mencionó que se debe proteger la imagen del rostro y hasta el iris de los ojos porque son algunos de los datos biométricos que "pueden caer en manos de ciberdelincuentes y robar tu información".
La entidad explicó que “en ciberseguridad, la biometría usa las características biológicas únicas para la autenticación digital y el control de acceso”. Asimismo sostiene que al exponer los datos biométricos como el reconocimiento de iris, huella dactilar, voz, entre otros, aumenta el riesgo de robo de identidad y fraude.
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