EL Parque Bicentenario de Quito tiene una nueva oportunidad para transformarse
Se anunció un nuevo proyecto para revitalizar el espacio de más de 100 hectáreas. El trabajo se lo realizará por fases
Los proyectos que se han pensado para el parque Bicentenario, donde funcionaba el aeropuerto de Quito, han sido varios y pocos se han concretado.
Su construcción se inició en 2013 con la salida de la terminal aérea a Tababela. Al menos durante tres años no hubo una mayor inversión y en 2019 finalmente se inauguró con 13 áreas.
(No te pierdas: Quito: Dueños de una casa patrimonial en La Floresta la intervenían sin autorización)
Con una extensión de 103 hectáreas, en la actualidad en el parque hay edificaciones abandonadas que son un recuerdo del paso de la terminal aérea, además de montículos de tierra y extensas zonas sin uso.
Roberto Aguilar visita el espacio casi a diario, es entrenador de un grupo de jóvenes futbolistas. La antigua pista es la que más utilizan para correr. Las pocas canchas, se lamenta, no las pueden aprovechar porque están deterioradas y sin mantenimiento, asegura.
“Hay mucho espacio sin usar, no hay seguridad, falta señalización en las áreas que recorren los ciclistas que suelen ir a toda prisa”, sostiene.
Con Roberto coincide su compañero, que también es entrenador, y agrega que mucho espacio se podría aprovechar para levantar más canchas, juegos infantiles o zonas para compartir en familia.
Otro inconveniente que surgió desde su inauguración fue la poca accesibilidad al parque. En las 103 hectáreas, solo hay tres ingresos. En administraciones pasadas ya se hicieron trazados viales preliminares de dos calles, sin que lleguen a ejecutarse. Solo se edificó la extensión de la Isaac Albéniz, que cruza el parque de oriente a occidente.
A todo eso se suman los 3.235 vehículos que están en los patios de retención de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) que, con el reciente proyecto que planteó el alcalde Pabel Muñoz, está previsto que salgan hasta finales de año. Aseguró que el espacio se consolidará como un lugar emblemático en la ciudad, combinando su vocación ecológica con un plan de desarrollo inmobiliario a futuro.
“El parque Bicentenario tiene que dejar de ser ese espacio que tiene el Municipio para amontonar las cosas que ya no le sirven. Su obligación es ofrecer espacios de áreas verdes dignos y con todas las comodidades del caso”, señala la concejal Analía Ledesma, quien preside la Comisión de Educación. Celebra que finalmente haya voluntad política para renovar el parque, en el que también se prevé la construcción de una unidad educativa en la cabecera norte.
Recordó que desde el año anterior ha fiscalizado y demandado más accesibilidad a la educación municipal debido al alto interés y poca oferta de cupos en estos centros.
Muñoz admitió que el Bicentenario todavía no es un parque, “la mitad es una pista de aterrizaje con césped”. El proyecto contempla la construcción de 45 canchas, una arena para conciertos con un graderío desarmable, entre otros.
Las fases para la transformación
Alejandra Molina, directora de Desarrollo Urbanístico, explica que el plan se realizará por fases. La primera será sacar los vehículos de los patios de retención. Otra prioridad, sin una fecha definida, será generar un sistema de vías perimetrales en la av. Amazonas, Rafael Aulestia y Luis Tufiño. En el caso de la Amazonas, se busca integrar mejor el parque con la ciudad.
Para John Dunn, coordinador del Instituto de Arquitectura y Forma Urbana de la Universidad San Francisco, todo lo que permita el desarrollo del parque es positivo, siempre que no termine en una depredación de los espacios verdes que ya existen. Considera que se debe impulsar la reforestación y generar más accesibilidad al todo el espacio.
Para el urbanista Jacobo Herdoíza también es una buena iniciativa, sin embargo, sin una fuerte inversión, el plan solo sería una intervención ‘parche’, como tantas otras.
Señala que se trata de un proyecto ambicioso y necesario en una zona que se podría transformarse en la extensión del hipercentro. “La Carolina fue una hacienda que se convirtió en parque y produjo un efecto inmobiliario tan robusto que se convirtió en el hipercentro de Quito, todo gira en su entorno. Eso hay que buscar en el Bicentenario, pero se requiere de un proyecto atractivo, con amenidades, que lo visite la gente de Calderón, de la Mitad del Mundo, de Cotocollao, que sea su primera opción en el norte”, dice.
Además, la extensión del Metro sería beneficiosa para la zona, que con la salida del aeropuerto perdió su vitalidad y con el tiempo se ha ido vaciando.
La pista que se convirtió en la identidad del parque
El arquitecto John Dunn señala que la carpeta asfáltica de la pista ha sido difícil de remover debido a que es una zona muy compactada que durante al menos 50 años años recibió toneladas de peso. Por ello, las canchas se adecuarían bien a ese espacio.
El proyecto actual sí contempla retirar una parte de la capa asfáltica para colocar las canchas. Molina menciona que la pista se ha convertido en un elemento importante para los deportistas. Se estima que en todo el parque Bicentenario se instalarán entre 45 y 50 de estos espacios aprovechando el pavimento, sin afectar las áreas verdes que ya existentes en las 103 hectáreas.
¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!
