Peluquerías de Quito: Extorsión y droga desencadenan ataques armados

El estruendo de las balas aún retumba en los oídos de los residentes del barrio Jaime Roldós, en el norte de Quito. La brutal escena del crimen del último viernes ha dejado una profunda huella de terror en la comunidad.

“Nunca nadie va a olvidar este momento”, dice una vecina del sector, quien aún se estremece al escuchar el rugido de las motocicletas. “Es muy doloroso”, agrega con la voz entrecortada. “Tenemos mucho miedo. Siento motos que circulan por la zona y tengo ganas de salir corriendo”.

Le invitamos a que lea: Excandidato a la Alcaldía de Quito es investigado por lavado de activos

La comerciante, quien prefiere no revelar su identidad, reside en La Roldós durante 40 años. Jamás había presenciado un hecho tan violento. “Si pudiera irme del barrio, lo haría”, confiesa. “Pero es mi casa, está mi familia y eso nos detiene. Toda una vida aquí”.

Las autoridades han identificado a las peluquerías como un punto focal de la actividad criminal en estos barrios. Según el coronel Germán León, subcomandante de la Policía del Distrito Metropolitano de Quito (DMQ), estos negocios se han convertido en centros de acogida para el desarrollo de actos ilícitos, como la venta de drogas y la extorsión.

“Sabemos que es una organización la cual trabaja sobre extorsiones y sustancias sujetas a fiscalización”, señala León. “Ya está en conocimiento de la Fiscalía y Policía Judicial, se está trabajando en las investigaciones respectivas”.

Tras el crimen del viernes en La Roldós, la Policía ha intensificado los operativos en la zona. Se está utilizando un aplicativo móvil para verificar los antecedentes penales de las personas y se trabaja en conjunto con Migración para identificar a ciudadanos extranjeros que se encuentran en situación irregular. Con esta plataforma se logró la detención de una persona en un operativo, según información de los agentes del Distrito La Delicia.

Mientras que León asegura que se planifican operativos con el Ministerio de Trabajo para verificar que los empleados de esos locales estén laborando de forma legal. “Así tendremos mucho más acceso a conocer quién trabaja en las peluquerías”.

El miedo persiste

Un escalofriante silencio se ha apoderado del barrio Ciudadela Ibarra, en el sur de la ciudad. El eco de un ataque armado bajo el mismo ‘modus operandi’ en la calle Martha Bucaram aún resuena en la memoria de sus habitantes, quienes viven bajo la constante amenaza de la violencia.

En este sector se registraron disparos dentro de una peluquería y una persona resultó herida,

“Hay niños en la zona y tenemos miedo que en el momento que salgan haya una balacera de nuevo y una bala perdida los ataque”, lamenta Narcisa, una comerciante del sector.

Ella recuerda el día del ataque con horror. No abrió su local porque debía hacer unos trámites. Cuando regresó en la tarde, se encontró con la novedad y la escena del crimen a pocos metros.

Los vecinos prefieren guardar silencio ante la ola de violencia que azota su barrio. Un residente, bajo la condición de anonimato, atribuye el ataque a una disputa entre bandas delincuenciales que buscan tomar control del sector.

“Se ha convertido en tierra de nadie”, señala otro vecino con resignación. “A las 18:00 ya empiezan a cerrar los locales y la avenida que antes era comercial se vuelve desolada”. El temor se intensifica con la caída del sol, transformando las calles en un escenario de desolación.

Desde julio de 2023 se han registrado los atentados en estos establecimientos comerciales con más frecuencia.

Sin embargo, el subcomandante de la Policía informa que el número de homicidios intencionales bajo esta modalidad ha disminuido en 87 casos, en comparación con 2023. Ante la zozobra y el miedo, los residentes claman por mayor seguridad y acciones contundentes para erradicar la violencia que les arrebata la tranquilidad. La pregunta que ronda en el aire es: ¿serán suficientes las medidas anunciadas por las autoridades, de realizar más operativos para devolver la paz?

Zonas en riesgo por extorsión

Según la Policía Nacional, en el sector de Las Cuadras, en el sur, han proliferado las peluquerías, en donde hay una constante rotación de ciudadanos extranjeros que laboran en esos lugares. También están otras zonas como el distrito Quitumbe y La Delicia, en el norte de la urbe. 

Con la policía comunitaria se realizan diferentes operativos de perfilamiento para identificar a estas personas que, aparentemente, trabajan como peluqueros y cometen los actos ilícitos: extorsión y venta de drogas.

La mejor información en tus manos, SUSCRÍBETE A EXPRESO.