Permisos ambulantes, una tregua con los municipales
Mafias controlan a los vendedores ambulantes de la capital. Esto impide la legalización de 10 mil de ellos y aumenta tensión con AMC, dice el Cabildo
Escuchar o presenciar batallas campales entre agentes metropolitanos de Control y vendedores ambulantes en Quito, ya no es una situación que cause asombro.
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Leer másEl hecho más reciente pasó el sábado en las calles Cuenca y Chile, centro de la urbe. Uniformados y comerciantes desataron una ´guerra´, con palos, piedras y taburetes. El saldo: siete agentes y un informal con heridas serias.
Pero... ¿qué hay detrás de esta pugna que con el tiempo se agudiza y no encuentra salida? ¿Por qué la legalización no llega a todos los informales? Desde el Municipio se aclara que esto obedece a mafias que operan en la capital y controlan los designios de los comerciantes que pertenecen a determinadas organizaciones o asociaciones.
Édison Carrillo, coordinador de la agencia de control de Comercio, indicó que conocen sobre una organización específica que cobra entre tres y cinco dólares por ingresar la documentación al Municipio, y que además, son los primeros en obstaculizar las labores operativas de la agencia.
“La ciudadanía no debe dejarse engañar. El permiso es gratuito y pueden hacerlo individualmente, sin pertenecer a ningún colectivo. Solo acercándose a la secretaría del Cabildo pueden obtener su documento y trabajar con libertad”.
Alberto Padilla vende sacos y otros artículos de lana, en la calle Cuenca, desde hace ocho años. Empuña con fuerza los armadores. “Por si acaso llegue algún agente y tenga que salir corriendo”, dice con recelo.
Cuenta que desde hace cuatro años intenta obtener una licencia para vender en esta zona, pero la asociación a la que pertenece le indica que el Municipio es el que no le da trámite a su pedido y además, le cobra por el trámite casi cinco dólares.
En lo que va del año, se han otorgado cuatro mil permisos de funcionamiento. Y solo el fin de semana se capacitó a 850 comerciantes para que se sumen a este programa.
“En Quito existen más de 10 mil personas que trabajan en la informalidad. Esto no solo afecta al ornato de la urbe, sino al comercio de los que lo trabajan legalmente. Seguiremos incentivando a la gente para que deje de creer en la desinformación que dan aquellos que solo quieren enriquecerse de estos procesos”, agregó Carrillo.
Desde el otro lado, Luis Vélez, un vendedor de a pie, de artículos tecnológicos cuestionó la falta de control sobre entidades que lucran de sus necesidades. “Hay gente que tramita estos permisos a cambio de dinero, pero no todos podemos disponer de sumas que superan los 200 o 300 dólares”.
Cuatro meses es el tiempo máximo que toma obtener un permiso de funcionamiento, entre presentación de documentación legal, talleres de capacitación, estudios técnicos y aprobación del trámite. Los interesados pueden aplicar para acceder a plazas fijas, semifijas o ambulantes. En esta última, se establecerá un sitio específico para comercializar productos o bienes en la calle.
Sobre el incidente del fin de semana, Ramiro Aldaz, director general del cuerpo de agentes de Control señaló que este año se registraron 17 eventos violentos similares.
Necesitamos un puesto fijo para trabajar honestamente. Solo pedimos que controlen a las asociaciones que lucran de nosotros y que nos otorguen permisos las autoridades
Además, la denuncia fue presentada ayer y en la audiencia, se calificó como delito el ataque que recibió uno de los agentes.
En los próximos días, la Policía rastreará al comerciante que fue identificado como responsable de este hecho.