No se descartan sanciones penales contra los padres del niño atacado por pitbull

Nora Garrido quedó horrorizada cuando supo de la muerte de un niño tras el ataque de un perro pitbull, ocurrido durante el fin de semana en San Juan de Calderón, en el norte de Quito. Esta ciudadana se entristeció por la pérdida del pequeño, de apenas dos años, pero a su vez fue muy contundente al dar su opinión sobre el caso: “debe existir una tenencia y crianza responsable de estas mascotas”. 

Garrido cuenta que tiene un perro de esa raza y su comportamiento no es agresivo, porque en su familia lo tratan con mucho cariño. Lo mismo opina Alexandra Sánchez, una ecuatoriana que hace poco llegó del extranjero y se topó con la trágica noticia.

Para ella, es responsabilidad de los dueños el mantener a salvo, tanto a los niños como a un can de esas características. “En mi casa tenemos hasta gallos y todos vivimos en total armonía. Las personas deben saber que a los animales se los trata con mucho amor”, expresó Sánchez.

Mara Ramírez, animalista y voluntaria de RAFA, hogar temporal en Quito, precisó que se deben atender las necesidades de un perro y si no se lo hace puede ser potencialmente peligroso. “Cuando hablamos de pitbulls, lastimosamente la gente los tiene como guardianes o de defensa, sin tener el conocimiento adecuado para tratarlos y enseñarles”.

EXPRESO se contactó con la Unidad de Bienestar Animal del Municipio de Quito (UBA) para conocer sobre las condiciones en las que el perro creció, pero se informó que no podían dar esos datos, ni tampoco precisar si la familia del infante era la dueña. Acotaron que la Fiscalía tiene conocimiento del hecho y se encuentra en investigación.

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Luego de la muerte del infante, el animal fue llevado hasta un Centro de Atención Veterinaria, Rescate y Acogida Temporal (Cavrat). Allí se le está haciendo un análisis de comportamiento, el cual consiste en revisiones físicas del perro (auditivas, visuales, etcétera), así como psicológicas. “Para evitar este tipo de casos no tengo animales en la casa. Mis hijos podrían correr peligro”, analizó Josselyn Ruiz, una venezolana que vio noticias y se enteró de la muerte del pequeño.

Para ella, las autoridades también deberían actuar para que las desgracias de esta clase no se repitan. Según el Código Municipal para el Distrito Metropolitano de Quito, en su artículo IV.3.323, cuando un animal es declarado peligroso se procederá a la eutanasia, que es “el único método permitido y aprobado para provocar la muerte de un animal de compañía”, el cual “será practicado por un profesional facultado para el efecto”.

En el mismo cuerpo legal (art. IV.3.335) se detalla que “los tenedores de perros están obligados a educarlos, socializarlos y hacer que interactúen con la comunidad”. Además, se precisa en el artículo IV.3.341, literal e, que “los animales, que se encuentran en una vivienda urbana, patio, terraza o cualquier otro lugar delimitado, deberán disponer de un habitáculo con la altura, superficie, y cerramiento adecuado para proteger a las personas u otros animales que se acerquen a estos lugares o accedan a ellos”.

El abogado Steven Reyes, penalista especializado, dice que los padres “claro que podrían ser denunciados por algún tipo de muerte culposa, pero hay que recordar que también son representantes legales del menor, por lo que serían también víctimas y ese proceso no cabe dentro de la imputación objetiva. Se trataría de un caso donde moralmente sí son responsables por la negligencia cometida”.

Otro tipo de sanción que pudiera haber al respecto, en este caso, es por el trato que habrían tenido los perros de la familia, incluido el que acabó con la vida del niño. 

El abogado Reyes indica que en el COIP se contemplan sanciones por maltrato animal, por acción y omisión. “En el presente caso, si se logra demostrar que existió maltrato al tenerlos encerrados o amarrados, sí podrían sancionar a los padres con trabajo comunitario de 50 a 100 horas, tal cual como lo señala el artículo 250.4”. (SC - MAG)