En Quito, una joven muere por mala cirugía plástica
Fue a retirarse grasa del abdomen y falleció por hemorragia. Su hígado estaba perforado. La clínica permanece en silencio
Karina Chérrez ingresó al quirófano para realizarse una abdominoplastia y terminó muerta después de dos horas por una hemorragia interna.
El hecho sucedió en una clínica ubicada en el norte de Quito, el pasado 25 de octubre. Ahora, su esposo, Darwin Caiza, sigue una denuncia a los médicos que intervinieron en la operación y a la clínica por el delito de homicidio culposo por mala práctica profesional. El caso se encuentra en investigación previa.
Caiza quiere que cierren la clínica, que les quiten la licencia a los galenos y que vayan presos por “acabar con nuestros sueños y con mi familia”.
También realizarán plantones para exigir justicia por la vida de Chérrez, quien tenía 32 años y trabajaba en un banco. El viernes anterior, familiares y amigos de la víctima fueron con pancartas y fotografías de la mujer afuera de la clínica para recibir alguna respuesta pero no la obtuvieron.
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Leer más“Desde el día de la muerte de mi esposa hasta hoy no hubo un pronunciamiento de la institución ni de los médicos”.
EXPRESO se contactó con el abogado de la clínica y respondió su asistente, quien dijo que el jurista estaba en reunión. Más tarde se lo llamó nuevamente pero no hubo respuesta.
Diego Robalino, abogado de la familia, indicó que están a la espera de que el fiscal especializado en muertes violentas reciba la información de parte de la clínica y de los médicos para adjuntar al expediente hasta que llegue la audiencia de formulación de cargos.
Robalino añadió que la clínica ha estado funcionando con normalidad y que los médicos implicados realizan operaciones sin ninguna restricción. Las investigaciones desvelarán si estaban capacitados para este tipo de cirugías.
Buscamos a la familia de otra mujer que también habría muerto por mala práctica médica en esta clínica.
Chérrez ingresó al quirófano a las 09:55 y fue intervenida por dos médicos, uno en calidad de cirujano estético y el otro como anestesiólogo.
A las 11:07 le informaron a Caiza que su esposa había fallecido. Su cadáver estaba boca abajo en una camilla. El hombre no entendía lo que pasó y según él, los médicos le dijeron que la mujer habría muerto por un edema pulmonar.
Pero no fue así, la autopsia revela que la causa del fallecimiento fue por una hemorragia aguda interna por laceración de hígado. Es decir, el médico habría insertado mal el instrumento que sirve para extraer la grasa del abdomen y perforó otro órgano vital.